"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de mayo de 2005
Reseña del comentario de Luis Solano de la lección séptima del Seminario 17: El reverso del psicoanálisis, de Jacques Lacan, trabajada en el S.C.F. de Barcelona de Mayo de 2005
mito, repetición, nombre del padre, topología, objeto a
Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2004-2005
El reverso del psicoanálisis
Jacques Lacan
De la mitología a la topología
Luis Solano valoró el Seminario, en palabras de J.A.Miller, como extraordinario producto de destilación y, a la vez, danza macabra de cuatro esqueletos, danza de la pulsión de muerte. Aquí Lacan se dirigía a jóvenes en lucha sin llamarlos a abandonarla pero sí a tener en cuenta que hay estructuras, en una máquina imparable, la del capitalismo, que dos años después dio un giro más, con la hegemonía de la especulación financiera sobre la revolución industrial.
Dentro de la operación de este Seminario, que consiste en desnudar al psicoanálisis, reducir Hegel a su hueso y dejar a Freud en camisa, la Lección VII desnuda al padre en Freud, a cierto orden que resulta del amor por el padre muerto, postulando que en el discurso del amo el padre está castrado desde el origen.
Lacan no se fía más del magister dixit de Freud revelando la estructura donde los nombres propios, Freud y Lacan, son semblantes, Nombres del Padre, que tienen la función de cubrir la falta de lo verdadero sobre lo verídico -déficit de garantía última- pero que cuando son convocados señalan lo que en el discurso del psicoanálisis ha tocado lo real, a partir del procedimiento de la asociación libre. La teoría del significante que faltó a Freud es desplegada aquí en su materialidad, criticando la función de la verdad que sólo será utilizada según la lógica verbal según la función del saber.
La fábula freudiana de la repetición es la llave que abre cada capítulo del Seminario, que Lacan califica de punto de reversión (rebroussement), figura geométrica y notación topológica, que permite pasar al reverso, el revés -que no lo contrario- de su doctrina. En su primera parte se trata de la reducción económica del campo del goce a partir de la repetición y en la segunda, de desenmascarar -con la repetición- al padre en su semblante, no sin dejar un residuo de real.
La domesticación del cuerpo por el significante que produce un efecto de pérdida de goce se cubre con tres fábulas: primera: la interdicción del goce fálico, segunda: el incesto y tercera: la invención de la idea del asesinato del padre, consecuencia de la inscripción del lenguaje. Si Freud aporta a la teoría a Edipo, el padre de la horda y Moisés, Lacan se maneja con la termodinámica, la energética y la entropía. En suma, se trata de que el goce del objeto (a) demanda pasar por lo negativizado.
La renuncia del Amo de Marx en la lucha por el puro prestigio que produce la pretensión de recuperar lo perdido, es lo que Lacan denomina el plus de gozar, que mantiene separados al sujeto barrado y al objeto (a) y es la función de imposibilidad, implicada en el discurso del amo. La conexión entre estos dos términos ($ y a) se establece en el discurso capitalista, porque el plus de gozar ya no sostiene la realidad del fantasma y la consecuencia es que el fantasma esté por todos lados.
El mito encarna la ley interna de toda enunciación de la verdad que se expresa en el medio decir, cuento que trata de explicar el desplazamiento del goce hacia el Otro. Lacan logifica los Nombres del Padre y, mediante su posición lógica, sustituye a los mitos. Así, la metáfora paterna reúne la tragedia de Edipo y la figura del padre de la horda primitiva. La topología sustituye a la mitología.
Al sustraer del psicoanálisis la mitología edípica le restituye un mito en plus: la laminilla, pérdida de goce necesaria, como la entropía, disyunción entre el Edipo y la castración que eleva al objeto (a) al cenit de su función.
"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de mayo de 2005
NODVS XIV, juny de 2005