Sobre la figura del póster del Segundo Coloquio.[1]
Trabajo de elaboración alrededor de la imagen del póster del "2º Coloquio Interacional TyA" que lleva por título "Enganches y desenganches en las toxicomanías y las adicciones"
[1] Imagen central cedida por Josep María Solé, Equip PDU, AMB Barcelona Metrópolis 2015. El diseño del póster fue realizado por Fernando Juárez.
La horizontalidad
La palabra diván tiene múltiples fuentes. Puede designar un lugar de reunión, o remitirse al significado “habitar”. También puede referirse a la poesía de una cierta cultura árabe. Sin embargo una de las posibilidades de la revivificación de este significante, es que haya sido reintroducida en la vida cotidiana de occidente, en tanto se trataba del tipo de mueble idóneo para los divers, término con el que se nombraba a los consumidores de opio y que remite al sumergirse, al dejarse caer. En el devenir de la horizontalidad del goce del opio, estaba ya la elisión de otras dos horizontalidades del goce: la del goce sexual como tal, y la del encadenamiento de la palabra.
Enganches y Desenganches
En nuestra Barcelona contemporánea, si rastreamos las marcas de la aplicación de los tóxicos a la “somnolencia subjetiva”, encontramos la época de la transición (de la dictadura a la monarquía parlamentaria, 1975-1982).En la misma época coincide la eclosión de una epidemia de consumo de heroína de la que son tributarios los dispositivos de la red institucional, aún hoy en día en funcionamiento.
Si pensamos en los términos de la psicología de las masas en la época de la sociedad horizontal aislados por Laurent, tenemos en ese momento una particularidad: justamente allí donde debía aparecer el grito (la protesta) del primer tiempo del fantasma, rápidamente irrumpió el silencio de un potentísimo analgésico que desengancha del Otro y engancha al consumo diario. Así el segundo tiempo del fantasma se configuró con una faz devastadora. Allí donde se buscaba la errancia (la itinerancia), como modo de vivir la ciudad, la libertad de movimientos, se acabó en una iteración espeluznante.
Nudos, fronteras, bordes, líneas.
Para recibir las Olimpiadas del año 92, se creó un sistema de líneas circulares que conectarían la periferia de la ciudad con el centro (y al centro con la periferia). Barcelona está rodeada por fronteras bien delimitadas: Por el norte el río Besós, por el sur el Rio Llobregat, por el oeste la montaña del Collserola, y por el este el mar. En este marco, la ciudad se ha reinventado varias veces: Ha pasado de estar replegada sobre su propio centro y de espaldas al mar, a la hiperconectividad. El Nus de la Trinitat por el norte, y la ampliación del aeropuerto por el sur, fueron las consecuencias lógicas de inyección de flujo a las modificaciones internas.
Lo interesante de la obra del Nus es que, al proyectarse en un espacio muy ajustado entre dos barrios, fueron necesarios para su ejecución una serie abordajes de las reivindicaciones vecinales resueltas finalmente con la proyección de un parque dentro del nudo. A lo que la urbanista Jane Jacobs llamaría “bendiciones mezcladas”, nosotros podríamos llamarle parque por añadidura.
Espacios de exclusión interna.
Las fronteras del nudo fueron durante años insalvables, y el parque inutilizado. Si seguimos a Jacques-Alain Miller en su definición sobre la salud mental, que es andar bien por la calle, atravesarla sin ser atropellados, podemos decir que el efecto de la construcción del nudo fue convertir a todos los vecinos de la Trinitat en enfermos mentales. El vacío verde rodeado de coches se convirtió en un ornamento para nadie. Y el barrio periférico no entró en contacto con el centro.
El velo de la “ciudad conectada” al soplar el tiempo, descubrió la tentativa del desplazamiento de las prácticas de consumo del corazón de la ciudad hacia los barrios del “centro ampliado”.
El efecto retorno de la segregación en las ciudades del siglo veinte es el de la pluralización de la lógica del gueto y del campo de concentración. Ciudades que se construyeron como defensa a lo real, es decir como defensas ante lo real del campo, al recubrirlo, hacen aparecer la necesidad de crear en ellas esos campos de exclusión, adentro. ¿Hacia dónde transportar la chatarra, los escombros, si ya la ciudad ha crecido tanto que no conviene llevarla al campo? Entonces surgieron los espacios de exclusión interna, que entre otras cosas son el campo abonado para el fuera de ley en el que históricamente se ha hecho uso de sustancias tóxicas.
No es casual que el callejón sin salida, las calles mal iluminadas, los bares abiertos veinticuatro horas, los lugares descansados de mirada, los parques, los sótanos, sean espacios estructuralmente susceptibles a este tipo de uso humano, para dar rienda suelta al kakon.
Hoy en día y después de casi 25 años de existencia del parque dentro del nudo, le encontramos con una vida nueva que se ha obtenido a partir de las barbacoas al aire libre. No han sido los conciertos, las esculturas, el arte o las intervenciones higienistas las que han atraído a los vecinos al centro de este entramado, sino como en una especie de homenaje al goce ha sido la cocción de la carne al fuego. Y es que como dice Lacan, se empieza a las cosquillas y se termina a la parrilla.
Imagen 1. Joven decadente. Ramón Casas. Se puede visitar en el Museo de Montserrat en el Monasterio de Monserrat. (60 min desde Bcn)
Imagen 2. La morfina. Santiago Rusiñol. Se puede visitar en el Museu Cau Ferrat en Sitges. (40 min desde Bcn).
Imagen 3. Matriz de nudos de la ciudad de Barcelona. Cedida por Josep María Solé.
Imagen 4. Recorte de Poema Collage de Joan Soteras. De la web sense nom.
Imagen 5.Circulando por el Nus de la Trinitat. Fotografía propia.
Imagen 6.Vista del Nus y Barcelona desde el Noroeste. De los Arquitectos Batlle i Roig.
Imagen 7. Desde dentro del Parc de la Trinitat. De los arquitectos Batlle i Roig.
- Conferencia: La Religión y el Ser hablante. Éric Laurent. VIMEO ELP.
- Pharmakon 3, Digital. Revista de la Red TyA del Campo Freudiano.
- Salud mental y orden público, en Introducción a la Clínica Lacaniana. Jacques-Alain Miller.
- El Parc de la Trinitat, La puerta norte de Barcelona. Fátima Orendai Almada.
Sobre la figura del póster del Segundo Coloquio.[1]
NODVS LI, març de 2018