La liberación del sentido: ¿semántica o sintaxis?

Texto presentado el 19 de Octubre en el marco del Seminario de Casos correspondiente al curso 2019-2020 del Seminario del Campo Freudiano

  • Publicado en NODVS LVI, novembre de 2019

Resum

El presente texto marca una orientación fundamental para el trabajo del Seminario de Casos de este curso 2019-2020. A raíz de una indicación de Lacan presente en su segundo Seminario según la cual el psicoanálisis debería producir “una liberación del sentido en el discurso, en esa continuación del discurso universal en el que el sujeto está embarcado”. El autor, a través de la referencia a la cibernética, nos ayuda a esclarecer la diferencia entre la semántica y la sintaxis para, a partir de allí, situar dicha liberación del sentido que a la interpretación del analista le compete.

Paraules clau

sentido, semántica, sintaxis, interpretación, cibernética

El título que hemos escogido para el eje del Seminario de Casos este año es "Del yo al inconsciente: La liberación del sentido en el discurso del sujeto”. Este título se refiere a algo que Lacan dice en la p. 453 del Seminario II: el psicoanálisis debería producir “una liberación del sentido en el discurso, en esa continuación del discurso universal en el que el sujeto está embarcado”. Claramente, esta liberación tiene que ver con toda una serie de oposiciones que Lacan establece en el Seminario, entre el yo y el sujeto, el pequeño otro y el gran Otro, lo imaginario y lo simbólico. Pero en vez de conscentrarnos en ellas, quisiéramos tratar aquí muy rápidamente una oposición más específica que enmarcan: la oposición entre la semántica y la sintaxis en la interpretación psicoanalítica1. Para hacerlo, resumiremos brevemente algunos puntos centrales del capítulo XXIII del Seminario II, titulado por JAM: Psicoanálisis y cibernética, o de la naturaleza del lenguaje. Concluiremos con un par de viñetas clínicas.

Lacan empieza el capítulo XXIII preguntando sobre la naturaleza del determinismo que asume que hay en la raíz de la técnica psicoanalítica. Si el analizante tiene que ofrecer sus pensamientos sin intención, al azar, ¿entonces qué tipo de determinismo gobierna este azar? Es precisamente aquí, dice Lacan, donde nos ayuda la cibernética, porque concierne justamente a la “significación del azar”. La cibernética es simplemente la “formación racionalizada” de lo que Lacan crucialmente llama aquí las “ciencias conjeturales.”2

Explica estas ciencias contrastándolas tanto con las ciencias exactas como con el psicoanálisis. Pero también afirmando, de manera muy importante, que son absolutamente inseparables de ambos.

A primera vista, podríamos pensar que las ciencias exactas existen con referencia a un real que siempre retorna al mismo lugar –el de los astros celestiales, por ejemplo-, supuestamente salvaguardado por los ritos y ceremonias de las sociedades pre-científicas. Pero las ciencias exactas nacen, dice Lacan, cuando el hombre se da cuenta de que estos ritos y ceremonias no tienen nada que ver con el orden de las cosas. Esto es, cuando el hombre empieza a resumir este orden por medio del uso científico de un “número muy pequeño de símbolos”. El “jueguito simbólico”, de Newton a Einstein, de hecho, dice Lacan, “tiene muy poco que ver con lo real”. O, mejor, “reduce lo real a unas cuantas letritas, a un paquetito de fórmulas.”3

Ahora bien, lo que introducen estas letras es una referencia fundamental a los lugares que ocupan, los cuales pueden estar potencialmente vacíos. Así es cómo el cálculo de probabilidades emerge en 1654 con el famoso tratado de Pascal sobre el triángulo aritmético. Este triángulo, esta “primera máquina”, permite a un jugador determinar, después de la interrupción de una serie de sus jugadas, aquello a lo que puede esperar enseguida. Le permite calcular, clarifica Lacan, el azar del “encuentro en sí mismo.”4 Lacan condensa la importancia de esto del siguiente modo: “Se trata del lugar, y de lo que llega o no a él; de algo, pues, estrictamente equivalente a su propia inexistencia. La ciencia de lo que vuelve a encontrarse en el mismo lugar es sustituida, de este modo, por la ciencia de la combinación de los lugares como tales. Esto en un registro ordenado que supone ciertamente la noción de jugada, es decir, de escansión.”5 Las ciencias conjeturales nacen cuando la ciencia de los números se convierte en una ciencia que combina las correlaciones de ausencias y presencias. Y así es cómo se abre el orden binario de la cibernética, una cibernética esencialmente atada a “la espera del hombre" y “las combinaciones del encuentro escandido.”6

Llegamos ahora a la oposición central que queremos delinear. En cibernética, Lacan afirma, “la sintaxis existe antes que la semántica. La cibernética es una ciencia de la sintaxis, y su función es que nos demos cuenta de que las ciencias exactas no hacen otra cosa que enlazar lo real a una sintaxis.”7 Si la sintaxis se ocupa de la actividad dirigida de una secuencia de signos, la semántica, por el contrario, trata de los supuestamente humanos contenidos emocionales, ambigüedades y, por supuesto, significados en el sentido tradicional.

¿Pero qué tiene que ver todo esto con el psicoanálisis y, más específicamente, con la interpretación psicoanalítica?

En el psicoanálisis, explica Lacan, estamos confrontados, como analistas, con el “discurso impuro”8 del sujeto. Y lo que hacemos es buscar otro sentido detrás del primer sentido de este discurso, un segundo sentido que localizamos en la función propiamente simbólica que manifiesta. Pero lo que nos muestra el psicoanálisis, dice Lacan, es que en este otro sentido, esta función simbólica, hay una referencia a algo que no puede ser eliminado: lo imaginario. “Hay una inercia de lo imaginario que vemos intervenir en el discurso del sujeto, inercia que enturbia este discurso […] [Y] es precisamente el ejercicio dialéctico del análisis el que tiene que disipar esta confusión imaginaria, restituir al discurso su sentido de discurso.”9

Crucialmente, sin embargo – y creo que ésta es la clave de lo que nos enseña Lacan aquí – este sentido es doble. Nuestro trabajo como analistas nos confronta a una elección. O bien nos fijamos en “el lastre de la semántica”10, “la homofonía semántica”11 – una elección que Lacan sitúa en este momento con la IPA y la teoría de las relaciones de objeto – o buscamos, esta vez fundamentalmente por medio de la sintaxis – y aquí volvemos a encontrar esa frase que citamos al inicio – la “liberación del sentido en el discurso, en esa continuación del discurso universal en que el sujeto está embarcado”. Solo la interpretación sintáctica revela lo que Lacan llama aquí – en una expresión enigmática que ahora somos capaces de leer – “el sentido del sentido.”12 La interpretación sintáctica muestra que para el sujeto – en este sentido muy diferente de la máquina cibernética – “la escansión tiene vida, y lo que no llegó a tiempo permanece suspendido. De esto se trata en la represión […] [de] “la relación del no-ser con el ser”.13 La represión, como dice Lacan en otro sitio, viene no del pasado, sino del futuro.

Acabaremos, entonces, con dos viñetas muy cortas: una muy conocida, pero que creemos conveniente repetir en este contexto; la otra de nuestra propia práctica.

La primera la cuenta Ernesto Sinatra.14 Después de haberse tumbado en el diván por la primera vez, un sujeto dice al analista: “lo primero que se me ocurrió fue que usted me iba a penetrar por mi cabeza, sentado allí detrás”. El analista responde: “pero, entonces, la condición de lo que usted dice es ¡tener un agujero en la cabeza!” Esta intervención abre al sujeto en el tratamiento a una elaboración prolongada de una notable inhibición intelectual.

En la segunda viñeta, el sujeto cuenta una escena de petrificación en un sueño en que siente como si tuviera “piernas de plomo”. El analista, advertido de que la lengua materna del sujeto es el inglés, le pregunta: “¿Cómo se dice eso en inglés?” El sujeto responde: “Lead feet” (piernas de plomo), e inmediatamente se da cuenta de que eso también puede ser leído como “Led feet” (piernas dirigidas). En el curso del análisis, esta intervención conduce al sujeto a la construcción fantasmática de una supuesta prohibición paterna que atraviesa tres generaciones.

Pensamos que estas dos viñetas revelan muy claramente la diferencia entre la interpretación semántica y sintáctica. En lugar de buscar el sentido fijado, congelado o inertemente imaginario, “el lastre semántico”, del discurso del sujeto – preguntando, por ejemplo, por qué siente que su cabeza pudiera ser penetrada o por qué siente que tiene pies de plomo o, mucho peor, diciendo por qué – los analistas en ambos casos intervienen lógicamente o por medio del equívoco con el efecto, solo percibido retroactivamente, de – para citar de nuevo a Lacan – “liberar el sentido [el sentido sintáctico] en el discurso del sujeto”. Se aclara así que la clave de la interpretación sintáctica es el tiempo o, como dice Lacan en el capítulo del Seminario II que precede a este capítulo sobre la cibernética, “el elemento temporal.”15 Lo que está en juego es “la forma en que nos introducimos”, como analistas, “en la sucesión temporal” del discurso del analizante. “Se trata de saber de qué tiempo se trata.”16

Notes

1. Me he orientado en la articulación de esta oposición por un texto de Éric Laurent que solamente está disponible in inglés: Laurent, É, ‘The Oedipus Complex’. Reading Seminars I and II: Lacan’s Return to Freud. Eds. Feldstein, R., Fink., B. & Jaanus, M. New York, SUNY Press, 1996, pp. 67-75.

2. Lacan, J. El Seminario 2: El Yo en la Teoría de Freud y en la Técnica Psicoanalítica. Buenos Aires, Paidós, 1983, p. 438.

3. Ibid., p. 442.

4. Ibid., p. 442.

5. Ibid., p. 443.

6. Idem.

7. Lacan, J. El Seminario 2, p. 450.

8. Ibid., p. 451.

9. Ibid., pp. 452-3.

10. Ibid., p. 453.

11. Ibid., p. 443.

12. Ibid., p. 453.

13. Ibid., p. 454.

14. Sinatra, E. Las entrevistas preliminares y la entrada en análisis. Buenos Aires, Grama, 2017, p. 77.

15. Lacan, J. El Seminario 2, p. 422.

16. Ibíd., p. 424.

Bibliografia

Laurent, É. (1996). The Oedipus Complex. Reading Seminars I and II: Lacan’s Return to Freud. Eds. Feldstein, R., Fink., B. & Jaanus, M. New York: SUNY Press.

Lacan, J. (1983). El Seminario 2: El Yo en la Teoría de Freud y en la Técnica Psicoanalítica. Buenos Aires: Paidós.

Sinatra, E.(2017). Las entrevistas preliminares y la entrada en análisis. Buenos Aires: Grama.

Howard Rouse

La liberación del sentido: ¿semántica o sintaxis?

NODVS LVI, novembre de 2019

Comparteix

  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Facebook