Puntos vivos de diciembre y enero del curso 2020-2021 del Seminario del Campo Freudiano de Barcelona. 

Puntos vivos correspondientes a las sesiones del Seminario del Campo Freudiano de Barcelona, realizados en diciembre y enero durante el curso 2020-2021 en torno al Seminario XVIII de Jacques Lacan "De un discurso que no fuera del semblante". Docentes invitados: Amanda Goya y Vicente Palomera.

  • Publicado en NODVS LX, abril de 2021

Paraules clau

De un discurso que no fuera del semblante, Jacques Lacan, Seminario XVIII

El hilo rojo de Lacan en este Seminario es un hilo lógico, los primeros pasos de un camino que lo conducirá a la invención de una nueva función lógica, la función fálica, lo único que se puede escribir del goce sexual, a falta de poder escribir como proporción la relación entre los sexos. Como la relación sexual no se puede escribir, en su defecto, escribamos la sexuación, ésta es la solución que Lacan encuentra y que tomará la forma definitiva al año siguiente, en L’étourdit , donde se halla la versión acabada de las fórmulas de la sexuación. La función fálica oficia de tercero entre un hombre y una mujer, al mismo tiempo que es lo que objeta la relación, lo que introduce una imposibilidad. Es cuando nos topamos con un imposible, que podemos extraer un real.

Hay dos nociones que confinan en este Seminario. Discurso y semblante apuntan al mismo blanco, la operatividad del discurso del analista. Es decir, se trata de la lógica de la acción, la acción analítica. Cómo en el curso de un análisis, con el buen uso de los semblantes, es posible incidir, horadar de alguna manera lo real de la satisfacción.

El capítulo II comienza con una pregunta sobre el deseo mismo de Lacan: ¿a dónde quiere llegar con este Seminario sobre el semblante? Él le da un giro socrático a su respuesta, planteándola como una pregunta sobre de dónde parte, de dónde quiere hacerlos partir, a los estudiantes, que “también puede querer decir hacer que se larguen de ahí de donde están“ 1, una divisa de la posición de Lacan como enseñante. Parece sugerir que quiere desalojarlos del discurso universitario, para llevarlos al axioma lógico de la imposible escritura de la relación sexual en el inconsciente.

Lacan no se considera un idealista. En el psicoanálisis no se trata del conocimiento, ni de la idea. Tampoco se considera nominalista,tradición que ubica en la misma perspectiva que el idealismo. No se trata de ser realista, en el sentido de la Edad Media, del realismo de los universales, sino de puntualizar que nuestro discurso solo encuentra lo real en cuanto que este depende de la función del semblante. En el fondo, la pregunta de ese debate entre los universales y las cosas particulares, es ¿qué es lo real? Si la oposición entre semblante y real se toma de manera dicotómica, como si fueran realidades excluyentes, puede llevar a una tendencia nominalista de la práctica. Para el nominalismo, lo real y los nombres son realidades separadas, etiquetas pegadas a las cosas, lo real son solo los individuos. En el tratamiento de lo real por el psicoanálisis, las palabras están preñadas de goce, la palabra es vehículo de goce 2. Cuando la clínica toma una dimensión narratológica, no toca lo real, no apunta a transformar algo de las condiciones de goce del parlêtre. El valor conferido al semblante en el psicoanálisis, es una toma de posición en contra del nominalismo.

El trauma de la sexualidad proviene de la sorpresa de que no hay nada allá donde se lo espera. El semblante hace creer que allá hay algo. Que no hay relación implica que a nivel de lo real, solo hay semblante. Es un velo que no miente, que solo engaña, es una verdad mentirosa, es decir una forma de semblantización. Todo lo que ocurre en el plano de la llamada violencia de género debe ponerse a cuenta de un fracaso de los semblantes sexuales. Hay de tanto en tanto real, es lo que llamamos pasaje al acto.

En relación a los semblantes sexuales, Lacan recomienda la lectura del libro de Stoller, Sex and Gender3, aparecido un par de años antes de este Seminario, en 1.968, en el contexto de un debate sobre la diferencia entre sexo y género. Stoller busca un término que le permita designar esa disyunción entre sexo y género, nombrar este enigma sobre cómo un cuerpo está afectado por lo real del goce del sexo. Su abordaje es mayormente biologicista, cosa que le critica Lacan, en ese momento a partir de la forclusión del significante del Nombre del Padre.

El “estallido del género” 4, es una expresión muy certera para expresar lo que hoy ocurre en relación con los semblantes sexuales. La variabilidad y la labilidad de los géneros es tal, que ya no se puede encuadrar en la lógica del semblante del NP.  Sobre las derivas que ha tomado la cuestión del género en la actualidad, la principal sería que se define el ser a partir de una práctica sexual. Asistimos a una suerte de mutación sin precedentes en lo relativo al género. El género se ha convertido en un significante amo en torno al cual se edifica una torre de Babel. Por ejemplo, en la teoría queer, algunos llegan a contabilizar hasta 112 maneras de auto-designar la identidad de género, hay un nomadismo de género, según una expresión de Judith Butler. Ella se revela contra el binarismo sexual hombre-mujer, por considerar que le da sustento al poder que ejerce lo que llama la heteronormatividad, uno de los pilares del sistema capitalista que nutre el sistema social de trabajo. Para la teoría queer el sexo no es biológico sino una performance. Las más resonadas en este momento son las llamadas transgénero, los que dicen estar en un cuerpo equivocado, lo que lleva a diversos tipos de rectificaciones, intervenciones sobre el cuerpo, desde hormonales hasta quirúrgicas. También aquellos que toman el género como un fluido, o el aumento sustancial de los andróginos, mezcla heteróclita de caracteres sexuales secundarios. Todo ello desemboca en un debate ético en la clase médica.

Lo que tienen en común esta multiplicidad de géneros y de teorías, es que tienen una incidencia muy fuerte en la dimensión social y política. Se toma la elección del género, que para el psicoanálisis es una elección inconsciente, como una deliberación consciente, con todas las consecuencias que eso conlleva, como por ejemplo, dejar en manos de niños muy pequeños esa elección. Se trata de un punto de debate muy actual.

Si seguimos al Lacan de los años 70, solo hay un sexo, que es el femenino, que por su alteridad no puede definirse, no puede simbolizarse en la lógica del todo fálico. La verdadera cuestión es la relación que cada sujeto mantiene con la alteridad del sexo, que nos plantea una diferencia absoluta para cada sujeto.

 

Pepa Freiria.

Diciembre 2020.

 

Capítulo IV "Lo escrito y la verdad" y Capitulo V "Lo escrito y la palabra"

Vicente Palomera comenzó haciendo un vuelo general sobre el Seminario 18, aludiendo a los ejes principales que encontramos en él, sobre todo al de la palabra y la escritura. Respecto a esto, y refiriéndose concretamente a los capítulos IV y V, resaltó que lo esescrito no es el lenguaje. Así, mostró cómo Lacan se separa de la escritura como impresión destacando el texto de Freud El block maravilloso. Lacan se apoya en la particularidad de la caligrafía china para ahondar en esto. Lo escrito interroga el lenguaje y la relación sexual –la no relación sexual– cuya lógica es subyacente a lo que Lacan trata en este seminario. Palomera mencionó que Jaques-Alain Miller señala que este seminario no habla sino del hombre y de la mujer.

En seguida destacó dos referencias fundamentales de estos dos capítulos, la primera a Mencio y la segunda a Richard y Odgens (Mencius and the mind y The meaning of meaning). Lacan se refiere en varias ocasiones a lo largo de su enseñanza a estas referencias, pero en este seminario lo hace para estudiar e investigar el campo de la semántica, el significado, el sentido.

La tesis de Lacan5 en este seminario es que solo hay cuestión lógica a partir de lo escrito en la medida en que lo escrito no es lo escrito. Lo escrito se construye por su referencia al lenguaje, sin embargo, el lenguaje no es lo escrito. El metalenguaje no existe. Esta tesis le obliga a pasar a la noción de letra, a ir más allá del Edipo, es en la letra que Lacan se apoyará a partir de esta época y no más en el lenguaje, señaló Palomera. De la misma manera, Lacan muestra que no hay relación entre significado y significado, con ello dice que la manera más torpe de operar en el psicoanálisis sería establecer relaciones. La letra, entonces, es central para el psicoanálisis en tanto el vacío que tiene que ver con ella. Para ahondar en esto y diferenciarlo del significante, Vicente Palomera hizo referencia al tema del discurso, al lazo que él implica. El lazo no significa relación sino al uso que hacen las personas que están en un discurso. El significante no es escritura sino uso de la escritura. Esto, dijo Palomera, es epistemología lacaniana si pensamos que el discurso es un orden de elementos y distribución de estos elementos en lugares. En el discurso, el significante y el falo cobran toda su importancia. Esto no es la existencia, lo que lleva a la pregunta ¿qué ek-siste a la escritura? Y abre el tema de lo que no puede escribirse. Palomera, entonces, subrayó la importancia de la barra en los discursos, la escritura de esa barra y la no relación.

La fuga del sentido –tomando como orientación el seminario de Jacques-Alain Miller– está en estrecha relación con lo mencionado hasta este momento en el seminario, señaló Palomera, pues lo que siempre huye es el sentido, dejando la escritura del obstáculo y lo que se resiste al sentido, lo que no responde a la palabra, el agujero de sentido, como uno de los ejes que no sólo se tratan ya en estos capítulos y este seminario sino en los seminarios que le siguen al que nos concierne este año.

La escritura japonesa cobra protagonismo en este seminario. La escritura japonesa hace que el significante se rasgue y esto tiene sus consecuencias en el inconsciente. La escritura es, entonces, sostén de la palabra, subrayó Vicente. Lo que Lacan interroga –dice– es la posibilidad del japonés de prestarse a la operación analítica debido, no solo a la lengua y la escritura, sino también al estatuto del chiste, del witz en Japón. Esto le llevó a diferenciar entre ideogramas chinos(kanji): el on-yomi y el kunyomi y sus múltiples lecturas y usos.

Claudia González

Enero 2021.

 

Notes

1-Lacan, J. Seminario 18, Ed. Paidós, Buenos Aires 2014, p. 23.

2- Santiago, J., “La semblantización no es nominalista”, Papers del VII Congreso de la AMP, Semblantes y sinthoma.

3- Referencia presentada por Marta Berenguer sobre el libro de Robert Stoller, Sex and Gender, que Lacan cita en el capítulo II del Seminario 18. Este psiquiatra norteamericano y psicoanalista de la IPA interesa a Lacan porque ofrece, en relación al tema de los transexuales, una investigación sobre un buen número de casos muy bien observados con sus correlatos familiares.

4- Coccoz, V. “El estallido del género y sus consecuencias” Del ciclo de Conferencias dictadas en 2008, en San Sebastián.

5- Lacan, J. Seminario 18, op.cit., p. 60

Pepa Freiria, Claudia González

Puntos vivos de diciembre y enero del curso 2020-2021 del Seminario del Campo Freudiano de Barcelona. 

NODVS LX, abril de 2021

Comparteix

  • Compartir en Twitter
  • Compartir en Facebook