Las variedades con las que se presentan los pedidos de tratamiento son múltiples. Desde el tiempo de la urgencia que exige ser aceptado de inmediato hasta la duda renuente que mantiene una indecisión. Las formas con las que se reviste el llamado para entrar en tratamiento son variadas y revelarán la posición subjetiva de quien lo realiza. Pero el que lo recibe no puede adivinarlo. De allí la necesidad de las entrevistas preliminares para poner en forma esa demanda. La cuestión para el practicante es ¿cómo orientarse? El síntoma podrá convertirse en la brújula a tener en cuenta desde el inicio y requerirá el tiempo necesario para cada caso. A veces se revelará en una secuencia determinada por la repetición; en otras como una marca que señala cierto orden en la desorientación subjetiva; no es extraño que también aparezca mediado por una verdad, etc. Son distintas variantes que determinarán el tiempo de esas entrevistas y decidirán sobre el camino a proseguir. En cualquier caso, el síntoma seguirá orientando las decisiones clínicas en los posibles tratamientos.
Bibliografía:
Freud, S. “Sobre la iniciación del tratamiento” (1913), en “Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis”, Obras completas, Vol. XII, Buenos Aires, Amorrortu, 1990.
Lacan, J., “La dirección de la cura y los principios de su poder” (1958), Escritos II, México, Siglo XXI, 1988.
Lacan, J., “Conferencia en Ginebra sobre el síntoma”, en “Intervenciones y Textos” 2, Manantial, Buenos Aires,1988.
Miller, J.-A., Introducción al método psicoanalítico, Buenos Aires, Eolia-Paidós, 1997.
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