"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de junio de 2004

Reseña del comentario de Luis Solano de la parte de Subversión del sujeto y dialéctica del deseo, de Jacques Lacan, trabajada en el S.C.F. de Barcelona el 12 de Junio de 2004

  • Publicado en NODVS X, juliol de 2004

Paraules clau

deseo vs. voluntad, identificación fálica, Final de análisis, Límites del fantasma, Goce del Otro, represión originaria (Φ, Überdragung)

Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2003-2004
Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano
Jacques Lacan

¿Qué final?

Luis Solano comentó las páginas 800 a 803 apoyándose en los trabajos de J.-A. Miller y Eric Laurent en los cursos del primero de 1990-91 (Arengues) y de 1995 (Silet). Así encuentra que este texto de Lacan es respuesta a la contradicción entre los paradigmas del goce 2 y 3 que Miller formaliza en su enseñanza: ¿dónde está el goce? y ¿qué puede saber?. A la vez situó este texto en una posición intermedia entre el Seminario VIII, donde Lacan plantea una necesidad lógica: que el final del análisis sea orientado hacia un objeto no imaginable, introduce el símbolo Φ (phi mayúscula); más tarde, el objeto a como real en el Seminario X, que se completa, pasando por la lógica del fantasma, con la proposición del pase en 1967.

La sorpresa en las líneas finales de este texto es que, después de haber sostenido la ficción de la demanda, Lacan confronta al sujeto, no con la demanda, sino con la voluntad del Otro. Separa el deseo de la voluntad. Ser reconocido y enfrentar la voluntad del Otro ya no está ligado a las leyes de la palabra sino a las leyes del deseo. Hay una doble repartición entre el sujeto, con el deseo, y el Otro, con el goce. Lacan designa con el símbolo Φ la represión originaria (Überdragung) que le permite postularlo como significante aparte y soporte de la falta de significante.

Dos finales son posibles: el del budista es la figura de la forma de sabiduría, estado del sujeto donde él no quiere saber nada de su división subjetiva y el del trágico griego, Antígona, es otra versión religiosa del final que pone la causa fuera del alcance del sujeto. En ambos casos no se han franqueado los límites del fantasma porque aseguran el goce del Otro: el neurótico se figura que el Otro demanda su castración y, entonces, dice "no", elidiendo que está diciendo "yo soy el falo". El secreto de la identificación fálica es que la castración ya está allí alojada.

Lacan propone ir más allá de esta identificación fálica, que implica hacer surgir versiones de la pérdida, según la identificación al sujeto o al objeto, al perdedor o a lo perdido. Después del "no" a la demanda del Otro Lacan trata de situar el "sí" a la voluntad de goce inscrita en el Otro y que son las diversas sabidurías. El acceso a un consentimiento, suerte de sacrificio del sacrificio, es decir, hacerse responsable de su goce.

El final de texto muestra comportamientos donde se ve cómo el sujeto trabaja para el Otro sin ir más allá de un orden fantasmático: se cree verdaderamente en la voluntad de goce del Otro y se es conducido ineluctablemente a posiciones masoquistas. La elección forzada de la neurosis: demasiada satisfacción en la neurosis obsesiva, demasiado poco en la histeria, son respuestas a la voluntad de goce del Otro. El psicoanalista pone en suspenso el yo y hace aparecer el goce en el fantasma fente a dicha voluntad.

Rosalba Zaidel

"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de junio de 2004

NODVS X, juliol de 2004

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