Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2004-2005
El reverso del psicoanálisis
Jacques Lacan

Del padre a la repetición

París de después de Mayo '68, la Universidad estará en crisis permanente desde entonces, la sociedad aún está sacudida por los eventos del año anterior. Éste es el ambiente para este Seminario que marca un cambio evidente: en el espacio físico, en el tipo de público y en el estilo de Lacan, que ya no será expositivo sino aforístico.

Aquí presentará los cuatro discursos, cuya circulación mantiene el orden del mundo ya que garantizan una búsqueda de más de goce sin transgresión. Cuatro modos de lo imposible: gobernar, educar, psicoanalizar, hacer desear. Cuatro combinaciones de cuatro elementos en cuatro lugares, con un movimiento en una sola dirección. El elemento que domina distingue la combinación de la que se trata. Pero este elemento ya no es la dominación del Amo, la lucha por el puro prestigio, ahora lo que importa es lo que se produce, el resto.

En este Seminario la crítica de la figura del padre en la obra de Freud es una reconstrucción que parte del discurso del analista. La equivocación de Freud es poner el mito de Edipo como pantalla frente al decir de las histéricas, para hacer emerger el agente de la castración.

La máxima: el inconsciente es la política, resume una descripción del mundo que es todo él una universidad, impotencia generalizada que protege a la verdad cuando la ciencia se hace omnipresente. La verdad se vuelve lugar de paso, mientras desaparece la vergüenza en lo personal. Ante un discurrir sin transgresión posible el analista se vuelve, así, un provocador porque no hay discurso sino del goce.

J.A.Miller presentó este Seminario bajo el epígrafe "El analista puesto al desnudo por su célibe" porque se trata de que el analista no está casado con el psicoanálisis, más precisamente, no está casado con la verdad. Reverso no quiere decir lo contrario sino la trama de un tejido donde anverso y reveso son de la misma ralea. La asociación libre es el procedimiento por el que el psicoanálisis toca lo real.

Es la repetición que atraviesa este Seminario - un nuevo comienzo para Kierkegaard, Encore dirá Lacan en su vigésimo seminario, secuencia en dos tiempos en la obra de Freud - el concepto fundamental que constituye la estructura del goce y que lleva a la muerte.

El ser hablante subsiste por el principio del placer y el saber también actúa como freno del goce mediante el rasgo unario. Éste es el trazo, contingente la primera vez porque hace aparecer el vacío y necesario a partir de la segunda porque abrocha la relación de S₁ y S₂, la cadena significante. La pérdida de goce en el discurso obliga a volver a empezar, es la lógica de la repetición, donde el comienzo no es un acto ya que éste lo será de un discurso constituido.