"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de noviembre de 2004
Reseña del comentario de Domenico Cosenza de la lección primera del Seminario 17: El reverso del psicoanálisis, de Jacques Lacan, trabajada en el S.C.F. de Barcelona de Noviembre de 2004
desmitificación del psicoanálisis, estructura de los cuatro discursos, goce discursivo
Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2004-2005
El reverso del psicoanálisis
Jacques Lacan
El amor: pasaje de discurso
El abordaje de la Lección I por Domenico Cosenza siguió a su presentación del Seminario XVII, destacando lo expuesto en la sesión pasada por Antoni Vicens, es decir, el carácter de desmitificación del psicoanálisis mismo, llevada a cabo por J.Lacan mediante dos movimientos: la crítica deconstructiva y la construcción de una nueva teoría de la estructura en los cuatro discursos. A la vez situó a Lacan dentro de sus contemporáneos en cuanto a la teorización del discurso, la reflexión sobre cómo escribir los cuerpos mediante el discurso.
Lacan realiza un corte epistemológico mediante una matematización del discurso, la pluralización de los discursos, que critica cualquier centralidad del Nombre del Padre, la aplicación de la experiencia analítica al análisis del funcionamiento de las instituciones y a la dimensión histórica del discurso.
Ya no hay goce mítico, imposible, sino discursivo y no hay efecto de verdad que no sea de discurso. El mito de la ley es la otra cara del mito transgresivo del goce, por eso no hay transgresión posible.
"Los lugares pre-interpretan", alude al discurso sin palabras de esta Lección y al envés del psicoanálisis, sus condiciones de producción, su estructura invisible, lógica, y las dos dimensiones: una necesaria, el discurso, y otra ocasional, la palabra. La enunciación ya no se conecta con una idea mítica de verdad pues los cuatro discursos nos dan las condiciones de producción de cualquier enunciado.
El discurso del Amo es la síntesis operada sobre los desarrollos del Seminario XI en cuanto a la alienación y la separación: los cuatro lugares fijos ponen a la verdad en uno de ellos y no en el centro. No hace falta que haya amo para que exista su discurso. Lo que manda es la posición desde donde se puede mandar, no la persona que ejerce dicho mando. El saber es introducido aquí en la estructura del Otro, que está habitado por el goce, ya no hay distinción entre significante y goce.
El cuarto de vuelta es el movimiento que permite pasar de un discurso a otro, más allá del esquema L. Así, Dora ya no se somete a una inversión dialéctica sino a un pasaje del discurso del amo al discurso de la histérica. No hay finalidad en los cuatro discursos, cuya Aufhebung sería el discurso del analista, pues se trata de producir efectos de desplazamiento del sujeto en el análisis y en una estructura discursiva.
Aristóteles plantea funciones, saber mandar, saber hacer, pero el sujeto no se experimenta como dividido. Esta división es efecto del hallazgo de Marx: que siempre se pierde algo en la economía insaciable de la falta de goce. Hegel muestra a un sujeto dividido que busca reconstituirse en sujeto absoluto del saber, S1. Pero el amo no aloja un deseo de saber sino de mandar. La teoría es la tradición filosófica de sustraer el saber del esclavo para el goce del Otro, la ciencia forcluye al sujeto. Si para Aristóteles el mando no se contamina con el saber hacer, la paradoja es que el amo no puede funcionar regularmente porque el deseo de saber se lo impide.
Con posterioridad a este Seminario, Lacan introduce el discurso capitalista, que complica los cuatro discursos, ya que supone que no hay pérdida de goce y ello impide que el sujeto entre en la dialéctica de los discursos. El análisis consistirá, en un primer momento, en mover al sujeto hacia al discurso del Amo para que se produzca una pérdida de goce y poder pasar al discurso del analista.
"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de noviembre de 2004
NODVS XII, febrer de 2005