"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de diciembre de 2005
Reseña del comentario de Xavier Esqué sobre la estructura, el cuerpo y el plus de gozar en Radiofonía, en el S.C.F. de Barcelona de diciembre de 2005
Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2005-2006
El reverso del psicoanálisis
Jacques Lacan
Radiofonía: estructura, cuerpo, plus de gozar
Para situar el texto, Xavier Esqué acudió a la paradoja entre verdad y real en psicoanálisis: la verdad, defensa contra lo real pero que aspira y conduce a lo real, a partir de su propia imposibilidad, porque sólo puede decirse a medias. No idealizar lo real implica demostrarlo, contando con lo imposible de conocer. Así, para Lacan las estructuras están inscritas en lo real, aunque se llame a la verdad ellas no cesan, determinan lo imposible de cambiar.
El estructuralismo de la ciencia se asienta sobre la armonía consigo mismo y el carácter instrumental del lenguaje. Es universal, ontológico y finalista. Lacan crea la lalengua, palabra-goce, que existe antes de que la gramática ordene a la lengua. No invalida que el inconsciente esté estructurado como un lenguaje porque afirme que éste no está hecho para comunicar sino para gozar. El efecto de significación no se propaga por el significado de la palabra sino por el desplazamiento del discurso. El producto de la introducción del goce en la estructura es el significante solo, separado de la cadena, Uno. Es aquello que "no sirve para nada" en el Seminario XX. Siguiendo el último curso de J.A.Miller "Piezas Sueltas", la historia del pensamiento es la estructura vinculada a la pieza suelta, donde hay algo de predeterminado en función de su uso original, que limita su uso futuro y del que se separó. Resto a disposición para ser usado para un nuevo fin.
En la última enseñanza de Lacan el cuerpo se compara con un montón de piezas sueltas, difícil de imaginar; por ello, es capturado por la forma la cual impone la idea de unidad. Lo que en Freud es zona erógena, satisfacción de la pulsión regulada por el principio del placer, en Lacan, con el concepto de goce, va más allá de ese principio implicando un forzamiento del goce, que lleva a explorar las relaciones entre la estructura y el cuerpo. En este texto, la estructura se atrapa donde lo simbólico toma cuerpo, que no es una metáfora porque es necesario un cuerpo aún cuando se goce del significante.
El lenguaje recorta el cuerpo aunque el ser que se sostiene de él no lo sepa. El júbilo del estadio del espejo se explica por la solución que la imagen aporta a la vivencia del cuerpo despedazado, en su estatuto primordial. Pero esta imagen se sostiene de la presencia del Otro que nombra ese cuerpo. El sujeto que no está inscrito en el lenguaje, el psicótico, por no poder decir "tengo un cuerpo", recurre a la mutilación para extraer ese goce del cuerpo real, ya que no puede tener la vivencia del cuerpo y sus límites.
La corpsificación alude al precio que se paga para tener un cuerpo: la mortificación por el significante, una cierta desvitalización, pérdida de goce primario. El ser viviente, organismo, cuerpo biológico no es idéntico al cuerpo, que en psicoanálisis es el cuerpo del significante, que produce un corte a partir del cual queda la pieza suelta, caída del objeto que nos hace decir: tengo un cuerpo, distinto de decir: soy un cuerpo. Cuerpo imaginario, campo privilegiado del yo y sus identificaciones. Operación del cuerpo de lo simbólico que debe ser in-corporado. Corresponde en Freud a la primera identificación al padre mítico y que para Lacan está en la operación de causación del sujeto, que viene del campo del Otro, comportando una pérdida de goce. La segunda operación será la de separación de la cadena significante, recuperación de una parte del goce que constituirá las zonas erógenas, soporte de las pulsiones.
En el estoicismo se puede apreciar la articulación entre significante, significado y lo incorporal.
Si Marx ubica cuál es el objeto del capital, examina la función del mercado y constata que el trabajo ocupa un lugar nuevo en la economía, Lacan destaca allí la relación de la plusvalía con una renuncia, la pérdida que supone la diferencia entre trabajo y valor de mercado. En psicoanálisis es homologable al sujeto que no puede alcanzar el ser en la cadena significante dado que se ve remitido de uno a otro sin poder acabar de atrapar la representación. El sujeto del valor de cambio es representado ante su valor de uso, allí se aloja la plusvalía, lo que pierde el sujeto que no puede ser idéntico a sí mismo, que ya no goza. Su unificación se produce en torno al objeto a, complemento de goce, plus de gozar, que toma la apariencia de sustancias episódicas: el seno, la deyección, la voz, la mirada. Objetos desprendidos que acaban siendo partenaires del sujeto. Es la doble cara pérdida/recuperación de goce del objeto a.
El objeto a en el zenit social, significa el éxito del psicoanálisis y su olvido como síntoma de la civilización. Mostrar su especificidad, el síntoma en lo real, que lo real insiste, lo prevendrá de aquello en lo que se han convertido las técnicas del campo psi: un nuevo gadget para consumir inscrito en el discurso capitalista.
Rosalba Zaidel
"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de diciembre de 2005
NODVS XVI, gener de 2006