"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de marzo de 2007
Reseña del comentario de Pierre-Gilles Guéguen del capítulo VII de La angustia realizado en el S.C.F. de Barcelona de marzo de 2007
Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2006-2007
La angustia
Jacques Lacan
Epistemología del objeto (a)
Gueguen abordó "No sin tenerlo" como un capítulo de epistemología del objeto (a), cuestión planteable en tanto Lacan presenta ese objeto no como una materia sino como un concepto. Situó la posición de Lacan respecto a tres posiciones distintas: el empirismo de Descartes, el idealismo de Kant y la física cuántica.
En "Crítica de la razón pura" Kant propone la teoría trascendental de los elementos -en oposición a la filosofía de la verificación de la experiencia de Descartes. Para Kant existen los "a priori" - razón, espacio y tiempo- fuera y antes de la experiencia sensible, que sirven de fundamento para las percepciones externas. Con él aparece una epistemología de la ciencia que no es empirista sino idealista, y se plantea una pregunta: ¿Cómo puede haber una intuición externa que preceda a los objetos mismos?
Lacan, por su parte, no piensa el objeto (a) con el empirismo -que construye el objeto desde la experiencía- en tanto, para él, dicho objeto tiene que ver con el cuerpo pero no tiene forma sensible. Sin embargo, tampoco hace un idealismo del objeto (a) ya que lo construye fuera del sentido. La pregunta Kantiana de Lacan sería: ¿Cómo hablar de algo que es un concepto que no se puede decir y hacerlo con el lenguaje?, o dicho de otro modo: ¿Cómo vincular lo simbólico con el goce autista del cuerpo?
El "sistema Lacan clásico" tenía una solución para esa pregunta: decir que el objeto (a) tenía dos vertientes, una de goce y una de vacio, al igual que el Otro del inconsciente tenía una vertiente de vacío y una de saber. Y con la suma de esos dos vacios se podía pensar el objeto (a). En este seminario, Lacan plantea una solución distinta: sobre el objeto (a) sólo puede plantearse la experiencia con el cuerpo; la materia prima es la materia significante sin el sentido y la experiencia del cuerpo es el Otro.
En el capítulo, Lacan alude a un paradigma de la física, sin aclarar cual. La hipótesis de Guegen es que se refiere a la física cuántica y su teorización sobre la construcción del objeto.
Para la física clásica, el estado de un cuerpo -u objeto- se podía definir de manera precisa con coordenadas espaciales y temporales que permitían establecer leyes de predicción para un momento ulterior.
La física cuántica -contemporánea del psicoanálisis- plantea, por el contrario, que no se puede preveer la posición del objeto y su valor temporal, que la naturaleza no funciona de manera continua sino que está sujeta a la imprevisibilidad y a cierto grado de indeterminismo, lo que implica que el mundo no puede ser objetivado sino descrito en términos de probabilidad.
Además, plantea la importancia de la contextualidad: para acercarse al objeto se necesita construir un instrumento con el cual podemos manejarlo aún sin llegar a conocer totalmente su naturaleza. En cierto modo, el objeto no está antes de que uno tenga el instrumento para alcanzarlo. Así, para los físicos cuánticos no se puede extraer al experimentador de la situación, como para los psicoanalistas la presencia del analista no es interferencia en el proceso del paciente sino elemento imprescindible para el mismo.
Para Lacan, como para la física cuántica, el modelo de deducción causal no funciona, según avanza en su enseñanza la contingencia va tomando importancia en detrimento de lo causal. Hay algo contingente en la ocurrencia de goce: el objeto está y no está, en función de si está o no ligado a la cadena significante.
"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de marzo de 2007
NODVS XXI, setembre de 2007