"El hombre de los sesos frescos" de Ernst Kris
Referencia presentada en el Seminario del Campo Freudiano de Barcelona en mayo de 2007
Tras presentar una sucinta biografía del psicoanalista E. Kris, el artículo que nos ocupa profundiza en el caso de éste psicoanalista usualmente nombrado como “el hombre de los sesos frescos”, joven intelectual en el que la función del plagio se articula a la incorporación oral del objeto. La lectura lacaniana en el seminario de la angustia revela la dimensión de acting-out que el caso pone de manifiesto.
Ernst Kris, acting-out, objeto oral, transferencia, síntoma.
Este caso trata de un paciente analizado por el psicoanalista vienés, y a la vez, historiador de arte, afincado en los EE.UU., Ernst Kris (1900-1957).
Un breve repaso a la biografía de Kris nos informa que entró en contacto con Freud a través de su prometida, Marianne Rie, hija de Oskar Rie, amigo íntimo de la familia de Freud. Kris era un experto en antigüedades y Freud tenía una buena colección de ellas. Marianne Rie presentó Kris a Freud en 1924 para tratar sobre su colección. Más tarde Freud recomendaría a Kris su análisis.
Kris trabajó en paralelo como historiador de arte publicando numerosos escritos y como psicoanalista hizo importantes contribuciones a la psicología del artista y a la interpretación psicoanalítica de los trabajos de arte y de caricaturas.
Tras la ocupación de Austria por las tropas alemanas, Kris emigro a varios países, Inglaterra, Canadá y posteriormente, en 1943, a EE.UU., llegando en este país a formar parte de la Sociedad Psicoanalítica de Nueva York, trabajando como profesor del Instituto Psicoanalítico de esta misma ciudad. En su duradera colaboración con Heinz Hartman y Rudolph Loewenstein, hizo su principal contribución en el desarrollo de la psicología de ego, así como un amplio estudio sobre la primera infancia, en la Universidad de Yale.
En 1945 fue cofundador y coeditor de la revista The Psychoanalitic Study of the Child y, junto a Anna Freud y Marie Bonaparte, editaron la primera edición de las cartas de Freud a Wihelm Fliess.
En la revista The Psychoanalitic Quartely, de 1951, encontramos un escrito de Kris, bajo el título "Ego Psychology and Interpretation in Psychoanalitic Therapy". Este texto de Kris nos muestra las diversas influencias que la historia del desarrollo del psicoanálisis ha tenido a lo largo de los últimos 50 años, es decir, desde 1900 hasta 1951. En este sentido, apunta el autor, el psicoanálisis puede verse como una progresiva integración de hipótesis. La más clara interrelación existente entre las observaciones clínicas y la teoría. El desarrollo del punto de vista estructural en psicoanálisis, como por ejemplo el desarrollo de la psicología del ego dentro del psicoanálisis en el que señala su interdependencia. También remarca, en este texto, la influencia que Freud tuvo de sus propios colaboradores en Zürich, impeliéndolo a un intenso interés en la investigación sobre las psicosis permitiéndole formular el concepto de narcisismo y consiguientemente el relación con ego, no como función separada, sino como organización psíquica.
Dentro de este texto, nos encontramos con el ejemplo clínico, de entre los tres que presenta, éste es el tercero, de un paciente de Kris, al que se le denomina con el caso del "hombre de los sesos frescos" y que Lacan menciona ampliamente en sus Escritos y reiteradamente a lo largo de sus trabajos, haciendo seis entradas. Primeramente, en 1954 en el Seminario dedicado a Los escritos técnicos de Freud. En 1956 en el Seminario dedicado a la Psicosis y en otro, en el escrito sobre la "Respuesta al comentario de J. Hyppolite sobre la Verneinung de Freud" en los Escritos. En 1958 y también en los Escritos, en el apartado de la Dirección de la cura, en donde Lacan realiza una crítica a la teoría de la interpretación según la ego-psychologie. No será hasta 1963, en el Seminario de La Angustia, en donde Lacan hablará de este caso situando el problema de la interpretación en relación al acting out. La última referencia se encuentra en el Seminario sobre La lógica del Fantasma.
El caso del "hombre de los sesos frescos" trata de un joven de unos 30 años de edad, que había tenido un análisis previo con Melita Schmideberg, hija de Melanie Klein. El síntoma de este joven era una inhibición, que afectaba a la publicación de sus trabajos. Este síntoma, que era a la vez su queja, era una barrera intelectual poderosa si tenemos en cuenta que el joven en cuestión tenía sus esperanzas e ilusiones puestas en la promoción profesional que sus publicaciones podían favorecer. Su queja se apoyaba en la convicción angustiante de ser un plagiario que, además, no puede tener más ideas que las que saca de otros, especialmente de un íntimo amigo suyo.
Llegados al punto crucial del análisis, cuando el paciente iba a materializar su plan de trabajo, que estaba preparando para su publicación, llega a la sesión con Kris, su analista y le dice a éste que acaba de descubrir, en la biblioteca, un tratado que ya había sido publicado hacía unos años, en el que se encontraba desarrollada la misma idea central que contenía su propio trabajo. Consecuentemente el joven temía estar plagiando el texto que estaba a punto de presentar. Kris comenta que esto le llevó a él a indagar dicho tratado, lo estudió detenidamente y llegó a la conclusión de que en él no se detectaba ninguna alusión a la tesis de su paciente. Así, en la siguiente sesión, le da todas las garantías a su paciente de que en realidad lo que había ocurrido es que "le hacía decir al autor lo que él mismo quería decir", incluso va más lejos hasta formular que "el eminente colega había sacado, en varias ocasiones, las ideas del paciente y las había adornado y repetido sin que él lo supiese". Esta fue la interpretación de Kris.
La inhibición intelectual del sujeto tenía relación con su padre que no había dejado ninguna huella dentro de su área laboral, a diferencia de su abuelo que sí había sido un científico notorio. Así pues, este paciente tenía la compulsión por encontrar patrocinador, o lo que coloquialmente diríamos, un padrino, una compulsión a encontrar un "gran padre" (grandfather), un padre ideal. Kris llega a esta conclusión después del análisis de un sueño que invocaba la infancia del sujeto.
Por otro lado, en su análisis con Melita Schmideberg, ya se había puesto de relieve la tendencia del paciente a sacar y robar. En su infancia robaba dulces y libros y más tarde se hizo un desplazamiento hacia las ideas, produciendo la inclinación al plagio.
El paciente, después de la interpretación de Kris: "Usted no plagia", guarda silencio, un silencio lleno de especial significación y, acto seguido empieza a hablar: "Todos los días - le dice a su analista- al mediodía, cuando salgo de aquí, antes del almuerzo y antes de volver a mi oficina, me paseo por la calle X (una calle bien conocida por sus pequeños y atractivos restaurantes) y miro los menús detrás de las vidrieras. Es en uno de esos restaurantes donde encuentro de costumbre mi plato preferido: sesos frescos".
No voy a entrar en detalles de la interpretación de su primera analista, pero en cuanto a Kris, que diagnostica al paciente de neurosis obsesiva, diré que traduce el robo del sujeto como un control insuficiente del yo sobre los deseos de posesión y su solución debe de comportar un "sabérselas arreglar" y que, además "el hecho de que solo sean interesantes las ideas que pudiera sacar de los otros era algo que tenía que ser manejado".
Para la teoría de la ego-psichologie no hay que interpretar la pulsión directamente, sino que hay que apuntar a la defensa, para obtener un desplazamiento de la pulsión. Kris cree que el acting out va a darle la razón.
Lacan, primeramente, toma el caso como Verwerfung, como negación y no como acting out, señalando que la respuesta del sujeto está a nivel de la palabra y señala además, lo que Kris no ha tenido en cuenta ya que lo que está en juego en el síntoma de este sujeto, la reversión pulsional, es decir, la reversión de la pulsión epistémica en pulsión plagiaria, con un desconocimiento del yo de tal transformación.
Es, sin embargo, en el Seminario de la Angustia en donde Lacan precisa que tras la interpretación de Kris, "el sujeto no puede discutirle". Su silencio, tras la interpretación de su analista, remite al efecto del enigma que tiene sobre él mismo, sobre el sujeto y como Lacan dice: "solo le importa un bledo" y es así como el sujeto, al salir de la consulta de su analista va a comer sesos frescos, siendo pues en forma de acting out del paciente una señal hacia su analista como diciendo "Todo lo que usted me dice es cierto, pero sencillamente no toca a la cuestión, quedan los sesos frescos. Se lo demostraré: iré a comerlos al salir, para contárselo la próxima vez."
Lacan muestra lo siguiente:
Primeramente, un sujeto que saca, roba objetos del campo de Otro: dulces, libros, ideas, sesos y la particularidad de los mismos es que se presentan intercambiables, figuran en el Otro y se sitúan en el escenario del goce.
Por otro lado, la interpretación niega el síntoma en la transferencia.
Consecuentemente, por un lado tendremos en el paciente un efecto de sugestión y del otro lado, toca un saber del sujeto sobre el goce, provocando la confusión de un acting out.
Finalmente y desde luego no menos importante, pone en juego los prejuicios de Kris.
Y es que el sujeto en su acting out, como respuesta a la interpretación, le está diciendo a su analista que ok., que si bien él no ha plagiado, pero que estaban los sesos, todos los días, cuando salía de la consulta y, eso, no se lo puede negar. Lo que quiere decir, que si su analista a puesto en cuestión el goce de su paciente en sentir que plagia, éste va a reafirmarlo, en el restaurante, comiendo cada vez los sesos frescos, a través del acting out. Lo que por una parte el analista rehusa su objeto de goce, él lo reafirma comiendo los sesos frescos.
El acting out es para Lacan, una acción inmotivada, enmarcada en cierta escenificación, que es relatada como situación repetida, que se realiza generalmente fuera del espacio de la sesión, pero dirigida al analista y que tiene como función mostrar y aislar un objeto.
Lacan lo que nos da a entender con esa conducta del sujeto es que lo único que el sujeto "roba" es "nada". Al definir el objeto "nada" de este modo tan paradójico, Lacan abre una perspectiva nueva en la clínica de la oralidad.
El problema de Kris ha consistido en diagnosticar a su paciente por la vía de la obsesión, no reconociendo la histeria en un caso de negación a trabajar. El paciente, cediendo la tarea al Otro, lo hace como pregunta, no a sí mismo, como ocurre en la duda, sino al Otro. Lacan dice: "Trata usted al paciente como a un obsesivo, pero él le tiende la pértiga con su fantasía de comestible: para darle la ocasión de adelantarse en un cuarto de hora a la nosología de su época diagnosticando: anorexia mental. Anorexia, en este caso, en cuanto a lo mental, en cuanto al deseo del que vive la idea".
Eric Laurent, en Concepciones de la cura en psicoanálisis, en un comentario sobre este caso, especifica "es un sujeto que no quiere pensar y Lacan considera que ésta es una enfermedad del deseo, que se trata de alguien que rehúsa que su deseo esté sometido a la cadena de significantes, que quiere desear sin tener la menor idea de ello y ataca entonces la cadena de significantes. Un ataque a "nada" que está entre los significante. El anoréxico come, come "nada".
El error de Kris es el interpretar literalmente lo que cuenta el paciente cuando debiera haberlo entendido de otro modo. Para Lacan psicoanalizar es nombrar el lugar del deseo que, por definición, siempre está más allá, en otro lugar.
(*) Lacan, J. Escritos. "La dirección de la cura y los principios de su poder". Cap. 9; Ed. Siglo XXI, pag. 578-582
"El hombre de los sesos frescos" de Ernst Kris
NODVS XXI, setembre de 2007