"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de noviembre de 2007
Reseña de la presentación de Domenico Cosenza de las lecciones XII y XIII del Seminario X, La angustia, en el S.C.F. de Barcelona de noviembre de 2007
inconciente como real, señal, caduco, sadismo-masoquismo
Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2007-2008
La angustia
Jacques Lacan
Hacia lo real del inconsciente
Domenico Cosenza desarrolló las Lecciones XII y XIII en varios aspectos en tanto claves para entender al inconsciente como real. La primera tesis es que la angustia se manifiesta en la experiencia del sujeto bajo la forma de la aproximación, la segunda deberá permitir producir una nueva elaboración sobre la angustia. Había dos concepciones de ella en la época: la del sentido común y la del discurso epistémico-filosófico importado a la psiquiatría fenomenológico-existencial. La primera, de forma reduccionista, toma a la angustia como puro trastorno. La segunda lleva a Lacan a retomar a Kierkegaard, Heidegger y Hegel. Frente a la posición heideggeriana ante la angustia, experiencia clave del sujeto tomado como Dessein, diferente a la del hombre, en su relación con la nada, Lacan contrapone que la angustia no es sin objeto y eleva el problema al estatuto de dicho objeto.
A partir del texto freudiano "Inhibición, síntoma y angustia" Lacan se opone a la diferencia freudiana entre miedo y angustia, y es que el objeto que estaba adelante ahora está detrás, como en la literatura de Chejov donde el miedo estalla ante lo desconocido que se manifiesta. La angustia es el miedo que no se puede reconducir a un objeto exterior, introduce la idea de defensa y tiene estatuto de señal respecto a la manifestación de lo real, por eso no engaña.
En el esquema de la división por esta operación defensiva tenemos al sujeto del goce y al campo del Otro, y tres niveles: el del goce, el de la angustia y el del deseo. Esta operación deja un resto en el campo del goce que no cubre el campo significante del Otro y que es el objeto a. La angustia aparece ante el encuentro con dicho objeto y con el deseo del Otro. Si el sujeto no pasa de este nivel no se puede constituir como sujeto de deseo. "Pegan a un niño" es el texto freudiano que plantea ese momento de angustia como tiempo no vivido. Sófocles nos dice en Edipo en Colona que sólo él puede ver, ahora que es ciego. En su referencia a Zurbarán, Lacan se manifiesta más cercano al barroco, en tanto tentativa de formalizar lo informalizable, con la división del objeto más que la del sujeto. No es suficiente la automutilación para que aparezca el efecto de angustia, es necesaria la subjetivación de este acto.
En la pareja sadismo-masoquismo el punto de mira es producir la angustia del Otro, en tanto creen en la existencia de otro pleno y denuncian la posición del objeto en tanto que caído. En el deseo sádico el reducir al sujeto al grado cero como efecto de la angustia produce el encuentro con el goce del Otro a nivel fantasmático pero busca producir a nivel pulsional lo irrepresentable del goce del Otro. El masoquista también quiere hacer gozar al otro en el fantasma pero al punto de producir angustia a nivel libidinal. El sujeto anoréxico, por ejemplo, no se puede tratar hasta que no entra en relación con su propia angustia y no con la de los demás.
La angustia en relación a la separación recupera la dimensión biológica pero se trata de recuperar el cuerpo en sus características anatómicas y no según la ciencia natural. El sujeto constituido a partir de las zonas erógenas y la pérdida de los objetos. Esta recuperación biológica permite desvincular a la castración del complejo Edipo porque la pérdida resulta interior al funcionamiento del organismo. Lo particular y paradojal de la experiencia humana: el cenit del goce del hombre coincide con la castración en el fenómeno de la detumescencia, presentándose la angustia como verdad en la sexualidad.
La aserción freudiana: "La anatomía es el destino" resulta más complicada, a partir de lo que la anatomía implica en relación a lo caduco. El deseo orbita alrededor de los objeto caídos del cuerpo. Aporías propias de la vida en pareja: el amor es un hecho cultural, no existe sin relación con el Otro, el deseo del Otro simbólico coincide, paradójicamente, en el deseo con el Otro del objeto a, estar en posición de objeto produce angustia.
La tesis clave que seguirá: la modificación en relación al falo en su dimensión simbólica. A partir de este Seminario el falo como real reconduce al pene y la amenaza de castración es un límite interior para los fenómenos de goce en el cuerpo. El hombre tendrá a partir de ahora más problemas que la mujer con la amenaza en el complejo de castración.
"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de noviembre de 2007
NODVS XXII, gener de 2008