La conversación con el psicótico. Tres preguntas a Mercedes de Francisco

Preparación para la Conversación Clínica de Febrero de 2008: Precariedad del vinculo social en las psicosis ordinarias

  • Publicado en NODVS XXIII, febrer de 2008
  1. El término "psicosis ordinaria" ha hecho fortuna desde que Jacques-Alain Miller lo introdujera entre nosotros en 1998. ¿Cómo te parece que ha incidido en la práctica efectiva de los analistas desde entonces?

    Estas psicosis más modestas, compensadas, no desencadenadas, han sido un vehículo privilegiado para abordar el cambio que a nivel de la clínica supone la "última enseñanza" en Jacques Lacan. Tenemos que pasar de una lógica discontinua, -que tenía como correlato un diagnóstico diferencial entre neurosis, perversión y psicosis-, a una lógica marcada por la continuidad y este término (psicosis ordinaria) ha sido la clave para entrar en esta nueva época tanto en la clínica como en la enseñanza. No se trata de distinciones de clases sino de variaciones. Este pasaje no es fácil y conviene, por ello, no retroceder ante nuestras dificultades e incluso reticencias. Para hacer nuestro este cambio y además enseñarlo deberemos enfrentarnos a la oposición que todo cambio supone.

    Tendemos a creer que nos hemos sumergido en esta nueva perspectiva cuando hacemos nuestro el término "psicosis ordinaria" y, sin embargo, podemos estar usándolo a la manera en que usábamos el diagnóstico diferencial que, hasta hace bien poco, ha sido nuestra brújula.

    La nueva luz de la articulación borromea a partir del Seminario Aún nos hará abordar cuestiones como el desencadenamiento, los trastornos del lenguaje, las conversiones en el cuerpo, la perturbación del lazo social, la transferencia de manera distinta. No se trata de una nueva luz exclusivamente en el campo de la psicosis, se trata de una nueva luz en la clínica.

    Este término "psicosis ordinaria" nos sumerge de lleno en la clínica borromea, en la clínica del sinthoma, en esta lógica de la variación y en la equivalencia de los registros Real Simbólico e Imaginario. En esta psicosis discreta se mantiene un anudamiento de los tres registros, pero el cuarto nudo que los anuda no es el Nombre del Padre, no es el Edipo.

    Han sido muchos los cambios producidos en la subjetividad derivados del empuje de las neurociencias anudadas al campo de la técnica y al modelo capitalista. Por ello, los sujetos se encuentran cada vez más "desamparados" y "desorientados" frente a la sociedad que se va conformando. Vínculos cada vez menos estables, trabajos cada vez más precarios y degradantes, futuro cada vez más incierto etc... Las nuevas formas patológicas derivadas de estos cambios, son posibles de abordar por el psicoanálisis gracias a la última enseñanza de Jacques Lacan, cuyo modelo borromeo nos embarca en el mundo de la cuerda flexible, de los cabos, del tejer, del uso, del enganche, del desenganche, del reenganche.

    Considero que la incidencia de la Ultima Enseñanza de J. Lacan ha producido "tal temblor" en lo que venía siendo nuestra clínica y nuestra concepción del sujeto, ahora "ser parlante" (Simbólico e Imaginario, palabra y cuerpo), que hasta en los casos donde el nombre del padre falló de la mejor manera, es decir, que funciona como cuarto nudo o lo que llamamos "clasicamente" neurosis, la experiencia de un análisis supone la invención de un sinthoma que no sea deudor de la herencia recibida y permita un anudamiento nuevo y, por tanto, un uso nuevo de "lalangue y el lazo social".

    Terminaré diciendo, para el analista en el lazo social que es la transferencia: "la docilidad", para la interpretación: "el corte".

  2. En el texto de presentación de la Conversación, tú y Vicente escribís que "dichas psicosis hacen posible unas formas de la existencia más corrientes y modestas que las psicosis clásicas". ¿Podrías decirnos algo más sobre este punto?

    Los fenómenos que afectan al sujeto cuando consideramos que nos encontramos frente a una psicosis ordinaria no son tan nítidos y claros, tan evidentes como cuando estamos ante un paranoico, un esquizofrénico, etc. Ni podemos encontrar el desencadenamiento a la manera clásica, ni los trastornos del lenguaje son evidentes (a la manera del neologismo), ni encontramos un delirio claro, ni el tipo de relación con el cuerpo es nítida.

    En estos casos, el sujeto ha encontrado una fórmula para que estén anudados los tres registros RSI. En muchos casos una identificación imaginaria lo sostiene, en otras un vínculo con un partenaire, en otros casos una tarea o labor muy propia es la que les permite sostenerse discretamente en esta vida. Generalmente los sujetos nos llegan cuando este enganche se ha visto cuestionado o se ha tambaleado, una ruptura amorosa, un problema en el trabajo, un problema en el cuerpo, etc.

    Hablar para cada uno de nosotros lo podemos considerar en sí mismo un trastorno del lenguaje. Jacques-Alain Miller (1) nos señala que a partir del Seminario XX para Lacan el lenguaje se descompone en dos partes correlativas: lalengua y el lazo social. Nuestra relación a lalangue se pone en orden cuando es captada en el tejido de un lazo social. Y es por ello que cuando se trata de una psicosis ordinaria la tarea en la transferencia es, aceptando la maestría del psicótico en relación a lalangue, hacer una elaboración de saber que le permita construir un lazo social, estar inmerso en un discurso.

    Es importante tener en cuenta que los vínculos que se ofertan en nuestras sociedades son distintos al lazo social que propone el psicoanálisis. Este lazo social al que nosotros hacemos referencia se teje con el material que aporta la particular relación del sujeto a lalangue. Este tejido lo suponemos menos precario pues se sostiene en los significantes propios de su lalangue. En general, la precariedad que encontramos en los vínculos de estos sujetos es debido a que se trata de enganches que se sostienen en referencia a un Otro social y a sus significantes que sirven para todos y que le alejan cada vez más de los propios.

  3. La nueva práctica que desarrollamos en lugares como los CPCT tiene especial relevancia en el tratamiento de las psicosis ordinarias. ¿Qué enseñanzas te parece que podemos sacar ya de esta experiencia con respecto a la clínica actual? ¿Y qué podemos transmitir al Otro social de estas enseñanzas?

    Con respecto a la practica actual en los CPCT creo que es importante como nos vamos familiarizando con la idea de fabricación, bricolage, uso, en relación a la transferencia y a donde debe apuntar la interpretación. Estos no son términos exclusivos para abordar la psicosis ordinaria, sino que nos sirven para entender la topología borromea que nos lleva a considerar al ser parlante como este anudamiento de los tres registros RSI (Real, Simbólico e Imaginario) y a considerar la clínica aplicada a los problemas que surgen con los "desenganches" en este tipo de anudamiento.

    Frente a la psicosis ordinaria nos hemos visto abocados como analistas a tener suma "docilidad" y hacer un esfuerzo en el aprendizaje de lalengua del sujeto; nuestra intervención se realiza desde el lugar del no saber, puesto que la maestría está del lado del sujeto; y hemos hecho, también, un trabajo de sostén para que el sujeto pueda desenvolverse frente a ese Otro social que se le presenta como un Otro gozador. En relación a esta tarea de sostén conviene tener presente que estar "socializado" y llevar "una vida social" no quiere decir entrar o construir un lazo social. Mantener clara esta diferencia y trabajar desde ella, nos permite alejarnos de una deriva "socializante" que nos aleje del discurso analítico.

    Ahora, el analista es el que "sabe hacer ahí" con el saber que el sujeto nos presentifica, con esos significantes tan intransferibles y esa lengua especial. Como decía en la primera respuesta es evidente que la relación con lalangue no es patrimonio de lo que podemos considerar psicosis, sino que nos hace iguales entre sí a todos los seres hablantes, por ello creo que la incidencia en la clínica será fundamental también en las neurosis e inevitablemente en el psicoanálisis que tenga como producto final un analista. Somos iguales y se trata de variaciones en la respuesta que todo sujeto da al goce y a la muerte.

    El lenguaje es el intento de normalizar lalengua anudándola al lazo social. En el libro de psicosis ordinarias podeis leer un referencia a la escritora Colette que es un ejemplo magnífico de esto que decimos, nos relata el uso que para ella tuvo el significante presbytère (lalangue) antes de que tuviera que aceptar su uso enmarcado en un lazo social, un uso compartido con los otros. Creo que lo que podemos enseñar al Otro social es que para que estos sujetos puedan orientarse en la elección y en el uso de lo que la sociedad les oferta, necesitan organizar un lazo social sustentado en lo más propio.



Precariedad del vinculo social en las psicosis ordinarias
CONVERSACIÓN CLÍNICA
Barcelona, 23 y 24 de Febrero de 2008
Para preparar la Conversación Clínica, la Comisión de Organización ha realizado tres preguntas, cada vez distintas, sobre el tema que nos convoca a diversos docentes y colaboradores de las actividades del ICF en España.

 

(1) Jacques-Alain Miller y otros. Las psicosis ordinarias. Editorial Paidós. Buenos Aires 2003.

Mercedes De Francisco

La conversación con el psicótico. Tres preguntas a Mercedes de Francisco

NODVS XXIII, febrer de 2008

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