Verdad y Dichtung: La realidad histórica en la construcción
Contribución al Grupo de Investigación "Clínica del Sinthome" durante el curso 2008-09
El texto que se expone a continuación hace una diferenciación de los conceptos freudianos de construcción e interpretación y, por lo tanto, de realidad histórica y poetización.
Construcción, interpretación, pieza faltante, realidad histórica, verdad, negación.
INTRODUCCIÓN
La noción de construcción es la solución con que Freud opera para incorporar un S2, en tanto que elucubración de saber analítica, la pieza faltante a la prosecución del discurso del analizante. Es lo que él denominaba: "llevar a su conciencia".
La interpretación busca "los rastros del nexo efectivamente presente" (AE, T. X (1986): 162. n. 39; BN, 1987: 1467. n 850); pero se encuentra con las huellas de un goce anterior, en un recuerdo sexualizado. Freud se encontraba con el problema de la falta en la articulación significante, de lo que él llamaba "la pieza faltante". Recordemos la diferenciación entre interpretación y construcción en Freud.
El binomio realidad objetiva y poetización es la analogía que toma de los estudios literarios para divulgar su operación, incluso para entenderla, ya que la elucidación del analista como sujeto no es separable de la transmisión de su saber a la comunidad.
Aparece por primera vez en una nota al pie de página "A propósito de un caso de neurosis obsesiva" (1910) y no toma lugar como artículo hasta 1937, un año antes de morir Freud, en "Construcciones en el análisis" (1937). Tomamos el valor de conjetura {Vermutung} de la propia pluma de Freud: "Y a cada construcción la consideramos apenas una conjetura, que aguarda ser examinada, confirmada o desestimada. (...) El camino que parte de la construcción del analista debe culminar en el recuerdo del analizado." (AE, T. XXIII (1986): 266-267; BN, 1996: 3370)
No siempre pasa así, señala Freud; pero "si el análisis ha sido ejecutado de manera correcta, uno alcanza en él una convicción cierta sobre la verdad de la construcción, que en lo terapéutico rinde lo mismo que un recuerdo recuperado" (AE, T. XXIII (1986): 267; BN, 1996: 3371) Es un saber, que si es consentido por el analizante, tiene efectos de verdad.
Esa conjetura examinada, confirmada o desestimada, ¿no nos recuerda al discurso de la ciencia? Y sin embargo, hay una diferencia: el consentimiento del analizante es lo que la valida o refuta para su progreso. Los analizantes de Freud no eran hipermodernos, no tomaban la verdad como un objeto perentorio de consumo. Les podía satisfacer lo suficiente como para aceptarla, para hacerla suya.
También permite captar cómo la construcción, respecto de la represión puede ser comparada con el arranque de la enseñanza de Lacan respecto al síntoma como significado reprimido. En la construcción, Freud ofrece su saber como articulación significante a la expresión de aquiescencia o de contradicción del analizante. Da su saber como verdad.
La formulación del algoritmo, que Lacan presenta en "La instancia de la letra...":
S
———
s
podría utilizarse, modificándola, para señalar como Freud ofrece su S2 para que el analizante lo incorpore o rechace en su encadenamiento:
S1 S2
———————
S1 /.../ S2
Incluso podemos evocar las fórmulas de la metonimia y la metáfora y de manera minimalista formular otro algoritmo:
(+)
———
(-)
Donde el efecto de la represión barraba cierta verdad del goce (-), el saber del análisis la ofrece al consentimiento o al rechazo del sujeto, como articulación significante (+). No obstante, hay que recordar que el rechazo del analizante no anulaba la elucubración de saber freudiana. ¿Por qué? Porque opera la teoría de la represión.
Es precisamente la sustitución lo que Freud muestra como formación del síntoma obsesivo. En "A propósito de una caso de neurosis obsesiva" (1910), muestra los dos tiempos lógicos para la formación del síntoma: 1º) goce sexual en la percepción - 2º) sustitución del goce en la percepción por el goce en la cavilación. El goce sexual en la percepción sería el acontecimiento histórico del cuerpo. La sustitución simbólica es la producción del síntoma.
La sustitución que Freud plantea: de la percepción al pensamiento, en Lacan es una correlación: "El pensamiento es goce" (Lacan, Aún. Pág. 86)
EL SÍNTOMA COMO ACONTECIMIENTO SUSTITUIDO
En la nota al pié de página citada, la sustitución de la realidad toma el valor de poética, contrapuesta a histórica. Freud señala la variedad de versiones sobre un episodio infantil. Así en el acceso a la "prehistoria" la interpretación encuentra la "Dichtung" (AE, T. X (1986): 162), la poetización. Lo que Freud llama "la realidad objetiva" queda sustituida una "trama de envoltorios de la fantasía" (Ídem. Pág. 163).
Dichtung
—————————
Realidad histórica
Ya en el "Manuscrito N", anexo a la carta a Fliess del 31-5-1897, Freud utilizaba el término Dichtung1: "el mecanismo de la poetización {Dichtung} es el mismo que el de las fantasías histéricas" (Freud, Cartas a Wilhelm Fliess, Amorrortu, Buenos Aires, 1986, pág. 269)
La metonimia quedaba vinculada al síntoma del obsesivo. Freud indicaba que en la Swangneurose el cavilar es el síntoma principal: "el pensar sustituye la acción y, en vez de la acción sustitutiva, se impone con violencia compulsiva algún estadio que corresponde al pensamiento previo a la acción. [...] el cavilar se convertirá en el síntoma principal de la neurosis" (Ídem. Págs. 190-191; BN, 1987: 1484-1485)
Goce del pensamiento
———————————————
Goce autoerótico
Vayamos a la analogía formación de fantasías / Dichtung, que implica otra: sujeto del inconsciente / sujeto de la cultura.
La sustitución de la realidad objetiva por la Dichtung es análoga a "una poetización que cabía llamar épica" (AE, T. X (1986): 163. n. 39; BN, 1987: 1467. n 850). "Si uno no quiere equivocarse en la apreciación de la realidad objetiva, tiene que acordarse, ante todo, de que los "recuerdos de infancia" de los seres humanos se establecen sólo en una edad posterior (...), y entonces son sometidos a un complejo trabajo de refundición que es enteramente análogo a la formación de sagas de un pueblo sobre su historia primordial" AE, T. X (1986): 162. n. 39; BN, 1987: 1466. n 850)
El género épico plantea la relación entre epopeya e historia. Hay que reconstruir sus vínculos con la historia. "¿Pero de qué historia se trata?" (Cirlot, Victoria. Epopeya e Historia. Argot, Barcelona, 1985, Pág. 8). Así, el filólogo tiene que diferenciar el suceso, la verdad histórica, del asunto que es la verdad poética. Por ejemplo, la Chanson de Roland: los sucesos históricos comienzan en el año 756 y concluyen en el año 778; pero la versión poética evoca el suceso simplificándolo y desfigurándolo para representar la realidad contemporánea del siglo XII, cumpliendo una función histórico-política. El interés no está en los datos históricos, ya que en la Chanson de Roland junto a aspectos legendarios aparecen datos históricos pertenecientes a los siglos VIII, IX y X, sino en la recreación con que cada versión muestra su propia cosmovisión contemporánea.
En la Chanson de Roland no se reconstruye el pasado sino que, repitiendo el cliché legendario, cada versión ofrece los aspectos secundarios de las estructuras de poder, de las estructuras de parentesco y de la regulación de las costumbres sexuales por parte de la iglesia. En suma, la leyenda del s VIII habla de la cosmovisión del emisor del s XII.
En "Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci" (1910) Freud reitera el objetivo de la investigación analítica: plantea deshacer las desfiguraciones para "descubrir la verdad histórica {historisch} tras ese material fabuloso" (AE, T. X (1986): 79).
EL COMPLEJO DE EDIPO COMO REALIDAD PSÍQUICA
¿Cómo es su primera mención?: "Apoyado en este y parecidos indicios, me atreví a formular una construcción: de niño, a la edad de 6 años, él ha cometido un desaguisado sexual entramado con el onanismo, y recibió del padre una sensible reprimenda. Este castigo habría puesto fin al onanismo, sí, pero por otra parte dejó como secuela una inquina inextinguible contra el padre y fijó para todos los tiempos su papel como perturbador del goce sexual" (AE, T. X (1986): 161.; BN, 1987: 1466)
La interdicción de la ley frente al goce es la hipótesis de Freud. En aquella época, el complejo de Edipo era el "complejo nodular de las neurosis". De aquí que el complejo de Edipo tiene el valor de realidad psíquica. La teoría de la represión implica que el Otro de la Ley es el interdictor del goce autoerótico.
LA FORMULACIÓN DE LAS CONSTRUCCIONES EN PSICOANÁLISIS, TRAS LA PUBLICACIÓN DE "LA NEGACIÓN"
Ahora bien, ¿cómo funciona la cosa cuando la pulsión pasa a ser el núcleo de nuestro ser? Cuando el Edipo cede su lugar al Ello, a la pulsión como núcleo del ser sufriente. Cuando la exigencia de satisfacción pulsional toma la paradoja para hacerse con el ser sufriente. O dicho de otro modo, cuando el Ello es la realidad psíquica, el núcleo de nuestro ser.
Bien, Freud procede igual.
En 1925, el desarrollo de la noción de pulsión a partir de la metapsicología conllevaba mejorar la relación entre las mociones pulsionales y su simbolización. Cuando publica "La negación" (1925), explicó que la "Verneinung" permitía el acceso a la conciencia de un contenido de representación, a condición de dejarse negar. La cuestión es que se separa del proceso afectivo; pero el afecto se liga a otra representación: la transposición significante hace engañoso al afecto y denuncia la necedad del pensamiento.
La realidad, en Freud, marca su origen en la percepción. La repetición se hace signo. El reencuentro del objeto de satisfacción se posibilita por la simbolización. La voluntad de goce, consustancial en la "Wiederfindung" del objeto de satisfacción implica una percepción originaria: "toda las representaciones provienen de percepciones, son repeticiones de estas. Por lo tanto, originariamente, ya la existencia misma de la representación es una carta de ciudadanía que acredita la realidad de lo representado. (...) El fin primero y más inmediato del examen de realidad {de objetividad} no es, por tanto hallar en la percepción objetiva {real} un objeto que corresponda a lo representado, sino reencontrarlo. El examen de realidad tiene que controlar entonces el alcance de tales desfiguraciones. Ahora bien, discernimos una condición para que se instituya el examen de realidad: tienen que haberse perdido objetos que antaño procuraron una satisfacción objetiva {real}" AE, T. XIX (1984): 255-256; BN, 1987: 2885)
Examen de realidad <> Pérdida de satisfacción
Vemos que el esfuerzo por recuperar lo que falta es persistente en Freud. Va dándole vueltas de tuerca, formulándola de nuevo con las modificaciones que la praxis exige a la teoría.
Murió en 1938. En diciembre de 1937 se publicó "Construcciones en el análisis" (1937). No es su testamento; pero no dejó de producir un texto para consolidar su consideración cuando su vida estaba finalizando.
"El analista da cima a una pieza de construcción y la comunica al analizado para que ejerza efecto sobre él; luego construye otra pieza a partir de un nuevo material que afluye, procede con ella de la misma manera, y en esta alternancia llega hasta el final. Si en las exposiciones de la teoría analítica se oye tan poco sobre "construcciones", la razón de ello es que, a cambio, se habla de "interpretaciones" y su efecto. Pero yo opino que "construcción" es, con mucho, la designación más apropiada. "Interpretación" se refiere a lo que uno emprende con un elemento singular del material: una ocurrencia, una operación fallida, etc. Es "construcción", en cambio, que al analizado se le presente una pieza de su prehistoria olvidada" (AE, T. XXIII (1986): 262; BN, 1996: 3367)
Comienza el texto aludiendo a "La negación" (1925). ¿Por qué? Porque la aquiescencia o la contradicción del paciente forman parte de la construcción. La cancelación de las represiones es el trabajo analítico. Freud aspiraba a que el paciente sustituyera su funcionamiento por "unas reacciones como las que corresponderían a un estado de madurez psíquica" (AE, T. XXIII (1986): 260; BN, 1996: 3365) ¿Cuál es la mejor atalaya del analista para tales reacciones? No es la narratología del analizante, es la transferencia. Y Freud la aborda incrustándole la repetición.
La "wiederholungszwang", la compulsión a la repetición, articulada con la relación transferencial adquiere una función indexical para el analista: éste dispone de "las repeticiones de reacciones que provienen de la edad temprana y todo cuanto es mostrado a través de la transferencia a raíz de tales repeticiones" (AE, T. XXIII (1986): 261; BN, 1996: 3366)
Si el antiguo aforismo: "el enfermo padece por sus reminiscencias" (AE, T. XXIII (1986): 270; BN, 1996: 3373) cae por el lado del sujeto sufriente; por el lado del analista cae la restitución de "un fragmento de biografía {Lebengeschichte, "historia objetiva de vida"} del pasado" (AE, T. XXIII (1986): 261; BN, 1996: 3366) ¿Qué tienen en común? Freud indica que, a veces, la comunicación de la construcción moviliza "La "pulsión emergente" {"Auftrieb"} de la represión" (AE, T. XXIII (1986): 268; BN, 1996: 3371), una resistencia que producía la desfiguración y el desplazamiento, el (-) metonímico de las huellas mnémicas.
Freud dice que las formaciones delirantes articuladas a las alucinaciones son el resultado del proceso dinámico de la pulsión emergente de lo reprimido, que aprovecha "el extrañamiento respecto de la realidad objetiva para imponer su contenido a la conciencia" (AE, T. XXIII (1986): 268; BN, 1996: 3372)
La conclusión es que no sólo hay método en la locura; "sino que ésta también contiene un fragmento de verdad histórico-vivencial {historisch}; lo cual nos lleva a suponer que la creencia compulsiva que halla el delirio cobra su fuerza, justamente, de esa fuente infantil" (AE, T. XXIII (1986): 269; BN, 1996: 3372)
El trabajo terapéutico lo destina, es su propuesta, al "reconocimiento de ese núcleo de verdad. (...) Este trabajo consistiría en librar el fragmento de verdad histórico-vivencial de sus desfiguraciones y apuntalamientos en el presente real-objetivo y resituarlo en los lugares del pasado a los que pertenece" (AE, T. XXIII (1986): 269; BN, 1996: 3372)
Para Freud la certeza del delirio toma su fuerza de la sustitución de la realidad rechazada por un fragmento de verdad histórico-vivencial:
Fragmento de verdad histórico-vivencial
—————————————————————————
Realidad Rechazada
Cirlot, Victoria. Epopeya e Historia, . 1985 Barcelona: Argot,
Freud, S.,A propósito de un caso de neurosis obsesiva (1910),Buenos Aires: Amorrortu.
Verdad y Dichtung: La realidad histórica en la construcción
NODVS XXVII, febrer de 2009