Reseña de la segunda Première de Cine & Psicoanális
Reseña de la segunda Première de Cine & Psicoanális que tuvo lugar en Barcelona el 22 de noviembre de 2008
El pasado 22 de noviembre tuvo lugar, en el marco de las actividades preparatorias de la Jornada Pipol, la segunda Première de Cine & Psicoanális, que brindó a los asistentes la oportunidad de participar en una intensa jornada de trabajo en torno a la proyección del documental de Gonzalo Herralde "El asesino de Pedralbes", que presenta, a través de entrevistas con los principales protagonistas del suceso, los pormenores del caso de José Luis Cerveto, quien asesinó sin motivo aparente al matrimonio para el que trabajaba en el barrio barcelonés de Pedralbes. La Première contó con la presencia del director y la de Clara Bardón, psicoanalista que intervino en el proyecto.
La mesa previa al visionado de la película estuvo formada por Fina Giménez que, en tanto que responsable de la comisión organizadora, dio la bienvenida a los asistentes; Clara Bardón, que planteó diversos puntos para la reflexión; Gonzalo Herralde, que situó la realización del documental en el contexto social, así como en el personal; y Sandra Romero, que coordinó la mesa.
Clara Bardón, que en referencia a haber sido presentada como asesora de la película se situó más bien como conversadora con el director de la misma, planteó algunos puntos que fueron útiles para abrir la reflexión, que a continuación se resumen. Desde la dimensión social, está la cuestión del desamparo del sujeto, para el cual la sociedad es un Otro que lo maltrata; desde el punto de vista de la justicia, ésta se pregunta si el sujeto es o no un loco, puesto que de ello depende su imputación y la pena correspondiente; respecto a la subjetividad del protagonista, está el cuestionamiento de los psi y sus baterías de tests para pedir que alguien le escuche para poder saber qué le pasa, formulando su demanda como un no para que me conozcan ellos, sino para que me conozca yo; finalmente, para el psicoanálisis, hay muchas cuestiones a considerar, y entre ellas las siguientes: el sujeto es siempre responsable (en el sentido de responder de sus actos); la cuestión del determinismo, en tensión con lo anterior; la función del castigo y del juicio, puesto que el protagonista primero se presenta como un Amo de la vida y la muerte; el encierro en prisión, que lo aleja de los niños y las mujeres y le permite tomar distancia, así como ciertos apoyos simbólicos (dedicándose al estudio, por ejemplo); la pregunta de qué función tiene la película para él.
Gonzalo Herralde, con gran generosidad, contó no sólo datos técnicos sino también personales para explicar cómo se gestó el documental, que según él nació de su película anterior, titulada La muerte del escorpión. Reconoce la influencia del llamado nuevo periodismo, habiendo leído, por ejemplo, A Sangre fría, de Truman Capote. Le interesaba explorar, en su actividad creativa, el tema de lo que llamó "una situación límite". El rodaje con José Luis Cerveto en la prisión duró cuatro días, tras los cuales el director reconoció haber quedado "exhausto", bajo condiciones técnicas que no tenían nada que ver con las de nuestros días, puesto que se rodaba en 35mm. Pero tampoco las condiciones sociales eran en nada parecidas a las de treinta años después: en plena transición, los avatares previos a la concesión del permiso para entrar a rodar en una cárcel serían ya una película en sí misma. Herralde explicó que la técnica narrativa básica consistió en pedir al protagonista que fuera contando los hechos en orden cronológico, a modo de historización, ya que el interés de Cerveto estaba centrado en repetir una y otra vez el relato del asesinato.
Ya después de la proyección del documental se abrió un coloquio, coordinado por Cristina Domingo y Anna Aromí, que puso en evidencia que el diálogo entre cine y psicoanálisis puede ser enriquecedor y fructífero. Se consideró tanto lo que podríamos llamar "el caso Cerveto", como la obra fílmica en sí. En cuanto a ésta, Gonzalo Herralde aludió a lo que llamó los "trucos narrativos" utilizados para obtener el testimonio de Cerveto y del resto de entrevistados: no hacer ningún juicio; consultar exhaustivamente el sumario; a partir de éste, reproducir diálogos (de manera que si el que pregunta cita una frase leída en el sumario, el que responde lo hace también con una cita de lo que respondió en su momento); preguntar cosas concretas para que se dieran también respuestas concretas; y pedir que las explicaciones fueran gráficas, visuales.
Las aportaciones de los participantes de la Première (algunos bajo el impacto del instante de ver que comporta ver la película por primera vez, otros en su elaboración particular y correspondiente al tiempo de comprender que supone haberla ya visto con anterioridad) abrieron varios ejes de reflexión, algunos de los cuales se citan a continuación.
Se podría hacer la hipótesis diagnóstica de que se trata de una psicosis, tal vez ordinaria, compensada con un marcado rasgo de perversión, la paidofilia, que si bien en un primer momento le funciona al sujeto para contener su goce, vemos que los esfuerzos que éste hace para mantenerlo a raya fracasan cada vez más. Atrapado en la relación especular con el Otro, ya sólo le queda lo que reclama: que le maten (y de hecho fue condenado a dos penas de muerte).
Por lo tanto, y pensándolo bajo la rúbrica de Clínica y pragmática de la [des]inserción, se puede decir que es un sujeto desinsertado del Otro social, y completamente insertado en su goce.
No hay división subjetiva, el sujeto no se angustia, sino que es él quien angustia al espectador. La pregunta final sobre los celos le permite seguir reivindicándose como víctima, pero no lo divide.
El relato del sueño (que según Herralde fue, junto con la respuesta a la pregunta sobre los celos, grabado en audio porque se les acabó la película, y que por lo tanto siguen el mismo orden cronológico que se presenta en el documental), es una perla que muestra como la madre es la que incorpora, se come, a los hijos, y pone en evidencia como él no pudo ser investido con el brillo fálico por la madre. La foto que más le fascina de entre todas las que forman el diario de imágenes que el sujeto compone y enseña a la cámara, muestra lo que él no pudo ser para la madre.
Si bien el director contó que pasó de escuchar historias (dada su formación en psiquiatría), a dedicarse a contarlas siendo cineasta, ello no impide que las cuente con una escucha muy precisa, un recorte muy particular, que en el caso del documental que nos ocupa permite dar un envoltorio al horror que se nos revela en él.
La particular relación de Cerveto con la cámara, sumada a la habilidad del trabajo de dirección, hace que el personaje que es el protagonista no deje indiferente a nadie. Los muchos otros entrevistados van tejiendo historias que se entrecruzan, que cuentan lo mismo pero distinto, que muestran cómo cada uno se arma con sus palabras, sus gestos, su mirada, sus actos fallidos, su no querer saber, para decir algo sobre lo indecible del goce.
Restamos a la espera de las publicaciones, tanto la anunciada por el grupo de investigación de Cine & Psicoanálisis, como la que acompañará a la edición en DVD de la película que anunció Gonzalo Herralde, para poder seguir los efectos de esta jornada.
Reseña de la segunda Première de Cine & Psicoanális
NODVS XXVII, febrer de 2009