El concepto de enstasis en Aristóteles

Referencia presentada en el Seminario del Campo Freudiano de Barcelona de marzo de 2009

  • Publicado en NODVS XXVIII, maig de 2009

Resum

Enstasis es un concepto aristotélico al que recurre Jacques Lacan en "Mi enseñanza", en el capítulo "Dios y el goce de la mujer", para ubicar la función del obstáculo en psicoanálisis. Esta referencia revisa la lógica aristotélica, su discurso apofántico, los silogismos y objecciones así como la dialéctica para situar la enstasis como parte de la lógica al ser la que permita avanzar en su campo. El obtáculo al que alude Lacan, en el mencionado capítulo, son las formas universales de la sexuación.

Paraules clau

Enstasis, Aristóteles, sofistas, Mi enseñanza, Jacques Lacan, lógica, dialéctica

Lacan, en Mi enseñanza1, introduce una analogía entre él y Aristóteles. Recordemos que éste último extrajo de los sofistas algo extremadamente importante: la lógica.

Los sofistas, han sido objeto de duras críticas por parte de muchos filósofos (seguramente las más conocidas son las que salen de la boca de Sócrates en los diálogos platónicos) pero es necesario remarcar que sus conocimientos eran muy preciados en su época.

También se destaca que los sofistas no por no nombrar a la lógica carecían de ella2. Más bien al contrario, ésta ya estaba presente de alguna manera en sus razonamientos. Pero es Aristóteles quien, a través del Organon, extrae una técnica, la lógica, que sirve como fundamento de la filosofía durante siglos.

Lacan se sitúa en este sentido y, en cierto punto, en la misma posición que Aristóteles. También él, en estos momentos, trata con un grupo, "los psicoanalistas ya bien instalados" (p.96), que al igual que los sofistas, poseen un conocimiento eficaz y están bien remunerados y que las enseñanzas que él extrae no parecen afectarles.

¿Qué es lo que Lacan extrae? Así como Aristóteles intenta poner orden a los argumentos de los sofistas a partir de la logica, Lacan ordena lo que podemos definir como masculino y femenino y, en consecuencia, de la sexuación. Precisamente, si la "relación sexual no existe" es porque estas dos posiciones situadas en relación al goce son diferenciadas y no complementarias. Así pues, puesto que tales fórmulas no se complementan, nos encontramos ante un obstáculo.

Un obstáculo que, a su manera, también observan los autores de Le tittre de la lettre cuando analizan el escrito de Lacan "La instancia de la letra…" Aunque, como el mismo Lacan afirma, "mi discurso está hecho para llevarlos a un impasse".

Es en este punto cuando Lacan introduce en el capítulo de "Dios y el goce de la mujer" el concepto aristotélico de enstasis (obstáculo u objeción). En relación a Aristoteles, es muy curioso como éste opta por analizar las dificultades, la enstasis, antes que las soluciones pues, citando una frase de la Metafísica que tiene un fondo "borromeano", "no es posible soltar si no se conoce antes la atadura" (Met. II 1, 995ª28). Algo parecido a lo que ocurre con los casos de Freud, donde cada vez que se presenta un obstáculo reinventa algo para el psicoanálisis (recordar el caso Dora y la transferencia o el Hombre de los lobos y la neurosis obsesiva).

Sin embargo, para entender la enstasis aristotélica es necesario una breve introducción a su lógica.

El razonamiento es para Aristóteles "un discurso en el cual, una vez puestas ciertas cosas, necesariamente resulta, a través de las cosas establecidas, algo que es distinto de las cosas establecidas" (Tópicos I, 1 1,100a25-27).

Aquí, el razonamiento coincide con el silogismo donde lo "que resulta necesariamente" es la conclusión y "las cosas establecidas" son las premisas.

Cojamos un ejemplo de Aristóteles: Por ejemplo:

 

Premisas: si todos los vegetales son vivientes
  y todos los pinos son vegetales,
Conclusión: entonces todos los pinos son vivientes.

 

Si A pertenece a B y B pertenece C entonces A pertenece a C.

Tanto las premisas como la conclusión son proposiciones que, a su vez, se componen por términos ("vegetal", "pino" y "viviente").

El discurso que interesa a Aristóteles es el apofántico puesto que es el discurso que desvela, que nos muestra algo como algo.

En otras palabras, es el que se compone de enunciados declarativos (p.ej. Sócrates es filósofo) y no de otras formas de enunciado que no desocultan a la cosa de la que se habla (por ejemplo, el interrogativo: ¿es Sócrates un filósofo?).

En el discurso apofántico el enunciado puede ser:

  • En primer lugar afirmativo o negativo
  • En segundo lugar, además de afirmativos o negativos, los enunciados también pueden ser universales (Todos los hombres son mortales) o particulares (Pedro es un hombre).
  • Estos 4 tipos de enunciados pueden combinarse entre si:
    • (1) universales afirmativos (todos los hombres son mortales);
    • (2) universales negativos (Ningún perro habla);
    • (3) particulares afirmativos (Pedro es un hombre)
    • y (4) particulares negativos (Pedro no es un esquimal).

Es a partir del silogismo que Aristóteles introduce el concepto de enstasis.

Los silogismos se pueden refutar de dos maneras:

  • o mediante un contrasilogismo (se obtiene a partir de otro silogismo una conclusión más verosímil que la del silogismo que se anhela refutar)
  • o aludiendo a una objección u obstáculo (que es la traducción de enstasis). Esta objeción "consiste en enunciar una premisa, de la que resultará claro que el oponente no ha hecho silogismo o bien que ha introducido algún elemento falso" (An.Pr. II, 26, 03a31).
  • Es decir, la objeción sería mostrar a través de una premisa que la deducción del silogismo no es válida o que hay algo falso en las mismas premisas y, en consecuencia, independientemente de la validez del razonamiento, éste queda anulado.

Tales objecciones, prosigue Aristóteles, se obtienen de cuatro maneras (en este apartado citaré los mismos ejemplos expuestos por Aristóteles en la Retórica):

  1. De lo mismo: la objeción niega la premisa misma sin oponer una distinta. Si tenemos la premisa de que "todo amor es virtuoso" entonces no hablaríamos de "amores caunios" (este concepto hace referencia al amor incestuoso entre hermanos y tiene un origen mítico donde se narra el amor culpable entre Biblis y su hermana gemela de Cauno) si no hubiera amores perversos.
  2. De lo contrario: la objeción consiste en oponer la premisa contraria.
  3. De lo semejante: la objeción introduce aquí una premisa semejante que invalida a la que se afirma. Es un poco como aquello que se dice en los Tópicos de "en el caso de cosas semejantes mirar si se comportan de manera semejante" (Tóp. II 10, 114b25). Si partíamos de que "siempre odian los que han padecido males", podríamos oponer que "tampoco aman siempre los que han recibido beneficios".
  4. De los juicios: Se trata de usar como objeción el "juicio de autoridad" de alguien famoso y reconocido. Por ejemplo, si se dice que "conviene ser indulgente con los borrachos" (porque no son conscientes de las faltas que cometen) entonces no podríamos elogiar a Pítaco por doblar las penas a los que cometían faltas en estado de embraiguez (Pítaco de Lesbos era famoso por ejercer de árbitro entre las facciones políticas de la ciudad de Mitilene).

Sin embargo, es necesario remarcar dos cosas. En primer lugar, la demostración es un caso particular de razonamiento que consiste en partir de premisas verdaderas y, en consecuencia, se mueve en el ámbito de lo necesario de la ciencia. Sin embargo, casi siempre nos vemos obligados a razonar en ámbitos donde no es posible demostración alguna. Este es el caso, por ejemplo, de los asuntos morales o políticos. De ahí la importancia de la dialéctica, que nos permite argumentar y comportarse racionalmente pero en un ámbito donde las premisas ya no son premisas verdaderas sino opiniones establecidas. En consecuencia, la dialéctica es universal (pues permite argumentar sobre cualquier asunto) pero no produce conocimiento científico (pues versa sobre lo probable y no lo necesario).

Por lo tanto, y como marca Aristóteles en la Retórica, toda enstasis u objeción en el ámbito de la argumentación (y no de la demostración científica) no refuta que el silogismo no sea probable sino que no es necesario pues se muestran casos donde lo refutado es refutable.

Finalmente, y a modo de conclusión: En el capítulo que estamos tratando Lacan afirma que hay un obstáculo. Pero ¿un obstáculo a qué? Pues a las formas universales de la sexuación. Un obstáculo que Lacan lo traslada al ámbito de la lógica y de ahí que recurra a este concepto de enstasis aportado por Aristóteles.

Notes

  1. Jacques Lacan, "Mi enseñanza, su naturaleza y sus fines", (20 de abril de 1968, conferencia en Burdeos) en Mi enseñanza, Ed. Paidos, 2006
  2. op.cit. p.98
Eduard Fernández Guilañá

El concepto de enstasis en Aristóteles

NODVS XXVIII, maig de 2009

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