Krisis y el Sinthome

Texto presentado en la apertura del ciclo de CRUÏLLA 2009-2010

  • Publicado en NODVS XXX, gener de 2010

Resum

Este artículo rescata el concepto de crisis del griego krisis, crítica, criterio, y del verbo krimein que remite a una encrucijada que impone la decisión, que junto con el concepto de Sinthome trazan las coordenadas de trabajo del espacio creación y psicoanálisis.

Paraules clau

Krisis; Sinthome; goce; creación y psicoanálisis.

KRISIS. Hacia una política del SINTHOME

Que las piedras se hagan
panecitos
que el agua se haga champán
esperando
que llegará la hora
de irse en mala hora
para ya no esperar

Así glosa una cancioncilla veneciana, que Claudio Magris recompone para el Corriere della Sera del 16 de Mayo de 1982, a propósito de Carlo Michelstaedter. Incluido como anexo a la edición de la tesi di laurea, cuya elaboración precedió al suicidio de su autor, (17 de octubre de 1910). La Persuasión y la Retórica, publicada en formato de libro, ahora, cuando la aceleración del tiempo la hace renacer con plena actualidad.

La perversión de la civilización actual ha robado al hombre lo que este autor nombra persuasión, y que, contraria a la retórica, implica la capacidad de vivir, poseer el presente, en lugar de consumirlo a la espera de atrapar aquello que nunca es.

La posesión presente de la propia vida es contraria a la retórica, es decir, al discurso social, lo políticamente correcto, llamado por Lacan discurso del Amo, código en el que el ser hablante se envuelve para guarecerse de la responsabilidad y riesgos inherentes a la propia experiencia.

El suicidio del autor, punto final de un proceso de escritura. ¿Paradoja o acto logrado? Cierre absoluto del presente en el presente. El texto permanece, testimonio a la espera de los lectores que le hagan responder por lo que pregunta.

1) Siglo XXI

Las características fundamentales del S XXI, no se inician con las doce campanadas que separan los dos siglos en los que nos ha tocado vivir. Se gestan mucho atrás y podemos, aun, rescatar algunas de nuestra propia experiencia, habitantes, como somos, de este entre dos.

Para acentuar los rasgos del momento presente en el estilo que prima, la técnica del cortar-pegar, estaba tentada de utilizarlo con periódicos, que así recompuestos y en formato de collage ofrecerían a los ojos de nuestra memoria de habitantes del XX, una lectura surrealista o una suerte de Witz freudiano... "El caos reina", como suelta, a bote pronto, el insólito zorro incrustado en(tre)medio del film de Lars Von Trier, El Anticristo.

Caos que podemos encarnar en la grieta que la krisis abisma, haciendo resonar el grito agónico de un sistema preñado de excesos.

La palabra crisis viene del griego krisis, critica, criterio, y del verbo krimein que remite a una encrucijada que impone la decisión.

¿Y ahora qué? La pregunta resuena enmarcando el vacio que el arte contornea, en su desconcierto, a la búsqueda de nuevas formas. ¿Y ahora qué?

Agujero, al que el analizante se ve enfrentado durante la experiencia analítica y que le abre, al final, a la invención, a un cierto saber hacer que lo acerca al arte. ¿Y ahora qué?

Las entidades financieras, abismadas en el espejismo de una desmesura sin fronteras, se precipitaron al vacio, arrastrando a la economía global. Ya Marx había avanzado que el dinero, tomado como forma de valor, comportaría crisis cada vez más graves del sistema capitalista. En ello estamos.

¿Y ahora qué?

Desaparecidos los valores, los referentes, en definitiva las ideologías, se impuso la gestión. Mientras, el planeta se hunde, el paro arrecia y sucesivas generaciones se quedan o se quedarán por el camino. Los políticos, afincados en sus partidos, tapan los interrogantes con respuestas encaradas a mantener sus puestos e invalidar los de sus opositores, mientras sucesivas corrupciones afloran por doquier, con gran escándalo de los múltiples inocentes que de nada se percatan.

Y es que la peor corrupción, la que debilita incluso el sistema democrático del que son pilares, es la que se gesta en el seno de los propios partido , cuando se muestran incapaces de posponer los intereses electorales, el anhelo de poder, a los intereses de la comunidad.

Vale decir que ni todo es corrupción ni todos son corruptos, pero sí que, entre todos, consentimos, sostuvimos el sistema girando en la noria, que gira y gira, aún. Y ello en la época en que un buen uso de internet puede facilitar la transparencia.

Mientras, las neurociencias nutren al sistema remitiendo los síntomas a la genética, encerrada en un determinismo que oblitera la plasticidad neuronal, al tiempo que los fracciona y multiplica catalogándolos al servicio de los medicamentos generados por el mercado farmacéutico. Mientras, la peste gripal, una pandemia entre miles, amenaza con debilitarnos más, aún.

Y ocurre que, en la época de la mercantilización extrema, de una pastilla para cada síntoma, de un objeto para cada agujero, susceptibles de ser adquiridos, el psicoanálisis va y no solo no promete milagros quirúrgico-cosméticos sino que promueve el encuentro con la falla irreductible, un agujero en el saber -una corrección para la prepotencia-.

¿Y ahora qué?

Mal que nos pese, resulta que los errores, los desastres, invitan a reflexionar, a repensar las situaciones que los provocaron. El verbo, krimein, empuja a la acción y, frente a la encrucijada de o el caos o el acto, al cambio de sentido imprescindible para modularlo.

Mientras escribo este texto se producen algunas rectificaciones: El primer éxito del equipo Obama: la reforma de la sanidad, a pesar de los lobbies y las dificultades con el senado. El equipo de investigación que lidera el español Pedro Alonso consiguió una vacuna contra la malaria que inmuniza durante 18 meses. Y en Catalunya, la Generalitat, con el presidente Montilla al frente- anuncia una serie de medidas que aseguren la transparencia contra la corrupción y también la propuesta de modificación de la ley de partidos.

Mientras, se perfila una nueva bipolaridad, EEUU/CHINA y Europa permanece dormida. Mientras la novela y la lección del Alakrán aflora como un paradigma de las nuevas coordenadas del mundo global. La tensión entre lo local, el gobierno español para el caso y lo global, el alcance del pirateo, en definitiva el robo. No se trata de terrorismo aun que se parezca en lo formal. ¿Con qué armas se resuelve?

2) El Sinthome

Poema-pensament en dubte
que cerca mots on habitar
1

Habitar implica la vida, un modo de vida, un estilo marcado por una ética, un con(torno) y en(torno) íntimo- también éxtimo- que comporta la elección que lo hace singular. La singularidad, constituye otro punto en común entre el arte y el psicoanálisis en ese cruce en el que confluyen en lo que llamamos, con Lacan, Sinthome.

El Sinthome, tal como Lacan lo trabaja en el seminario XXIII del mismo título2, implica el goce, lo más singular del sujeto, anclado en lo indecible, más allá del semblante, del sentido, y que Lacan ejemplariza a partir de la obra de Joyce.

El Sinthome, como mas allá del sentido, nos enfrenta a lo irreductible, lejos de poder ser pensado, como en el primer tramo de la experiencia analítica, a partir del inconsciente y de sus formaciones, a partir del saber. Pensar el goce como agujero en el significante, implica pensarlo como marcas en el cuerpo, escrituras en la materia (la libra de carne Shakesperiana: El mercader de Venecia). Proseguimos con ello el tema de la escritura, que inscribe con la letra lo que no puede articularse por medio de la palabra.

Desde que iniciamos la Cruïlla de recerca, abrí cada ciclo con un texto elaborado a partir de una hipótesis a demostrar o bien profundizando en un tema anterior, como punto con el cual proseguir el desarrollo del objetivo en causa: la modalidad en la que se enraízan el psicoanálisis y la creación, a partir del real en juego en el goce, término con el que Lacan nombra y teoriza el más allá del principio del placer freudiano, la pulsión de muerte.

El tema propuesto para este ciclo, Siglo XXI: habitar el arte / habitar el psicoanálisis,- aun bajo el epígrafe Entorn del real inèdit: real, matèria i escriptura- nos sitúa en la cresta de la ola, es decir en peligro de salir disparados, al apostar por el intento de tomar el pulso a la actualidad, de poner el acento en el estadio inicial de los acontecimientos, para ensayar la lectura de la realidad más inmediata en clave real, es decir apuntando a un real sin ley.

Atrapar las formas singulares de habitar el arte y el psicoanálisis, a través de las diferentes exposiciones de artistas, psicoanalistas y teóricos de disciplinas afines, de manera que nos permita extraer, dibujar, una topografía, de las nuevas marcas del goce.

Marcas que después y de manera retroactiva permitirán extraer un corpus que defina un momento histórico, dado que a la hora de referirse a los sucesivos cambios experimentados por el arte i el psicoanálisis solo se puede hablar de procesos, al no poder ser analizados con criterios evolucionistas.

La propuesta de dedicar este ciclo, a ensayar de dar cuerpo al significante habitar, en relación al psicoanálisis y al arte, responde al deseo de esbozar propuestas y respuestas, en torno a las preguntas suscitadas:

¿Qué respuestas puede dar la teoría y la praxis psicoanalítica a las preguntas y a los malestares de la civilización, en el presente?

¿Qué política del psicoanálisis, en el marco del Sinthome, para el siglo XXI?

¿Qué política, que formas de modular la materia, para el arte del siglo XXI?

En definitiva, ¿qué se cuece en el seno de cada disciplina que responda a los avatares del siglo?

¿Qué media entre síntoma y Sinthome?

¿Qué media entre la creación y el arte?

3) Sin recetas

Tomé, para encabezar el punto 2) el verso de la contraportada del último libro de Antoni Clapés, presentado en Barcelona la semana anterior, y que pertenece al poema III del poemario La llum i el no-res3, como una apuesta por el valor poético frente a la pereza intelectual.

El agujero de la crisis que anuncia la quiebra de un sistema abre una nueva época a construir, a la que una política del psicoanálisis puede responder. También una política del arte, y no de un arte político que, como ya quedó demostrado, no existe como tal.

Psicoanálisis y arte, dos formas diferentes de modular el goce, trabajan con el resto para producir obra. Una a Una.

Hay reglas, pero no hay recetas para el arte, obra a obra, por ello no hace sistema, si bien se crean movimientos circunscritos a una época histórica determinada. Hay reglas pero no hay recetas ni para el psicoanálisis ni en la experiencia analítica.

Extraje esta enseñanza, que es genérica, vía directa al término de mi recorrido analítico y en forma de Witz, vinculada a un nombre de goce. Llevaba un tiempo desvinculada de mi interés y gusto por la cocina, práctica en la que siempre había sobresalido y de la que disfrutaba improvisando e inventando, al extremo de casi no poder realizarla porqué había perdido las recetas de la abuela. Chocante. En una sesión en la que intentaba desenmarañarme acerca de una cuestión a la que daba vueltas, exclamé sorprendida: "no hay recetas para... x" y solté una carcajada frente al efecto chiste producido por el encuentro, el cruce, con las recetas de la abuela.

Y dado que no hay recetas lo que mejor cuadra es la creación, ceñida al objeto del psicoanálisis. Invención, innovación, significantes vinculados a los objetivos de la época a la hora de salir del pozo. Sabemos que entre el significante y el significado media una barra. Sabemos también que la creación, para el primer Lacan, consiste en elevar el objeto a la dignidad de la Cosa (el Das Ding freudiano). Misterio y resto.

Se trata de orientarnos con el resto, las letras del goce, del sin sentido, signos de la brújula que apunta al real.

Para el psicoanálisis, las envolturas formales de los nuevos síntomas se presentan articulados a los significantes amo de la época, mientras lo que resiste, sigue siendo, aun, el núcleo de goce, aquello a lo que cada uno está fijado, diferente en cada ser hablante, la letra, la marca del goce presente, de manera singular, en la repetición sintomática. Como decían los abuelos de antaño..."el hombre es el animal que tropieza siempre con la misma piedra." Repetición4 a la que me refiero como a la espina dorsal que orienta la "cura".

Ceñir, en la práctica analítica, el núcleo de goce al que se está fijado, bordear el agujero del lenguaje, implica afrontar ese resto irreductible, abrirse al cambio, a un hacer, un cierto saber hacer con el resto, obra.

Un artificio, que el arte encontró por otros caminos.

Caminos que, con lo que media entre el síntoma y el Sinthome, conforman las veredas que iremos explorando, en las sucesivas intervenciones, a partir de la praxis y la teoría de los diferentes participantes.

Notes

  1. Carlo Michelstaedter, La persuasión y la retórica, Noesis Sexto Piso
  2. Antoni Clapés. La llum i el no-res, Meteora
  3. Jacques Lacan, Seminario XXIII: Le Sinthome, Seuil
  4. No se trata del eterno retorno Nietzscheano, si acaso se acerca más a La Repetición de Kierkegaard, significantes que puede(n) anudarse a lo nuevo.
Magda Bosch

Krisis y el Sinthome

NODVS XXX, gener de 2010

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