"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de noviembre de 2009
Reseña de la presentación de Jean-Pierre Klotz de los capítulos II y III del Seminario 11 de Jacques Lacan, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis en el SCFB de noviembre de 2009
Seminario del Campo Freudiano de Barcelona 2009-2010
Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis
Jacques Lacan
Yo soy una escisión
Jean-Pierre Klotz puso los capítulos II y III en referencia al texto de E.Kant "Ensayo sobre magnitudes negativas" para señalar la hiancia entre lógica y existencia, la noción de falta como causa inconceptual. En el mismo orden, señaló que el inconsciente parece ser imaginable cuando, en cada momento de la experiencia analítica, se hace patente lo no inteligible, en la repetición de la discontinuidad. Tomando el contexto de producción de este Seminario, fue la excomunión de J.Lacan sancionada por la Internacional freudiana, lo que provocó la aparición de este texto, señalando la discontinuidad en el recorrido de J.Lacan y la razón de la ruptura, por la cual fue este Seminario XI el primero en ser editado y publicado.
El inconconsciente, comienzo de la obra de Freud, introduce una inteligencia nueva de lo que es el ser humano, el ser hablante en términos de Lacan, a través del sentido en el lenguaje. Aparecen en la experiencia efectiva caminos infinitos, huellas indicadas con la noción freudiana de "ombligo del sueño". El retorno a Freud supone para Lacan que el inconsciente es cadena significante y señala una sorpresa en este Seminario: no encontrar la definición de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje.
La definición del inconsciente, considerado en su desarrollo como un lenguaje, no es tratada por Lacan como un concepto porque no es solamente algo descriptivo sino que se define en la experiencia, en la práctica, en tanto permite una operación. Lacan por eso insiste en la dimensión de la causa y el inconsciente presente solamente si puede referirse a algo que lo causa. No existe, por tanto, tiene que ser producido a través de algo cernido con el concepto de causa.
La introducción de la lógica en lo real permite llamar a algo "negativo", aplicación de la lógica a un real. Se trata de una oposición real que impide obtener una continuidad, imponiendo la discontinuidad y el agujero como tal, porque en esa discontinuidad es donde se aloja el sujeto del inconsciente. Por eso, el inconsciente como cadena significante (son necesarios al menos dos significantes: S1 - S2), la dimensión del Uno, no bastan para definir al inconsciente. La dimensión singular está entre los dos puntos, es un intervalo, agujero que no tiene significante, un vacío en la representación. Todo lo que se elabora en la experiencia analítica se hace en el nivel de este agujero entre esos dos significantes.
Lo que puede ser atrapado del ser humano como ser de lenguaje es esta discontinuidad como apuesta esencial. Lacan aborda la temática de Foucault en Las palabras y las cosas de forma más práctica, por la experiencia analítica de la discontinuidad en tanto imposible de decirse por completo. Porque no hay posibilidad de aplicar una misma escala a cada uno, es necesaria la experiencia para atrapar lo que es el psicoanálisis. En este sentido, poner en acto el inconsciente supone no sólo atravesarlo por la lingüística sino a través de la certeza del acto mismo, que introduce la dimensión del sujeto, mientras que la verdad alude siempre a un universal que excluye la subjetividad.
En la actualidad tiene una importancia esencial, señalada en la enseñanza que J.A.Miller imparte a partir de la de Lacan, la diferencia entre sujeto y real. A partir de la dimensión repetitiva, como la serie de Jornadas de la École de la Cause freudienne, hemos tenido la sorpresa en la más reciente, ante una nueva manera de presentar el inconsciente. La época contemporánea a Lacan era la de la International Psychoanalytic Asociation, donde la "moda" teórica era la de la caducidad del inconsciente y la preeminencia de la "ego-psychology"; organización entre el yo, el superyó y el ello con la dominación del yo. La primera tópica estaba obsoleta. Lacan en 1953 reintrodujo como textos fundamentales los freudianos: La interpretación de los sueños, El chiste y su relación con el inconsciente y la Psicopatología de la vida cotidiana. Desde 1963, en que se produce la excomunión, Lacan introduce un concepto nuevo que descompleta y suplementa: el síntoma, tomándolo, primero en su dimensión interpretable y, más tarde, en la singularidad del sinthome, que señala lo no representable y, sin embargo, real de cada uno. Esta dimensión no es accesible sin un concepto del inconsciente, siempre vigente, pero que a partir de la última enseñanza de Lacan es abordado en su dimensión real, en un lazo con la lógica como ciencia de lo real.
En esta tesitura, J.A.Miller planteó la preparación de la recientes Jornadas de la ECF como una vuelta a la primera tópica freudiana, planteando el inconsciente, hoy. Esto supone la repetición de una nueva escisión en cada uno, una nueva manera de atrapar el inconsciente en la experiencia singular de cada uno, entendiendo la vida humana a nivel subjetivo como una discontinuidad y el inconsciente como producido, con el analista como operador en la repetición, con lo que caracteriza el deseo del analista: no permanente, sino cada vez reiniciando la aventura de la apuesta por una nueva experiencia.
"Punto vivo" del seminario del Campo Freudiano de Barcelona de noviembre de 2009
NODVS XXX, gener de 2010