Maurice Merleau-Ponty, "El disco negro"
Referencia del Seminario XI de Jaques Lacan, presentada en el SCFB de enero de 2010
Luego de un breve recorrido biográfico sobre la vida de Maurice Merleau-Ponty, el texto sitúa el concepto de fenomenología y el binomio luz-color para luego detallar el experimento del disco negro. Así mismo se rescata el uso que hizo Lacan de esta experiencia en en el seminario Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis.
Maurice Merleau-Ponty, fenomenologia de la percepción, color, luz, pulsion escopica, mirada.
"El sujeto perceptor no tiene jamás la experiencia de sus propias
percepciones si no es manejando su cuerpo, el cual no es para
él trasparente y cuya operación se le escapa en gran medida:
sólo el resultado, la cosa, el mundo, se le aparecen en plena
claridad. El cogito es, pues, a la vez indubitable y opaco.
La luz nos viene primeramente del mundo, de la cosa,
y recae sobre nuestra percepción del mundo...".
Maurice Merlau-Ponty1
El seminario de Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis marca una incisión en la enseñanza de Lacan y en el apartado De la mirada como objeto a minúscula el curso del seminario parece interrumpirse para dar paso a un largo desarrollo sobre la mirada, el ojo, la luz y el cuadro respuestas sin duda a La fenomenología de la percepción y a Lo visible y lo invisible de Maurice Merleau- Ponty que Lacan retoma para el estudio de la pulsión escópica.
Maurice Merleau-Ponty (1908-1961)
Maurice Merlau-Ponty (A partir de ahora MMP) nació en Rochefort-sur-Mer, Francia, el 14 de marzo de 1908, el mismo año que nacieron Simón de Beauvoir y Claude Lévi-Strauss, con quienes mantuvo incesantes diálogos. Agrégé de Filosofía desde 1930 y doctor en letras a partir de 1945, ejerció sucesivamente la enseñanza en diversos liceos, en la Escuela Normal Superior, en la Facultad de Letras de Lyon, en la Sorbona y en el Collège de Francia.
Sus obras responden al principio de la fenomenología surgida del existencialismo de Sartre, junto con el cual fue animador de la revista Les Temps Modernes desde 1945 y hasta su separación en 1953, posteriormente su atención se dirigió a las cuestiones políticas y en particular a las marxistas, lo que lo condujo a una posición de izquierda no comunista para volver de nuevo a la fenomenología.
En 1945 se doctoró en la Sorbona con su obra sobre La fenomenología de la percepción que se consolido como una de las más importantes de su pensamiento. Esta obra es un estudio detallado de la percepción con influencias de la fenomenología del filósofo alemán Edmund Husserl y de la psicología de la Gestalt, donde mantiene que la ciencia presupone una relación de percepciones originales y únicas con el mundo que no se pueden explicar ni describir en términos científicos. Se considera así una crítica al cognitivismo y al existencialismo de su contemporáneo Sartre al afirmar que la libertad del hombre está limitada por nuestro propio cuerpo y el de los demás.
Fue un gran pensador del Siglo XX, psicólogo, sociólogo, político y por encima de todo metafísico. Murió repentinamente, el 3 de mayo de 1961, y entre sus documentos se hallaba un manuscrito con la primera parte de una obra que había empezado a redactar en 1959 con el titulo Lo visible y lo invisible y que fue difundida gracias al "trabajo abnegado de Claude Lefort"2, quien en 1964 publica el libro póstumo de MMP.
Lacan ya en el Seminario 3 decía que "el azar"3 le había llevado a abrir La fenomenología de la percepción, posteriormente en el Seminario 11 ponía al alcance de su auditorio "el libro póstumo"4 y en la Revista Les Temps Modernes escribió un homenaje a quien fuera su interlocutor y amigo con el título "Maurice Merleau-Ponty"5.
La fenomenología de la percepción
La fenomenología según Husserl "designa una ciencia, un método y una actitud intelectual: la actitud intelectual específicamente filosófica, el método específicamente filosófico"6, lo que nos indica que la fenomenología es la puesta en relieve del método filosófico concreto que estudia y define con exactitud el origen de la cosa.
Para MMP la fenomenología es una filosofía de la luz y la visión, la cual puede dar cuenta de la opacidad del mundo. Una de las disciplinas que influyó en su pensamiento fue la psicología de la Gestalt cuya enseñanza principal consistió en demostrar que nuestro conocimiento no versa sobre sensaciones sino sobre percepciones.
La luz es color
Aristóteles definió que los colores se forman de la mezcla de cuatro colores básicos que pertenecen a elementos de la naturaleza como la tierra, el fuego, el agua y el cielo, otorgando protagonismo a la incidencia de la luz y la sombra sobre ellos.
El pintor, escultor y sabio italiano, Leonardo Da Vinci, al igual que Aristóteles, consideró que el color era una propiedad intrínseca de los objetos definiendo en su Tratado de Pintura los colores básicos: primero el blanco que permite recibir a todos los demás colores, después el amarillo-tierra, el verde-agua, el azul-cielo, el rojo-fuego y el negro como oscuridad ó privación de luz.
En 1665, Isaac Newton estableció un principio hasta hoy aceptado: la luz es color. Descubrió que la luz del sol al pasar a través de un prisma, se divide en varios colores conformando un espectro.
Newton consiguió la descomposición de la luz en los colores del espectro que constituyen, una base científica para rechazar la teoría de Aristóteles. Este fenómeno se puede observar cuando la luz se refracta en un cristal y también cuando llueve y sale el sol ya que las gotas de agua refractan la luz igual que en un cristal produciendo un arco iris.
El color no tiene existencia material ya que es apenas captado por ciertas organizaciones nerviosas por la acción de la luz sobre el órgano de la visión. Su aparición está condicionada por la existencia de dos elementos: la luz como objeto físico y estímulo; y el ojo como aparato receptor que funciona descifrando el flujo luminoso, descomponiéndolo o alterándolo a través de la retina.
De esta manera, la luz pasa a ser el agente físico, y no una sustancia, que provoca el fenómeno visual por el cual entramos en contacto con las cosas. Diríamos que vemos las cosas porque existe la luz.
MMP en su obra introduce el elemento de la iluminación indicando que no es ni luz ni color ya que tiende a devenir siempre neutra para nosotros conduciendo nuestra mirada para dejar ver el objeto que oculta a través del juego de sombras y luces.
El disco negro
El pensamiento fenomenológico de MMP está impregnado de las ideas de la Gestalt y de los experimentos de Gelb y Goldstein de los que se vale para ratificar planteamientos fenomenológicos husserlianos y para obtener la descripción del comportamiento perceptivo del sujeto humano.
En La fenomenología de la percepción MMP comenta el experimento del disco negro diciendo que "si nos apañamos para hacer caer exactamente el haz de una lámpara en arco sobre un disco negro, y si ponemos el disco en movimiento para eliminar la influencia de las rugosidades que éste lleva siempre en su superficie, el disco aparece, como el resto de la pieza, débilmente iluminado, y el haz luminoso es un blancuzco sólido cuya base la constituye el disco. Si colocamos un trozo de papel blanco delante del disco, en el mismo instante vemos el disco negro, el papel blanco y uno y otro violentamente iluminados. La trasformación es tan completa que se tiene la impresión de ver aparecer un nuevo disco"7.
La iluminación y el reflejo juegan su papel como intermediarios discretos que se difuminan y conducen la mirada al lugar de retenerla para dejar ver el objeto, como cuando un pintor quiere representar un objeto deslumbrante, no lo consigue tanto poniendo al objeto un color vivo sino repartiendo los reflejos y las sombras.
Lacan retoma este experimento para decir que "la pantalla restablece las cosas en su status de real, ya desde el nivel simplemente perceptivo. Si, al ser aislado, nos domina un efecto de iluminación; por ejemplo, si un pequeño haz de luz que guía nuestra mirada nos cautiva hasta el punto de aparecernos como un cono lechoso e impedirnos ver lo que ilumina, el solo hecho de introducir en este campo una pequeña pantalla, que contraste sin ser vista con lo que está iluminado, hace que la luz lechosa, valga la expresión, se desvanezca en la sombra, y aparezca el objeto que ocultaba"8. Distingue de esta manera al sujeto unificante de la percepción y al sujeto del significante ya que la percepción está estructurada por el significante en una oposición binaria entre papel blanco y disco negro.
Visible-invisible
Miller9 comenta que Lacan desarrolla el estudio de la pulsión escópica para introducir que el ojo es un órgano y la mirada un vacío correlativo de un menos uno que le permite sustituir la pareja de MMP visible-invisible por el ojo y la mirada. La mirada como un objeto que no se puede ver como condición misma de la visión y en tanto objeto a lacaniano donde el sujeto viene a caer simbolizando la falta central que es la castración.
El quiasmo
El diccionario de María Moliner10 define el quiasmo como una figura retórica que consiste en utilizar seguidamente dos estructuras paralelas, pero invirtiendo en la segunda el orden de los términos de la primera como cuando decimos que lo primero depende del mí y lo segundo de ti.
MMP le llamó carne al elemento material, sensible y universal que comparten todos los seres inorgánicos y orgánicos. La carne es el quiasmo, el entrelazo o anudamiento de los cuerpos sensibles y sintientes, porque todos ellos son tangibles, visibles, sonoros, y experimentan los mismos sucesos que ocurren en el mundo.
En Lo visible y lo invisible el quiasmo o entrelazo de los ojos es lo que hace que pertenezcamos al mismo mundo, un mundo que no es proyectivo y que logra su unidad a través de la incompatibilidad con el mundo ajeno, donde habita el ser como ser sensible y sin restricciones ya que funcionamos como un cuerpo único donde no se trata sólo del intercambio yo-otro, sino del intercambio de yo y el mundo, entre el cuerpo fenoménico y el cuerpo "objetivo"; entre el perceptum como la cosa percibida y el percipiens como sujeto de la percepción.
El entrelazo de los ojos hace que estos sean un mismo órgano de la experiencia como ocurre con las manos, así cuando una de mis manos toca la otra, el mundo de cada una de ellas se abre al de la otra porque la operación es facultativamente reversible, porque, como se dice, ambas pertenecen a un único espacio de conciencia, porque es un solo hombre el que por medio de ellas toca una sola cosa ya que son las manos de un mismo cuerpo y cada una de ellas tiene su propia experiencia táctil a través del espacio corporal como cuando una mano dibuja a la otra y viceversa11.
También la pintura nos pone en evidencia el enigma de la visibilidad ya que restituye a lo visible por el trazo de la mano como una forma de decir del ser donde el cuerpo forma parte del ser, él es el ser, y al mismo tiempo lo percibe porque no está ni dentro ni fuera.
Por medio del quiasmo nos convertimos en lo demás y en el mundo (sujeto-ob-jeto) donde del lado de las cosas está la mirada como objeto de lo visible y el ojo restituye lo visible de la percepción con una topología filosófica de interioridad y exterioridad. Lacan define el quiasmo como el ojo y la mirada donde se manifiesta la pulsión escópica.
Alejandro Velázquez Romo
Barcelona, 16 de enero de 2010
Maurice Merleau-Ponty, "El disco negro"
NODVS XXXI, abril de 2010