"Punto vivo" del Seminario del Campo Freudiano de Barcelona de noviembre de 2011

Reseña de presentación de Marie-Hélène Brousse de los capítulos II, III y IV del Seminario 16 de Jacques Lacan, De un Otro al otro, en el SCFB de noviembre de 2011.

  • Publicado en NODVS XXXV, desembre de 2011

Paraules clau

Descartes, Russell, Marx, goce, cogito, ciencia.

Un cálculo sin sujeto

Marie-Hélène Brousse destacó el carácter actual de este Seminario una vez extraídos algunos significantes amo de los capítulos II, III y IV, agrupados por J.-A.Miller bajo el título “La inconsistencia del Otro”, haciendo hincapié en la relación con el poder y la ciencia.

Señaló la utilidad de tomar la elaboración de Lacan sobre Descartes, con el cogito sobre una época de crisis similar a la actual, en la que se suspende la verdad cuando los saberes tradicionales, institucionalizados ya no responden. Surge así un caos por la competencia entre diferentes tipos de discursos, el cual se termina cuando un saber da un sentido al enigma de esa falla en el saber. La crisis de la escolástica, el desarrollo de la ciencia con Galileo y Kepler, la crisis en las instancias del poder y el enfrentamiento por las guerras de religión, en la transición de los siglos XVI al XVII, dan lugar al cogito. Es esta doxa la que ha regido durante los siguientes tres siglos, ahora periclitada porque no permite saturar el desarrollo de los saberes científicos actuales.

En el capítulo II el significante amo es “consecuencias”, con la voz como exigencia epistemológica y ética: enfrentarse a las consecuencias que tienen los discursos, las letras, intentar pensar, en tanto psicoanalistas, cuál será la doxa que subvertirá los diferentes campos del saber y sus consecuencias. Si el precio a pagar por responder al suspenso de la verdad para Edipo fue la anulación de los ojos, para Descartes, cuando la anatomía fue la que abrió un cambio en el saber, lo que él más temía, el frío, fue lo que lo mató a los cincuenta años, haciendo aparecer aquello más negado toda su vida: el cuerpo. Siguiendo a Lacan, quien permite callar la boca de la verdad pierde algo de sí mismo.

En estos capítulos se trata de buscar las diferentes posibilidades de definición del Otro en base a una consistencia lógica. Descartes ponía a Dios en el lugar de la garantía. En la iconografía católica: los ángeles, las cruces, el padre, la paloma, el drama a los pies, la madre doliente, la prostituta, el malo, la santa, es de un desarrollo de sentidos sin detención que servirá de metáfora para todo en la vida humana, es la vertiente del Otro en el discurso religioso. En el tiempo de Descartes el método de la creencia dejó de ser el método de producción de saber dado que la ciencia estaba en status nascendi. En la imagen de la crucifixión hay dos soldados que juegan a los dados, estando prohibido el juego para la religión. Se trata de otro paradigma del Otro, del funcionamiento de lo simbólico como cifra, pura combinatoria, como letra, al final del siglo XVI y que actualmente reina en todos los campos de saber: métodos estadísticos, o más formalizados, pero más allá del cogito, que implica imaginar, desear, sentir, porque ahora se trata del cálculo sin sujeto.

La referencia a la paradoja de B. Russell permite ver el nuevo estatuto de lo simbólico en este Seminario: de un lado tenemos la ciencia con la combinatoria y del otro tenemos el discurso con los entrelazamientos significantes. La referencia a K. Marx le permite a Lacan homologar la plusvalía con el plus de goce en el funcionamiento del saber. Si Edipo pierde los ojos porque impone el hombre como saber, lo que hacer aparecer ese plus de valor, hoy en día el objeto contemporáneo es el desecho, la basura, como resultado de la saturación de la verdad por el avance de la ciencia: la matemática aplicada por doquier, donde sólo funciona la combinatoria por sí misma, con efectos de producción y caída masiva de objetos, como el cambio climático, los desechos nucleares, etc.

En 1968 Lacan está de acuerdo con L. Althusser sobre la economía desde el punto de vista de una combinatoria estructural: el inconciente, “trabajador ideal”, en el funcionamiento de la cadena significante produce este plus de goce bajo la forma de una pérdida del objeto y de goce. Con la producción de un sujeto y un objeto que no implican dos modos de producir diferentes, tal como en Marx no hay dos modos de producción: uno para la mercancía y otro para la plusvalía. La inconsistencia está en que no es posible aislarlas porque se trata de una banda de Moebius, sin frontera. Lacan transforma así la teoría de la representación en el discurso contemporáneo anticipando los modos nuevos de presentaciones que caracterizan al arte actual. Es una nueva teoría de la representación -que nos decía que “el significante representa al sujeto para otro significante”- porque no solamente tenemos que abandonar el modo del grafo, donde Lacan abandonó el significado, dado que ambos ejes son del significante sin referencia al significado. La oposición representación-presentación se resuelve más tarde en el Seminario Les non-dupe errent. Aquí se trata de una diferencia sustancial entre S1 y S2, que no se escriben igual, cuando en la cadena significante no hay diferencia en el nivel sustancial, un significante puede ser amo y no ser amo en otro discurso. Cuando alguien se analiza, el que funciona como analista tiene una orientación metódica, que es buscar el significante amo de diversas maneras: una palabra extraña en otros lugares, una cifra en medio de nada, un término grosero en una argumentación educada, etc. Todo eso tiene que ver con los efectos de recorte de la cadena significante. Lacan criticará más tarde esta teoría de la representación para decir que no hay S2 sino únicamente S1, uno, uno, uno… y que dos, el saber inconsciente, es resultado de un tercer elemento topológico: un lugar vacío. Los fenómenos de cercanía y de borde, las tecno-ciencias para el dominio de la presentación, la presencia y no la sustitución que implica una ausencia; este modo de presentación produciría efectos sobre la democracia porque ésta funciona sobre la forma de la representación clásica. En estos tres capítulos Lacan aún sigue con la teoría de la representación pero ésta ya no produce una metáfora sino un goce. Por eso anuncia un discurso sin palabras donde el modo de producir del sentido desaparecerá porque el efecto no será de saber sino de goce. 

Nos empuja a analizar el discurso contemporáneo, el capitalismo actual, donde si bien el marxismo ya no está vigente en el concepto de lucha social, dado que ese paradigma se reveló como un fracaso cuando en nuestros países el proletariado está desapareciendo, sí mantiene su vigencia en la contradicción interna a la clase del capitalismo productor de objetos, de valor, y la del capitalismo financiero, el que está del lado de los soldados romanos al pie de la cruz, porque tiene que ver con el puro funcionamiento de la combinatoria sin relación con los productos. Es un capitalismo que se organiza de manera distinta al momento de sus inicios a finales del S XVI, con los banqueros italianos, porque ahora se puede apreciar cómo se han emancipado la combinatoria, por un lado, y el goce, por el otro.

Rosalba Zaidel

"Punto vivo" del Seminario del Campo Freudiano de Barcelona de noviembre de 2011

NODVS XXXV, desembre de 2011

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