'Conocimiento del inconsciente' de Henry Ey, VI Coloquio de Bonneval (1960)
Referencia presentada en el Seminario del Campo Freudiano de Barcelona en octubre de 2012.
El texto, tras presentar la ruptura de la IPA con Jacques Lacan en 1964, señala la incidencia política del coloquio de Bonneval de 1960 organizado por Henri Ey como apoyo a las tesis lacanianas en torno del inconsciente. Nos presenta la relación entre inconsciente y lenguaje como el eje principal de un abordaje del psicoanálisis que, vía la lingüística, sería científico sin recurrir a la biología. Tras describir brevemente la vida de Ey, el artículo aborda su amistad con Lacan para poner de relieve el fructífero desarrollo epistémico que resultó de sus intercambios en torno de la psiquiatría y especialmente de la psicosis. El texto ahonda finalemente en la concepción dual del inconsciente que propone Ey, y que fue el punto de partida del coloquio de Bonneval de 1960.
Henri Ey, Jacques Lacan, inconsciente, IPA, psiquiatría.
Lacan inició sus lecturas sobre Freud, en 1932, mientras preparaba su tesis de doctorado en psiquiatría. Desde entonces, se mantuvo en contacto cada vez más cercano a lo que en esos momentos entre los años 40 y 50, fueron las luchas internas en la Asociación Internacional Psicoanalítica (IPA), protagonizadas tras la muerte de Freud por su herencia. Esta se jugaba entre dos teorías irreconciliables, una, la de Anna Freud, con su teoría de las defensas del Yo y la otra con Melanie Klein con su teoría del desarrollo pulsional.
Posición del Inconsciente artículo que constituye el objeto del seminario de este año, se mueve entre 1960 y 1964. La primera fecha, 1960, fue el año en que se realizó, en el hospital psiquiátrico de Bonneval, el sexto Coloquio de Bonneval sobre “El Inconsciente”, organizado por Henry Ey quien convoca para el Congreso de Bonneval a filósofos y psicoanalistas pertenecientes a las dos grandes tendencias que en aquel entonces estaban representadas por la Sociedad Psicoanalítica de París (SPP) y por la Sociedad Francesa de Psicoanálisis (SFP)- de la que formaba parte Lacan-, con el objeto de debatir sobre el estatuto del inconsciente freudiano.
La segunda fecha, 1964, es aquella en la que Lacan reelabora su intervención en el Coloquio a petición de Henry Ey, para su inclusión en el libro del Congreso que saldría publicado dos años después.
Entre ambas fechas se jugó un viraje importante dentro del psicoanálisis. La pertenencia o no de Lacan a la Internacional (IPA). El comité ejecutivo de la IPA negó a J.Lacan y F.Dolto el derecho de formar didactas. Las razones eran complejas. Se reprochaba a Lacan la transgresión de las reglas técnicas, en particular las que determinaban la duración de las sesiones. Lacan se negó a cumplir tal condición y abandonó la SFP para crear en junio de 1964 su propia escuela, que se hizo conocida como École Freudienne de Paris (EFP).
Será en este escrito del Congreso así como en las primeras clases del Seminario 11, “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”, en donde Lacan desarrollará de manera formalizada la estructura del concepto de inconsciente, de la que se desprenderá, por ejemplo, la lógica de las sesiones de tiempo variable y el manejo de la transferencia. Es decir que se trata, ni más ni menos, del fundamento teórico en el que Lacan apoyará la práctica por la que fue excluido de la IPA.
El título, “El inconsciente”, preparado con varios años de antelación, para el coloquio de Bonneval, pretendía recoger la atmósfera, que se esperaba electrizante, entre los debates que se seguían tras la enseñanza del psicoanálisis, en esa época.
En 1960, las ideas de Freud no pueden ser ya presentadas como nuevas y aún menos subversivas. La cuestión que se plantea en el Coloquio de Bonneval, es la de extraer de la oscuridad y de la insuficiencia, ciertos temas que han ido surgiendo en las discusiones, entre las escuelas en alza, y que siguen constituyendo un problema. ¿Qué puede considerarse como una organización del inconsciente? ¿La teoría psicoanalítica del yo, la naturaleza de las pulsiones o las relaciones de objeto?
La parte esencial del coloquio trató de las relaciones del inconsciente y el lenguaje, por lo que las discusiones se organizaron en torno a la enseñanza lacaniana, hecho que representó un fuerte espaldarazo en relación a la disputa política de Lacan con la SPP y la IPA. Además, desde el punto de vista teórico, Bonneval constituyó la posibilidad de demostrarles a los psicoanalistas de la IPA que el freudismo revisado desde la lingüística presenta las condiciones de una ciencia en forma plena, sin la necesidad de su reducción a la biología.
Bonneval, fue el escenario virtual, donde nadie, a pesar del origen de los ponentes, que se extendía desde la neurobiología hasta la filosofía, puso en duda la existencia del del inconsciente. El tono, muchas veces acalorado de los participantes, fue por el contrario como un elogio al mismo, de manera que convirtió la antigua abadía y luego hospital psiquiátrico, en el teatro de un nuevo Banquete. Fue pues, el centro donde se decidió la separación entre fenomenología y estructuralismo.
En la organización del Coloquio, estuvo al frente, Henry Ey, para entonces un reconocido psiquiatra, que nació en Banyuls-dels-Aspres, un pequeño pueblo del sudoeste de Francia en el País catalán del Rousillon.
Fue allí donde nació su vocación por la psiquiatría. Cuando era niño en la montaña de Céret solía encontrar un hombre extraño a quien todos llamaban “loco”, que le causaba impresión, algo que le apresaba en la angustia y el miedo, y que le llevó más tarde a interesarse por la esquizofrenia.
Inició sus estudios de Medicina en Toulouse y se graduó en Paris donde además, se licenció en Filosofía por la Sorbonne. Desde su graduación en 1923 fue médico interno en varios hospitales, Director de la cátedra de Enfermedades Mentales, y del Encéfalo en Sainte Anne. Es entonces cuando conoce a Jacques Lacan, un interno del servicio. Será su compañero en el servicio y en la Sala de Guardia, amigo y luego adversario teórico.
Fue el primero en abrir las puertas de este hospital a los fundadores del psicoanálisis en Francia. En 1933 Henry Ey es nombrado Médico Jefe del Hospital Psiquiátrico de Bonneval, a orillas del Loire, en donde vivirá y trabajará hasta su jubilación en 1971.
A pesar de que Henry Ey y Lacan fueron adversarios teóricos irreconciliables, se estableció entre ellos, un verdadero diálogo de amigos. Lacan le dedicó como camarada, su tesis: “De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad”, cuando la publicó en 1932.
En 1964 cuando Lacan está en graves dificultades por la situación internacional del psicoanálisis, luego de su exclusión de la IPA y funda su Escuela, recurre a Henri Ey para solicitarle su sostén, y Henri Ey de la "posición de la cual domina toda la psiquiatría francesa", según la expresión que Lacan le reservara otrora, asiste al seminario conocido después como "La Excomunión" en una clara muestra de apoyo pero declina amistosamente participar en la fundación de la Escuela manifestándole su preocupación por el devenir y el futuro de la misma.
Pero más allá de la amistad, del aspecto anecdótico, el diálogo entre Henry Ey y Lacan modifica el contenido mismo del psicoanálisis que Lacan elabora. Y los cambios que Lacan introduce en sus propios conceptos podrían llevar las trazas del diálogo con su amigo. Así por ejemplo la concepción de la locura de Lacan en 1946, demasiado amplia para ser específica según la crítica de Ey, se transformará diez años después, con el concepto de forclusión, en una herramienta propia para pensar la psicosis y ya no la locura, mucho más cerca del ne devient pas fou qui veut – no se convierte en loco quien quiere- de la sala de guardia que uno y otro recordaban. O aún, el artículo de Ey de 1932, tan trabajado por Lacan en su Tesis, La notion d'automatisme en psychiatrie, centrado en la cuestión de la causa podría haberlo influido, como lo dice F. Leguil (Ornicar? 1989, N°48).
Inversamente, el impacto del pensamiento de Lacan en la obra de H. Ey, es visible a través de las innumerables citaciones de sus textos principales.
En todo caso, en lo teórico no llegaron nunca a chocar como con otros autores. Pues como se ve en Conocimiento del Inconsciente, H. Ey prefirió seguir el camino de la dualidad del inconsciente: Lo que define al inconsciente es que sea desconocido para la conciencia. Y es un hecho que fuera de la conciencia no hay conocimiento. Fuera del conocimiento el ser se desvanece para caer en el no-ser ser esto es algo que nos inclinamos a pensar, afirma H. Ey. Digamos que el ser del inconsciente en tanto que escapa al conocimiento es un no-ser, pero solo relativo, porque como se dice en El Sofista, no es posible separar radicalmente el ser y el no-ser y la definición del inconsciente (no-consciente) no destruye su ser, porque la definición de la conciencia lo implica. Esta es la tesis que no dejó de defender.
Y tras esta definición dual del inconsciente, invitó a sus colegas de las Jornadas a preguntarse sobre cuáles son las modalidades de ese ser inconsciente. Ese ser inconsciente como efecto de la represión como descubrió Freud, los lapsus, chistes, sueños… que en última instancia el psicoanálisis es lo único que permite hacerlo aparecer, señala H. Ey. La esencia del conocimiento del inconsciente es ser enigmático y estar paradójicamente entrelazado al ser consciente. Porque su ser no es sino en relación con lo que no es, es decir, en y por su relación con la Conciencia que lo trasciende o lo reprime.
Con esta breve introducción sobre Conocimiento del Inconsciente H. Ey inauguro las Jornadas que constituyeron el último y más célebre de los Coloquios que tuvieron lugar en el hospital de Bonneval en 1960.
Ey, H. (1966). Connaisance de l'Inconscient en L'Inconscient. 13-16. VI Colloque de Bonneval. Ed: Desclée de Brower
Ey, H. (1970). El Inconsciente (Coloquio de Bonneval). México: Siglo XXI.
Strauss, M. (2001). Pour un dialogue : Henri Ey et Jacques Lacan. Evolution Psychiatrique, 66(2), 277-286.
'Conocimiento del inconsciente' de Henry Ey, VI Coloquio de Bonneval (1960)
NODVS XXXVIII, gener de 2013