Baltimore

En 1966 Lacan viaja por primera vez a los EEUU después de haber sido excomulgado por la IPA y en un momento donde su enseñanza comienza a ser difundida fuera del ámbito psicoanalítico francés, no es difícil imaginar que durante el vuelo de ida pensará en las palabras pronunciadas por Freud a Jung, en su viaje al nuevo continente. El viaje de Lacan dura veinte días, durante el cual realizo diversas conferencias en las universidades de Chicago, Nueva York y Baltimore, así como un visita de ocho días a México donde no tuvo vida de misionero pero si de turista, visita de la cual  dejo  huella en su enseñanza.

Lacan fue invitado a Baltimore por René Girard y Eugenio Donato para participar en una conferencia sobre el estructuralismo organizado en octubre de 1966 por la Universidad Johns Hopkins. Lacan al preparar la conferencia en el hotel y viendo por la ventana la ciudad con sus luces intermitentes y el trafico al amanecer piensa que todo lo que ve es el resultado de pensamientos que lo llevan a decir que el inconsciente es Baltimore al amanecer y un año mas tarde, en Nápoles, dirá que el inconsciente son pensamientos.

A la conferencia de Baltimore también fue invitado el filósofo Jacques Derrida quien presento un trabajo sobre la estructura, los signos y el discurso de la ciencia. Derrida a partir de su trabajo sobre gramatología en 1963 empezó a leer a Lacan considerándose “amigo del psicoanálisis” sin mantener por eso compromiso con una institución psicoanalitica, ni como analista, ni como analizante.

De esta manera fue en Baltimore donde Lacan se encontró por primera vez con Derrida, encuentro en el que  mantuvieron una extensa y no menos tensa conversación, durante una cena realizada por los organizadores del encuentro.

Un año después

El segundo y último encuentro de Lacan con Derrida se llevo a cabo, un año después del Congreso de Baltimore, en París durante una cena en casa de Jean Piel (familia política de Lacan). En este encuentro Lacan y Derrida hablan sobre el trabajo que cada uno está realizando en ese momento y de manera repentina Derrida le cuenta al psicoanalista, J. Lacan, una anécdota sobre su hijo Pedro, de cuatro años, quien al intentar dormir acorrucado en los brazos de  Margarita (su mujer), le pregunta a él (su padre) ¿por qué me miras?.

Posteriormente, el 14 de diciembre de 1967, en el Instituto Francés de Nápoles, Derrida asiste a la conferencia de Lacan que lleva por titulo “la equivocación del sujeto supuesto saber” donde escucha con sorpresa al psicoanalista referirse a la anécdota que  él le había confiado. Lacan habla sobre un niño de cuatro años que intenta dormir acorrucado en los brazos de su madre ante la mirada de un padre que juega al muerto con respecto al deseo del Otro, señalando que “toca al padre que se lo digo escucharlo o no”. Situación que lleva a Derrida a poner punto final a la relación con Lacan.

El niño como síntoma

Como en el caso del pequeño Juanito de Freud, “el caso de un niño de cuatro años” fue contado por el padre del niño al psicoanalista, en este caso J. Lacan, quien durante un encuentro contingente no dejo pasar la oportunidad de invitar al padre de este niño a preguntarse algo de su no querer saber nada sobre eso.

Ya Lacan lo había indica en las dos notas sobre el niño donde dice que el niño representa la verdad del discurso de la madre en cuanto verdad de la estructura de la pareja familiar donde hay que tomar encuentra la metáfora paterna y no limitarse a la posición de la madre. En el texto la equivocación del sujeto supuesto saber Lacan explica que la posición del niño al haber perdido el gusto de sí mismo desde que hablo, como síntoma depresivo, está relacionada con la identificación al padre que hace el muerto frente al deseo del Otro.

Aquí encontramos la imagen de la madre con su hijo que es tan antigua como la humanidad misma y nos recuerda la representación clásica de Isis y Horus ó la Virgen y el niño que muestran la unión de una mujer con su hijo. En este caso vemos un niño acorrucado en los brazos de su madre y preguntando al padre ¿por qué me miras?, pregunta dirigida al Otro que hace el muerto al responder al niño por qué eres lindo, ya que en lugar de dirigir su deseo a la mujer se queda fascinado por la imagen fálica de la unión entre la madre y el hijo. De esta manera es el padre quien hace trampa al dejar al hijo en esta posición que no se puede definir como síntoma de la madre o como síntoma del padre ya que se trata de la  articulación del Otro entre Deseo de la Madre y Nombre-del-Padre.

Por amor a Lacan

En 1990 Derrida es invitado junto con otros filósofos al Coloquio Internacional organizado por René Major y Patrick Guyomard como homenaje a Lacan con el titulo Lacan y los filósofos. Derrida presento un trabajo titulado Por amor a Lacan donde explica su relación con el psicoanalista y cuenta los dos únicos encuentros en que hablaron el uno con el otro, encuentros en los que de una u otra forma siempre hablaron de la muerte. Concluye Derrida diciendo: Lacan y yo.... nos quisimos mucho, cada uno a nuestra manera.