Reseña de la charla 'La lectoescritura en la era digital'
Reseña de la charla inaugural La Lectoescritura en la era digital del Grupo de Investigación Clínica del Sinthome.
Jorge Carrión, Teleshakespeare, Telefreud.
La noche del lunes 15 de octubre asistimos a la charla inaugural del Grupo de Investigación “Clínica del Sinthome”, un encuentro con el escritor Jorge Carrión, moderado por Estela Paskvan, cuyo tema fue La lectoescritura en la era digital. Encontramos allí un espacio que nos permite iniciar un trabajo esperado: el de compartir en esencia los aportes venidos de la mano, en este caso, de las nuevas tecnologías. La velada, además de resultar muy amena, nos brindó la oportunidad de asomarnos al mundo de las series televisivas emergidas como fenómeno de culto en la última década, que sin duda están produciendo a la vez que reflejando una serie de cambios en la modalidad de lectura y escritura de los sujetos actuales. Series que reflejan según el autor, la historia de la televisión en las últimas décadas del siglo XX y que dan cuenta de la realidad social en la que están inmersas.
Fuimos guiados en este recorrido por un experto y apasionado del tema, sobre el que ha publicado libros como Teleshakespeare (Errata Naturae, 2011) o artículos como Telefreud, en los se ha ocupado de aplicar los métodos del análisis literario a las producciones mainstream, series televisivas, películas, cómics o videojuegos, que actualmente conforman una red de retroalimentación tanto a nivel de contenidos como de participantes en el proceso creativo, con un nivel de calidad y difusión inéditos y que recién ahora están siendo objeto de este tipo de análisis.
Este abordaje nos permitió acercarnos a ciertos rasgos constructivos propios de estas producciones, marcadas por la multiplicidad de tramas presentes en sus relatos. La diversidad entre los géneros es una constante que gravita en las series, para superarla. Su intrusión y coexistencia se manifiestan en su jubilosa representación: drama, animación, comedia, acción alcanzan una continuidad casi inadvertida. En la inquietud del espectador rige, más allá de la trama, aunque no sin ella, lo “bien realizado, la buena producción”.
Una de las características destacadas durante la charla fue la tensión presente en la trama entre la serialización, la fragmentación del relato y la unidad de sentido que debe conservar una serie, que, al límite, siempre ha de poder presentarse en una frase.
Existen peculiaridades de lenguaje tales como la necesaria condensación en el tiempo o el recurso a la construcción de artefactos que facilitan el armado de la trama, como los murales, un recurso visual cuya lectura, mimada por la cámara, sirve para que tanto el espectador como un personaje puedan reconstruir la historia o anticipar acontecimientos futuros.
El uso masivo de las nuevas tecnologías ha dado lugar a nuevos contextos de circulación y de lectura de lo audiovisual y lo literario. Podría decirse que una pantalla nunca está sola, siempre hay otras, la televisión convive en simultáneo con el portátil, el ipad, el móvil. Cada una es multiplicada y comentada por las otras; inevitablemente el proceso de construcción del relato ha mutado.
Durante este encuentro fue posible acercarse sin dramatismo, con aire fresco, al lugar y la relación que los sujetos actuales mantienen con la lectura través de estas producciones. Las teleseries circulan por el ciberespacio a dos niveles simultáneos: el del consumo y el de la interpretación, confluyendo ambos ocasionalmente, en la reescritura. La relación muchas veces apasionada que millones de espectadores mantienen con ellas, da lugar a la participación en foros, la creación de subproductos que a su vez se convierten en objetos de culto, generando un proceso indefinido que subvierte profundamente el lugar del emisor y el receptor, el creador y el espectador, el productor y el consumidor.
Una de las cuestiones fundamentales que atraviesa uno de sus textos, “Telefreud”, es la presencia del psicoterapeuta en algunas de las series analizadas. El autor toma una cita del guionista de “Los Soprano” D. Chase “Quiero que el espectador descifre lo que es importante que haga de hecho el mismo trabajo que está haciendo la Dra. Melfi”. El psicoterapeuta aparece como un conductor de la trama de la serie, vehículo de interpretación del personaje y la vez forma de acelerar la iluminación del mismo. Respecto a la serie “Los Soprano”, donde el psicoterapeuta tomará esta función, es posible interpretar a los personajes, dice el autor, “gracias a este marco de psicoanálisis light que ha inventado la ficción audiovisual”. El psicoterapeuta es un lector del protagonista, función que aparece como heredera del investigador privado, personaje sobre el cual recaía la labor de desciframiento del sentido de la serie. La clave de la terapia, tal como se presenta en las series es que el psicoterapeuta se convierta en un alter ego del espectador que va desenmarañando la oscuridad inicial del protagonista, a partir de una serie de esquemas de fácil comprensión para el espectador. Está lo enigmático del personaje que el psicólogo ayuda a descifrar. La terapia se convierte entonces un recurso narrativo para el desarrollo de la serie.
Queda a nuestro cargo intentar ver qué efectos tendrá todo este panorama presente, en el parletre. Tenemos por delante un tiempo de trabajo para esbozar nuestras hipótesis. Tomando palabras del propio Jorge Carrión, podemos decir que “trabajar sobre el presente da muchas oportunidades de equivocarse”, pero hoy sabemos que asumir este riesgo nos permite colocarnos en la posición que nos conviene.
Reseña de la charla 'La lectoescritura en la era digital'
NODVS XXXVIII, gener de 2013