Acerca de la diferencia entre Ley y Causa
Este texto ha sido elaborado a partir de las enseñanzas impartidas en el Seminario del Campo Freudiano del curso 2013-2014, en que se ha investigado a partir de los escritos de Jacques Lacan "La ciencia y la verdad" y "El triunfo de la religión". La autora ha tomado otro texto de Lacan, "El seminario sobre la carta robada", como eje para desplegar su trabajo.
El Seminario de la Carta Robada” es un texto en el que Lacan construye y sostiene una tesis a partir del cuento de Edgar A. Poe “La Carta Robada”: el orden simbólico es constituyente, hay una primacía y una autonomía de este registro y su funcionamiento ordenado determina al sujeto. Este artículo también presenta algunas diferencias entre Ley y Causa en el texto.
"La carta robada"; orden simbólico; sujeto; Ley; Causa.
I) INTRODUCCIÓN:
“El Seminario de la Carta Robada” es un texto en el cual J. Lacan construye y sostiene una tesis que ilustra a partir del cuento de Edgar A. Poe “La Carta Robada”. Se resalta el interés por demostrar que el orden simbólico es constituyente, que hay una primacía, una autonomía de este registro, y que su funcionamiento ordenado determina al sujeto. Dicho esto y con la orientación de la enseñanza de J. Lacan, trabajaré algunas diferencias entre Ley y Causa en dicho texto.
“LA CARTA ROBADA” (1)
Escritor, cuentista, poeta, crítico, periodista y editor. De origen estadounidense, nacido el 19 de enero de 1809 en Boston, Massachusetts. Fallecido el 7 de octubre de 1840, a los 40 años en Baltimore, Maryland (EEUU). Reconocido generalmente como uno de los maestros universales del relato corto. Poe escribió “La carta robada” cuando tenía 32 años, publicándose en 1844 bajo el título “The purloined letter”. Charles Baudelaire la tradujo al francés bajo el título “La lettre volée” (“La carta robada”). Por otra parte, Baudelaire realiza grandes elogios hacia el escritor y la obra, que es considerada como un antecedente de la novela policial. Se destaca también, como dato bibliográfico de interés, que Poe fue muy buen alumno en física y matemáticas. Además, tenía interés en que sus cuentos fueran escritos como axiomas matemáticos.
Es una narración escrita en primera persona, distribuida en dos escenas y tres personajes:
1. Narrador.
2. Dupin, un inspector.
3. El Prefecto de la policía de París.
En cada una de las dos escenas uno de los tres personajes le relata a los dos restantes la historia de un robo.
PRIMERA ESCENA: en el cuento de Poe, la Reina encarga al Prefecto de la policía recuperar una carta. Ante el fracaso producido a raíz de las minuciosas búsquedas fallidas del Prefecto, éste solicita a Dupin ayuda y orientación. El prefecto relata al Inspector lo que había sucedido en el Palacio Real. Cuenta entonces que la Reina estaba en su despacho y en posesión de la carta, cuando se vió sorprendida por el Rey y el Ministro. La Reina se pone nerviosa, el Ministro rápidamente advierte su intranquilidad respecto a la carta mientras que el Rey no ve nada. El Ministro hace un juego de prestidigitador en el escritorio de la Reina, agarra la carta en cuestión, se la roba, y la sustituye por otra en ese lugar. La Reina no puede hacer nada porque si muestra algún signo, el Rey se puede dar cuenta; y el Ministro parte con la carta. La carta deberá ser recuperada por el poder que pueda ejercer el Ministro sobre la Reina. Y es que si el Rey conoce la existencia de esa carta, la Reina estaría en problemas. Dupin, responde al Prefecto que va a resolver la situación pero a cambio de un dinero que deberá pagar el Prefecto.
SEGUNDA ESCENA: un mes después y según el acuerdo previo establecido, Dupin relata cómo recuperó la carta... y el Prefecto le paga el dinero convenido. Cuenta entonces que fue al hacer una primera visita al despacho del Ministro cuando dio con el lugar donde la carta se hallaba. La descubrió en la Chimenea: estaba en la superficie y a la vista de todo el mundo, en el lugar donde menos se la esperaba encontrar, entre las piernas de la chimenea. Relata que el Ministro había hecho un trabajo muy grotesco con la carta: la había dado vuelta, como lo había hecho la Reina. Había cambiado el nombre, la escritura era de tipo femenina, como dirigida al Ministro, además, de tener apariencia desgastada. Es entonces cuando Dupin decide organizar una segunda visita. Al día siguiente, con algunos cómplices, programó un gran alboroto en la vereda a la que daba la ventana del despacho del Ministro. Así fue que, mientras el Ministro se distrajo unos instantes para mirar tras la ventana lo que ocurría, Dupin, rápidamente, sustituyó la carta por otra cualquiera, recuperando así la de la Reina. Por otra parte, Dupin confiesa que no pudo resistirse a dejar una nota con unos versos de Crebillon, imaginando el día en que el Ministro quisiera darle uso a la carta:
… “Un dessein si funeste,
S’il n’est digne d’Atrée, est digne de Thyeste,
(…Un designio tan funesto,
Si no es digno de Atreo, es digno de Tieste). (3)
Son unos versos que se pueden encontrar en el Atreo de Crebillon. (4) Es la historia de una venganza cruel, la historia del burlador/burlado.
II) DESARROLLO:
Situar el momento cuando J. Lacan escribe “El seminario sobre la Carta Robada” implica señalar la dificultad de lectura del texto respecto a un momento de transición teórica en la enseñanza de J. Lacan. Transición que se deriva del establecimiento de las llamadas leyes del lenguaje, en contraposición con las leyes de la palabra y la dialéctica de la intersubjetividad planteadas inicialmente en su enseñanza. Es un texto que inaugura los Escritos en 1966 y rompe con toda cronología. El escrito de J. Lacan fue producido entre mayo y agosto de 1956.
Sin embargo, hay que destacar que precede al texto una clase del Seminario II, recogida en la edición de Paidós como el capítulo XVI “la carta robada”, fechado entre marzo y abril de 1955. Es decir, que el escrito sobre 'La carta robada' es un trabajo en donde se hace una relectura de otro anterior y al cual actualiza. Por otra parte J. Lacan ya ha escrito “El comentario de Jean Hyppolite sobre la Verneinung de Freud”, y la última parte del Seminario de la Psicosis. Además, en paralelo, recibe esas fechas las clases sobre la metáfora y la metonimia de Roman Jackobson. Jacques Lacan ubica este texto en un lugar de excepción con relación al ordenamiento de otros de los “Escritos”, en los cuales sigue una secuencia cronológica.
Por otra parte, “El seminario de la carta robada” es un escrito de estructura interna compleja. Está armado por diferentes construcciones, apartados y cortes que no son de la misma época. Podemos ubicar los siguientes:
“El Seminario de la Carta Robada” es una amalgama de varios trabajos, pero Lacan lo sitúa en el inicio de los Escritos. En este trabajo, Lacan parece pivotear todo el tiempo entre lo que implica las relaciones intersubjetivas y el funcionamiento de la cadena significante en su combinatoria formal. Construye el texto y plantea un objetivo claro: el de sostener e ilustrar su tesis con el cuento de Poe. Esto quiere decir, poner en primer plano el orden simbólico.
Queda patente en esta cita: “Por eso hemos pensado ilustrar para ustedes hoy la verdad que se desprende del momento del pensamiento freudiano que estudiamos, a saber que es el orden simbólico el que es, para el sujeto constituyente, demostrándoles en una historia la determinación principal que el sujeto recibe del recorrido de un significante”. (6)
También en esta: “El programa que se traza para nosotros es entonces saber cómo un lenguaje formal determina un sujeto”. (7)
Así, por un lado, resaltará la primacía del símbolo. Y, por el otro, subrayará lo que llama un lenguaje formal. Ya desde el Seminario II, con el juego de par e impar, venía intentando introducir la idea de un lenguaje casi algebraico, de un lenguaje de signos desprovistos de sentido en el contexto del intento de articular el estructuralismo lingüístico con la cibernética naciente (1956) En el Seminario III hablará del significante asemántico.
Este sistema, esta maquinaria pone de manifiesto leyes, secuencias, ordenamientos... que son heterogéneos, exteriores al sujeto, y por eso mismo lo determinan. En este sentido, dos grandes temas podríamos subrayar:
“Nuestra investigación nos ha llevado al punto de reconocer que el automatismo de repetición toma su principio en lo que hemos llamado la insistencia de la cadena significante. Esta noción, a su vez, la hemos puesto de manifiesto como correlativa de la ex-sistencia (o sea: el lugar excéntrico) donde debemos situar al sujeto del inconsciente, si hemos de tomar en serio el descubrimiento de Freud”. (8)
Lacan, subraya y presenta en el texto un tema de relevancia en psicoanálisis: el de la determinación, la causalidad y el destino diferenciándolos entre sí. Cada vez que está planteado el automatismo como la insistencia de la cadena significante en su repetición lo está situando del lado de la ley y determinación.
Jacques Lacan considera un apólogo el cuento de E. A. Poe. Le parece ejemplar esta ficción para ilustrar su tesis. Muestra la determinación del sujeto por el lenguaje formal en el automatismo de repetición. Interroga el texto de Poe con las herramientas del estructuralismo, propone una nueva versión del cuento y lo construye también en dos escenas. Escenas en la que se repite una misma acción -el robo de una carta- y en las cuales distingue lugares, posiciones, términos, relaciones entre sí, y tiempo. La primera escena, la inaugural, así como la segunda, presentan qué tipo de relaciones intersubjetivas se establecen entre los personajes. Muestra como el sujeto, quién detenta la carta, sufre efectos de metamorfosis, en el sentido que no se resiste a la impronta que ésta ejerce.
Ilustra así el automatismo de repetición, cuando se producen los efectos de feminización sobre el que posee la carta. Lacan utiliza la expresión de Levi Strauss de eficacia simbólica para dar cuenta de este punto.
“Si la eficacia simbólica se detuviese ahí, ¿es que también ahí se habría extinguido la deuda simbólica? Si pudiésemos creerlo, nos advertirían de lo contrario dos episodios que habrá que considerar tanto menos como accesorios cuanto que parecen a primera vista detonar la obra”. (9)
En síntesis: - la carta -
1.- Feminiza a quién la detenta.
2.- Adquiere un valor determinante en cuanto al ejercicio del poder.
3.- determina cambio de posición de los sujetos en el esquema estructural que Lacan hace.
“Si lo que Freud descubrió y redescubre de manera cada vez más abierta tiene un sentido, es que el desplazamiento del significante determina a los sujetos en sus actos, en su destino, en sus rechazos, en sus cegueras, en sus éxitos y en su suerte, a despecho de sus dotes innatas y de su logro social, sin consideración del carácter o el sexo, y que de buena o mala gana seguirá el tren del significante como armas y bagajes, todo lo dado de lo psicológico”. (10)
El automatismo de repetición está ilustrado en el cuento como el efecto de determinación del significante sobre el sujeto. Es decir, no se da por la repetición de las acciones sino por el desplazamiento, el recorrido del significante. En este punto, se presenta una ruptura con lo psicológico, respecto a la determinación que el sujeto recibe por el desplazamiento del significante. Hay sobredeterminación significante.
La posesión de la carta determina el lugar de cada personaje en el relato. Opera y ejerce sus efectos sin que el sentido sea develado. Parece marcarse una diferencia entre significación y sentido. Por ejemplo, la Reina lee y entiende el mensaje cuando le es sustraída la carta. El mensaje perturba el pacto entre el Rey y ella, el pacto fundado en el “tú eres mi mujer”. Lo que está en juego es la potencia del significante, en tanto sobredeterminación del sujeto.
La carta-letra, como mensaje, significante y objeto.
Podemos ubicar los tres registros a partir de este texto de la siguiente forma:
1.- Imaginario: en tanto mensaje, se desconoce el contenido pero desde el punto de vista del mensaje la carta cumple su función.
2.- Simbólico: en tanto significante, lo que está en juego es la potencia del significante en la determinación del sujeto.
3.- Real: la carta-letra como objeto. En los agregados (1966), Obertura y la segunda parte del texto, comienza a aparecer junto con la determinación y la ley significante la dimensión causal, a partir de la conexión con la dimensión del objeto “a”. Ahora, se presenta el tema de la disfunción entre ley y causa. La ley se opone a la noción de causa, en tanto que en la idea de causa aparece algo fallido desde el punto de vista del significante. Se opone la ley de determinación, con aquello que supone una causa no significante. Es el valor que dará J.Lacan al intervalo entre significantes. Se produce un vuelco en la enseñanza de Lacan: la teoría del sujeto consiste en que es determinado por el significante, pero causado por el intervalo, el objeto.
“Porque desciframos aquí en la ficción de Poe, tan potente en el sentido matemático del término, esa división en la que el sujeto se verifica por atravesarlo un objeto sin que se penetren por nada, división que está en el principio de lo que se eleva al final de esta compilación bajo el nombre de objeto a” (léase: a minúscula). (11)
“Esto no es más que un ejercicio, pero que cumple nuestro designio de inscribir en él la clase de contorno donde lo que hemos llamado el caput mortuum del significante toma aspecto causal”. (12)
La carta en su dimensión de objeto, caput mortuum, es una alusión a la alquimia, al precipitado, a lo que cae. Frase que remite al pasaje del objeto “a” a su función como causa del sujeto.
III) CONCLUSIÓN :
Disfunción entre ley y causa.
La ciencia se regula por leyes, la ley en tanto es sucesión ordenada y regular de los fenómenos. En la física, por ejemplo, para que un suceso A sea la causa de un suceso B se tienen que cumplir tres condiciones:
Es una relación entre un suceso (causa) y otro suceso (efecto). Se trata de la regularidad de una cadena de fenómenos con una serie de causas y efectos. Se establece una ley en la medida que siempre que hubo A hubo B.
“¿Qué se quiere decir cuando se afirma que el suceso B es causado por el suceso A? Se quiere decir que hay ciertas leyes de la naturaleza a partir de las cuales puede deducirse lógicamente el suceso B, cuando se las combina con la descripción completa del suceso A. Para la cuestión no interesa que las leyes L puedan ser enunciadas o no. Por supuesto, interesa si se exige una prueba de que la afirmación es verdadera. Pero no interesa para indicar el significado de la afirmación. Es esta circunstancia la que hace del análisis de la causalidad una tarea tan difícil y arriesgada”. (13)
“Cuando se empuja una mesa, se experimenta una tensión en los músculos. Cuando se observa algo similar en la naturaleza, por ejemplo, cuando una bola de billar choca con otra, es fácil imaginar que una de las bolas sufre una experiencia análoga a la nuestra cuando empujamos la mesa. La bola que golpea a la otra es agente. Le hace algo a la otra bola y provoca su movimiento.” (14)
Con esa dirección proporcionada en la clase del 5/04/14 del Seminario del Campo Freudiano (curso 2013-2014), acerca del escrito “La ciencia y La verdad”, Regina Menéndez trabajó y presentó “El tratado de la naturaleza humana” de David Hume. Rosalba Zaidel, en la reseña del SCF de esa misma sesión alude al tema en su Punto Vivo de aquella sesión del seminario:
“Siguiendo a D. Hume: la causa no contiene en sí, a título de consecuencia, el efecto. Según Hume la causa toma su consistencia, a diferencia de la ley, por la costumbre”. (15)
La objeción de D. Hume sería que nada aseguraría que un objeto “A” ha sido el causante del movimiento del objeto “B”. Dicho de otra manera, nada garantiza que todo “A” está en “B” y que pueda asegurar esa relación. Se puede decir que regularmente con una bola de billar movemos otra y otra sucesivamente. Se produce así en ese movimiento una regularidad. En física, se trata más de ley que de causa. Tenemos una causalidad física en tanto sucesión de causas y de efectos, pero esto conlleva a la paradoja de la causa primera. En este punto, entendemos en qué sentido Lacan sitúa la red significante del lado de la ley y no de la causa primera.
En la sesión anteriormente evocada del Seminario del Campo Freudiano de Barcelona (2013-2014), titulada “El psicoanálisis, causa material”, en torno al escrito “La ciencia y la verdad” , Hebe Tizio permitió elucidar estas nociones en juego en la enseñanza de J. Lacan.
Rosalba Zaidel se refiere a las mismas en las reseñas de la sesión, apuntando: “En -La carta robada- el orden simbólico es causa de sí, determinismo total. Ahora, al lugar del origen va el mito, la causa está en una continuidad pero como un agujero. En este sentido se sitúa en el corte entre significante y significado, lo que permite al lenguaje ser tomado materialmente, mientras que la causa final tiende a la significación, el significante separado de significación corta el finalismo del ideal”. (16)
Para finalizar: Lacan, sitúa Ley y Causa en una oposición. Por un lado, en “El seminario de la Carta Robada” toma relevancia la primacía del orden simbólico, el dominio del significante sobre el significante., que determina y permite predecir. Se trata de la Ley significante entendida como continuidad. Y, por otro lado, ubica la Causa como algo fallido desde el punto de vista del significante, supone la idea de una Causa no significante: se trata del valor que da al intervalo entre los significantes. En este sentido, la Causa se sitúa como lo que introduce una discontinuidad.
“Crees actuar cuando yo te agito al capricho de los lazos con que te anudo tus deseos. Así éstos crecen en fuerza y se multiplican en objetos que vuelven a llevarte a la fragmentación de tu infancia desgarrada. Pues bien, esto es lo que será tu festín hasta el retorno del convidado de piedra que seré para ti puesto que me evocas”. (17)
(1) POE, Edgar A. “La Carta Robada” www.infotematica.com.ar.
(3) LACAN, J (1955) “El seminario sobre La Carta Robada” Escritos I (Ed.Siglo XXI, México 1985). Pag.8
(4) POE, Edgar A. “La Carta Robada” www.infotematica.com.ar. Pag. 17. Atreo es una obra del poeta trágico francés Prosper Crebillon (1674-1762). En ella relata la cruel venganza de Atreo, Rey de Argos, contra Tieste, a quién hizo comer los miembros de su propio hijo. Crebillon reflexiona que “un designio tan funesto/no era digno de Atreo, sino de Tieste”. (N. de T)
(5) LACAN, J (1955) “El seminario sobre La Carta Robada” Escritos I (Ed.Siglo XXI, México 1985).
(6) LACAN, J (1955) “El seminario sobre La Carta Robada” Escritos I (Ed.Siglo XXI, México 1985).p. 6
(7) LACAN, J (1955) “El seminario sobre La Carta Robada” Escritos I (Ed.Siglo XXI, México 1985).p.36.
(8) LACAN, J (1955) “El seminario sobre La Carta Robada” Escritos I (Ed.Siglo XXI, México 1985). Pàg 5.
(9) LACAN, J (1955) “El seminario sobre La Carta Robada” Escritos I (Ed.Siglo XXI, México 1985). p 30.
(10) LACAN, J (1955) “El seminario sobre La Carta Robada” Escritos I (Ed.Siglo XXI, México 1985).p.24.
(11) LACAN, J. (1966) “Obertura”. Escritos 1 (Ed. Siglo XXI, México 1985). p.4
(12) LACAN, J. (1955) “El seminario sobre LA CARTA ROBADA”. Escritos 1 (Ed. Siglo XXI, México 1985).p.51.
(13) CARNAP, R. “Fundamentación lógica de la física” Cap. XIX. La Causalidad. Ed. Orbis S.A. BsAs 1985. p. 166-167
(14) CARNAP, R. “Fundamentación lógica de la física” Cap. XIX. La Causalidad. Ed. Orbis S.A. BsAs 1985.p.162
(15) ZAIDEL, R. “Punto Vivo” Seminario del Campo Freudiano 2013-2014. “El psicoanálisis causa material” 5/04/14.
(16) ZAIDEL, R. “Punto Vivo” Seminario del Campo Freudiano 2013-2014. “El psicoanálisis causa material” 5/04/14.
(17) LACAN, J. (1955) “El seminario sobre LA CARTA ROBADA”. Escritos 1 (Ed. Siglo XXI, México 1985). p. 34.
Henry Ingram, John (2012) Edgar Allan Poe: su vida, cartas, y opiniones.
Lacan, J. (1965-66) “La ciencia y la verdad”. Escritos 2 (Ed. Siglo XXI, México 1985).
Lacan, J. (1955) “El seminario sobre LA CARTA ROBADA”. Escritos 1 (Ed. Siglo XXI, México 1985).
Napolitano, G.; Volta, L. (2007) “Psicoanálisis y Literatura: Intersecciones y Convergencias”. (Maestría Psicoanálisis. Facultad de Psicología. UBA)
Poe, Edgar A. “La Carta Robada” www.infotematica.com.ar
Zaidel, R. “Punto Vivo” Seminario del Campo Freudiano 2013-2014. Octubre 2013/ Mayo 2014.
Acerca de la diferencia entre Ley y Causa
NODVS XLIII, juliol de 2014