Analysis of a single dream (Ella Sharpe)

Referencia presentada en el Seminario del Campo Freudiano de Barcelona el 17 de enero del 2015 a cargo de Xavier Esqué.

  • Publicado en NODVS XLIV, gener de 2015

Resum

El presente trabajo recoge de manera puntual los aspectos más importantes del análisis de un sueño que Ella Sharpe hace de uno de sus pacientes. “Analysis of a single dream”, es el título que da al quinto capítulo de su libro, donde plantea detalladamente el texto del sueño y el análisis que hace de él, y que Lacan retoma en el seminario que nos convoca este año “El deseo y su interpretación” para trazar el recorrido que va del fantasma al deseo y los cotos de su interpretación.

Paraules clau

Single dream, Ella Sharpe, tos, fantasma primordial, interpretación, deseo

Cinco lecciones del seminario VI están consagradas a desgranar el análisis que de un sueño hace Ella Sharpe. No es la única vez que Lacan se dedica a interrogar y elogiar el trabajo de esta psicoanalista de la IPA.

Ex-profesora de literatura inglesa, usó las técnicas del análisis literario en la interpretación de los sueños. Según Meltzer[1] su principal contribución a la teoría de los sueños fue mostrar que éstos utilizan lo que ella llamó 'dicción poética' de la poesía lírica. Es decir que los sueños utilizan el símil, la metáfora, la aliteración, la onomatopeya, y que con ellos el lenguaje poético alcanza su capacidad evocativa. Aunque para E. Sharpe, la poética de los sueños es siempre concreta y corpórea. La metáfora es lo que permite dejar de expresar las emociones a través del cuerpo, pero el origen de la metáfora en experiencias corporales olvidadas deja su huella en el análisis de los sueños.

Por otro lado, en la introducción al libro en el que encontramos el sueño en cuestión[2], escrita por M. Masud R. Khan, quien se presenta como el último analizante de Ella Sharpe,  nos dice que ella también reconocía al sueño como “una metáfora que es un collage de la mente y el cuerpo”[3]. De la misma manera, en su ensayo de 1940 “Psycho-Physical Problems Revealed in Language”, dice que la metáfora solo puede evolucionar cuando el niño alcanza el control sobre el desorden de sus productos y orificios corporales[4]. En  vez de materia fecal el niño produce lenguaje. Las mociones corporales se convierten en emociones cuando adquieren la forma de representaciones verbales. Las palabras tienen el valor de sustituto de sustancias corporales, funcionan como proyectiles, armas, regalos.

Así, entre metáfora, cuerpo y lenguaje, analiza los sueños. En esta ocasión “A single dream” título en el que Lacan puntúa la palabra single para destacar sus múltiples significados. De la misma manera, lo hace con otras palabras a lo largo del texto de Sharpe, quien ya daba toda su importancia a la estructura gramatical del lenguaje en los sueños. Lacan va más allá retomando puntos que a ella se le pasaron por alto, cuestiona algunas de sus atrevidas interpretaciones y traza un camino por el que llega al fantasma y al deseo del sujeto.

Pasemos ahora a recoger, brevemente, los puntos más importantes del análisis del sueño tal como lo encontramos en el capítulo V del libro de Ella Sharpe:

Era un paciente de mediana edad, abogado exitoso, jugador de tenis, casado, de quien su analista hipotetizaba que la represión respecto a los problemas con su padre era fortísima. Su padre murió cuando él apenas tenía 3 años y lo que decía en relación a él no variaba de un “está muerto”, “mi padre murió”. La analista creía estar, transferencialmente, en el mismo lugar que el padre para su analizante, a saber, “muerta”. Sin embargo las últimas palabras dichas por el padre a su hijo fueron “Robert debe tomar mi lugar”[5], esto significó para él que crecer también significaba morir.

El objetivo del análisis era reducir el miedo a los deseos agresivos experimentados por el paciente en sus primeros 3 años de vida, lo que al fin y al cabo es una orientación clásica kleiniana. 

Sharpe sabía reconocer bien la manera en que sus pacientes subían las escaleras para entrar a la consulta. Del sujeto en cuestión, decía que no podía escucharlo y que siempre se presentaba de la misma manera. Sin embargo, un día, tosió antes de entrar a sesión, lo que a la analista le llamó la atención, aunque decidió no decírselo, por razones que ella misma explica en el texto. Pero el propio analizante trajo a colación la pequeña tos pues le molestaba no poder controlarla, preguntándose por su significado. Esto dió paso a una serie de asociaciones previas al relato del sueño y que Sharpe recoge en el libro de la siguiente manera:

  1. la tos
  2. Ideas concernientes al propósito de la tos: a) pensamientos de amantes que están juntos. b) rechazo de fantasía sexual que concierne a la analista. c) fantasía de estar donde no debía y de ladrar como un perro para despistar a la gente (aquí Lacan destaca la constante doble estructura del “pienso que alguien puede pensar...” ). d) el perro trae, de nuevo, el recuerdo de un perro masturbándose. 

Es en este punto cuando el paciente vuelve a toser y recuerda el sueño, al que tilda de tremendo, larguísimo, del que despertó transpirando, pero que no recuerda. Así, empieza a relatar que soñó que “estaba viajando con su mujer por el mundo” y que en Checoslovaquia,  conocía a una mujer con quien tenía relaciones sexuales frente a su esposa.

Aclara que para él es una gran ayuda que la mujer tome la iniciativa, como en esta ocasión. Ella estaba encima de él intentando poner su pene[6] en su cuerpo, el sujeto no consiente a esto y la mujer se decepciona tanto que él piensa que debía masturbarla. En inglés, como puntúa Lacan, el verbo masturbate no tiene forma reflexiva. El paciente mismo se percata de ello y lo dice a la analista. Ella le devuelve sus palabras en forma de pregunta: “¿Usar el verbo de forma transitiva está mal?”. El paciente responde: “Ya veo lo que quiere decir. Es cierto que solo me he masturbado a mí mismo”.

El analizante sigue asociando, habla entonces de los labios de la mujer del sueño y analoga su vagina con algo que colgaba como un pliegue en una capucha*[7], lo que le recordaba una cueva que de niño solía visitar con su madre, ésto irá haciendo cadena con otros significantes: de labios-labia pasa a hablar de un chiste sobre los labios de una mujer que no pudo recordar. En todo caso, el paciente seguía pensando en el significante “hood” que lo llevó a “motor-hood[8]” y de esto a hablar del primer coche en el que estuvo, que se mantenía cubierto con una capota y unas correas mientras no era usado. Emerge entonces el recuerdo infantil de coleccionar correas de cuero que solía cortar principalmente de las sandalias de su hermana 8 años mayor que él, lo que le llevó al significante “pram”[9].

En seguida menciona que en su casa no debían haber cunas, pero al recordar que si (pues tenía dos hermanos mayores) supone que allí debió haber estado amarrado con correas y que de esa manera lo mantenían en su cama para evitar que se cayera. Ésto le lleva a recordar que olvidó enviar unas cartas admitiendo nuevos miembros en un Club del que él era el secretario. Finalmente asocia un sueño relatado en otra sesión en el que había olvidado abotonar los botones de la cremallera de su pantalón.

Para Ella Sharpe, la cuestión principal en el sueño es el tema de la omnipotencia del paciente y su agresión con el padre. Sin embargo, Lacan se sirve del análisis de este sueño para mostrarnos que no hay metalenguaje, que hay algo en el fantasma que no hay que comprender, que ahí donde encontramos el fantasma, en su otra cara, encontraremos el deseo y que eso no se trata de interpretarlo sino sólo de señalarlo, porque su vínculo con lo real es ineludible y por supuesto, innombrable.

En este debate, la articulación entre fantasma y sueño es fundamental. Para Ella Sharpe, hay una continuidad, ya que el lenguaje es una traducción de los fenómenos corporales que surgen en el niño en su relación con el Otro primordial, y el fantasma se interpreta a partir de una serie de relaciones típicas de este escenario dual, en el que la cuestión del “dominio” (tanto del niño por la madre, como del propio cuerpo por el niño) es fundamental. Estas estructuras fundamentales del fantasma aparecen tal cual en el sueño, y las interpretaciones de la analista apuntan a descubrirlas, yendo de las metáforas del sueño a las estructuras elementales del fantasma primordial.

Notes


[1]    Meltzer, D. (2009). Dream life, a re-examination of the psychoanalytic theory and technique. Karnac Books. London.

[2]    Sharpe, E. (1937). Dream Analysis, a practical handbook for psycho-analysts. Karnac Books. Reprinted 1988. London. Kindle Edition.

[3]    Ibid. Pos 39: “ the metaphor which is a collage of mind and body..” (la traducción es mía).

[4]    Robert, R. (1978). Metaphor, a psychoanalytic view. University of california press. London. p. 37. (la traducción es mía)

[5]    “Robert must take my place”

[6]    To get my penis...

[7]    La palabra en inglés es “hood”, en la que Lacan también se detiene con atención.

[8]    Capota para coche

[9]    Cuna

Analysis of a single dream (Ella Sharpe)

NODVS XLIV, gener de 2015

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