Crisis: La angustia de la urgencia

Texto presentado en la Sede de la Comunidad de Catalunya, en base al tema de las XIV Jornadas de la ELP “Crisis. ¿Qué dicen los psicoanalistas?”, el 31 de Octubre de 2015.

  • Publicado en NODVS XLVI, gener de 2016

Resum

La situación actual, caracterizada por la inseguridad y la incertidumbre, trae consigo muchos interrogantes. En el presente texto se establece una relación entre los significantes Crisis, Urgencia y Angustia, al mismo tiempo que se plantean algunas cuestiones sobre la época en la que nos encontramos.

Paraules clau

Crisis, Angustia, Urgencia, Unheimlich, Lacan, Freud, Miller, Hoffmann, Ominoso

Siglo XXI, ¿Siglo de incertidumbres?

Actualmente, se observa que hay un nuevo tipo de malestar en los países desarrollados constituido por los accidentes, el desempleo, la provisionalidad laboral y la fragilidad de los principios ideológicos (o estructuras del saber). Se podría considerar, así como lo hace el sociólogo Ulrich Beck en sus libros, que estamos en una sociedad de riesgo.

¿Por qué de riesgo? El diagnóstico de Beck sería que “Los peligros globales hacen que se resquebrajen los pilares del tradicional sistema de seguridad. (…) Los daños apenas se pueden seguir atribuyendo a unos responsables determinados.” Es decir, hay una pérdida de explicación causal de lo que sucede, produciendo así inquietud, inseguridad.

Es por eso que nunca antes los países desarrollados se habían encontrado en este estado de inseguridad e incertidumbre, de no saber qué vendrá a continuación, pues parece ser que muchas cosas cambian en muy poco tiempo.

“La época actual está atrapada en el movimiento en continua aceleración de una desmaterialización vertiginosa que coronará de angustia la cuestión de lo real. Se trata de una época en la que el ser, o más bien el sentido de lo real, se volvió un interrogante.”

 

Fragmento de El Otro que no existe y sus comités de ética de J.A. Miller y E. Laurent (2005)

 

¿Qué ocurre entonces cuando se rompen nuestros esquemas? Sucede, tal y como plantea Eric Laurent en El revés del trauma (2002), que acostumbrados a vivir en una sociedad programada, aquello que no lo está produce trauma.

 

Nos encontramos, entonces, ante una sociedad donde el trauma se ha generalizado. Una sociedad donde los sujetos, desorientados y angustiados (pues parece ser que el Otro no existe), acaban topándose con la urgencia subjetiva, que Miller definirá, en una de sus clases del curso titulado El Inconsciente Real (2006), como la modalidad temporal que corresponde al advenimiento o inserción de un traumatismo.

Preguntas sobre la Crisis, la Urgencia y la Angustia

La situación actual trae consigo muchos interrogantes. Expongo en este caso, algunas de las preguntas que me han despertado más curiosidad sobre el tema. Serían, entre otras: ¿Qué relación hay entre Crisis, Urgencia y Angustia? Y, En el sujeto que está en una urgencia, ¿Se podría ubicar aquello que le angustia para poder dar una respuesta?

Urgencia subjetiva y Angustia

Tomando como referencia bibliográfica algunos textos sobre el tema, hemos visto que Miller sitúa la urgencia subjetiva como una respuesta al trauma generalizado.

Lacan, en el prefacio del congreso de 1953 Función y Campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis, hace una primera mención a la urgencia:

“Nada creado que no aparezca en la urgencia, nada en la urgencia que no engendre su rebasamiento en la palabra.”

Para esclarecer la primera parte de la frase, “Nada creado que no aparezca en la urgencia…" y citando al filósofo francés Paul Ambroise Valéry (1938), se puede pensar que “El desorden es esencial para la «creación», en tanto que ésta se define por un cierto «orden».” En otras palabras, para que pueda haber la elaboración de un discurso interpretable para el analista, es necesario que haya inicialmente un estado de urgencia, de cierto desorden en el sujeto.

En la segunda parte, “…nada en la urgencia que no engendre su rebasamiento en la palabra”, podríamos considerar que en una situación de urgencia, hay un quiebre del discurso, se desborda la palabra. ¿Qué relación se establece entonces entre la Urgencia y la Angustia? Igual que las palabras están colapsadas, también lo está el deseo del Otro. Lo que sucede, es que no se puede expresar con palabras lo que le ocurre al sujeto en ese estado, un estado que escapa de cualquier significante; hasta que no se reconozca el deseo del sujeto, no se podrá nombrar.

Volviendo, por lo tanto, al deseo del Otro, como expone Lacan en el Seminario X sobre la Angustia, el hecho de no saber qué quiere el Otro, tiene relación con el surgimiento de la Angustia. En este mismo seminario, Lacan propone la lectura de Freud sobre Lo Siniestro (1919).

Freud utiliza el término Unheimlich para definir lo siniestro; aquello que no es ni familiar ni consabido.  En su obra, hace referencia al escrito de El Hombre de Arena, de E.T.A. Hoffman. Este relato, habla sobre un delirio de un niño poseído por la angustia. Natanien, el protagonista, tras una sucesión de hechos cae en una crisis de locura y, en su delirio, el recuerdo de la muerte del padre se junta con la impresión de lo Siniestro.

Nos encontramos entonces, ante una de las primeras definiciones sobre la angustia en Freud. Vemos que, en algunas ocasiones, aquello que produce angustia es la reaparición de algo que estaba reprimido.   

 “Y desearías expresar con una sola palabra, que fuera como una descarga eléctrica, todo lo maravilloso, horrible, fantástico, espantoso. Pero esa palabra que apenas puedes decir te parece incolora, helada, muerta. Buscas y buscas, balbuceas y titubeas, y las secas preguntas de tus amigos te agitan como un huracán, y remueven tu ser, hasta que te aplacas.”

Fragmento del texto de “El Hombre de Arena” de E.T.A. Hoffmann

Por ello, el recurso a Lo Siniestro, nos podría ayudar a vincular la relación traumática del sujeto con el Otro. Por otra parte, la lectura de Lacan, a mi modo de ver, mostraría que la ubicación de la angustia es necesaria para la cura.

La angustia es asimismo, un afecto. Un afecto que va en dirección a lo real, hacia aquello que no se puede representar. Con ello, debido al protagonismo de la incertidumbre en nuestra sociedad y del mismo modo que ocurre con el uso de la palabra en la urgencia: existe un rebasamiento de lo real.

Llegados a este punto, surgen las preguntas:

Si la angustia es el enigma del deseo del Otro, pero parece que el Otro no existe. ¿Significa que la inseguridad y la angustia irán in crescendo a medida que pase el tiempo? En el caso que así sea, ¿Dónde queda la posición del analista?

Bibliografia

Bibliografía:

  • Freud, S. (1930/1994). El malestar en la cultura. En Sigmund Freud: Obras Completas, Tomo XXI. Buenos Aires: Amorrortu.
  • Freud, S. (1989). Lo Ominoso. En Sigmund Freud: Obras Completas, Tomo XVII. Buenos Aires: Amorrortu.
  • Freud, S. (1920/1992). Más Allá del Principio de Placer. En Sigmund Freud: Obras Completas, Tomo XVIII. Buenos Aires: Amorrortu.
  • Hoffmann, E.T.A. (2002) El hombre de la arena. En: Cuentos, Tomo I. Madrid: Alianza Editorial.
  • Lacan, J. (1962-63/2006). El seminario, Libro 10, La Angustia. Buenos Aires: Paidós
  • Lacan, J. (1953/1995). Función y Campo de la palabra y del lenguaje en Psicoanálisis, México.
  • Laurent, E. (2002) El revés del trauma. Virtualia, 6. En: http://virtualia.eol.org.ar/006/default.asp?notas/elaurent-01.html. Consultado el: 3/9/2015.
  • Miller, J.-A. (2005). El Otro que no existe y sus comités de ética. Buenos Aires: Paidós.
  • Miller, J.-A. Curso 2006-2007, clase del 15 de noviembre de 2006, Inédita.
Sònia Sola Gil

Crisis: La angustia de la urgencia

NODVS XLVI, gener de 2016

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