Presentación del seminario

El pasado 26 de octubre, Pierre Guilles Gueguen hizo un recorrido exhaustivo del seminario La transferencia, destacando las principales aportaciones teóricas de Lacan en cada una de las tres partes de que consta el seminario. Para ello se apoyó en la idea mileriana de que este seminario es un texto sobre el final de análisis, esto es, sobre el recorrido que un sujeto debe hacer para desprenderse de la relación narcisista del objeto.

En la primera parte, Lacan ubica el lugar del analista y el resorte del enamoramiento de la transferencia, apoyándose en el texto El banquete de Platón. Es un abordaje novedoso de la transferencia ya que en lugar de tomar como eje central su relación con la verdad - tal como había hecho en “Intervención sobre la transferencia”-, la relaciona con el amor –fenómeno imaginario ligado al narcisismo- y con la castración.

Lacan se pregunta si puede haber un amor más allá del objeto y recurre al agalma para poner de relieve que el objeto es deseable porque refleja algo narcisista del sujeto. Plantea, entonces, que el analista debe guardar de su lado el objeto pero vaciándolo de goce, para hacer aparecer la castración, siendo el objeto a precisamente eso, el objeto vaciado de su contenido de goce.

En la segunda parte del seminario, Lacan retoma la cuestión del vínculo amoroso como una relación entre I y a; desarrolla una vertiente más sexual que en la primera parte del seminario con el abordaje de las distintas pulsiones y sus objetos e introduce, además, la cuestión del fantasma como límite frente al cual lo sexual se despista.

En todos los seminarios precedentes, Lacan reducía la libido -el goce del sujeto- a una circulación sobre la línea del fantasma –la imagen narcisista y los objetos- y definía el objetivo de un análisis como la reducción y el atravesamiento de ese obstáculo imaginario para obtener un saber sobre el destino inconsciente del sujeto: se trataba de matar el goce. La novedad de su desarrollo en este seminario es que Lacan describe el fin del análisis no como una muerte del goce por la cadena significante sino como una nueva posibilidad de gozar, a condición de que algo de la castración haya operado sobre el goce perjudicial. Para Lacan el complejo de castración no es un tropiezo ni un obstáculo, sino un pasaje obligatorio ya que la única salida posible se alcanza cuando se logra hacer converger la repetición inconsciente con el complejo de castración.

En la tercera parte del seminario Lacan retoma la vertiente más trágica del amor y recurre a Paul Claudel para ilustrar figuras del amor y para mostrar el incremento de la importancia del goce en detrimento del deseo, en la sociedad contemporánea de Lacan. La pregunta fundamental que Lacan se formula es: ¿cuál es la función del psicoanálisis en la decadencia de la función paterna y sus consecuencias en la sexualidad femenina?