La jeunesse d’André Gide, Jean Delay I

Resumen de los cuatro primeros capítulos del primer volumen de "La jeunesse d'André Gide", presentado en el Seminario Teórico, impartido por Shula Eldar, durante el curso 2000-01 en la Sección Clínica de Barcelona del Instituto del Campo Freudiano.

  • Publicado en NODVS IV, desembre de 2002

Paraules clau

André Gide, Juliette Rondeaux, Rouen, catolicismo, Paul Gide, infancia, protestantismo

LIBRO PRIMERO: LOS ORÍGENES Y LA INFANCIA

Primera parte: el medio familiar

Capítulo I: La línea materna

Desde los veinte años Gide estuvo preocupado por el problema de sus orígenes. En Si la semilla no muere, Gide dice "ser fruto de dos sangres, de dos provincias y de dos confesiones". Tanto fue así que las diferencias biológicas de las dos sangres, las diferencias sociales de las dos familias le marcaron.

Juliette Rondeaux, que resultó ser la esposa de Paul Gide y la madre de André Gide, pertenecía a una familia normanda afincada en Rouen desde hacía cinco generaciones.

Nicolas Rondeaux, el más anciano abuelo conocido, era cultivador en Fleury-la-Forêt. Se casó en 1640 con Françoise Engran, que habitaba en el mismo pueblo.Hacia 1650, se instaló en Rouen donde realizó comercio de especies, drogas y productos coloniales.Sin estudios, fue un comerciante prudente y llegó a ser un burgués de Rouen. Tenía el privilegio de la venta de drogas medicinales y provocaba las envidias entre sus competidores por el rápido éxito de su empresa.

Marin Rondeaux (1642-1721) fue el segundo hijo de Nicolas. Se inició en el negocio de su padre y se estableció rápidamente por su cuenta llegando a ser miembro de la municipalidad y representante de los comerciantes de Rouen en el Consejo Superior de Comercio que radicaba en París. Su fortuna llegó a ser abundante. Una vieja noticia sobre Marin Rondeaux lo describe como un armador que hacía desde finales del siglo XVII comercio marítimo hasta las Indias, todo y que las investigaciones de M. Le Verdier no confirmaron estos datos. Padecía mal de gota, hereditario de la familia Rondeaux, y sin duda esto jugó un papel importante en su genio irritable, característico de los enfermos de gota. Fue un católico piadoso, tesorero de la parroquia Saint-Michel de Rouen y patrón de los Confrades de la Pasión.
Marin Rondeaux se casó en dos ocasiones. La primera vez con Catherine Aubray de Loges, y después, en su viudedad casi setentagenaria, con una hermosa joven de veinticinco años, Marie-Madeleine Le Chéron de Freneuse. Era hermana de Pierre-Noël Le Chéron de Freneuse que, bajo el nombre de Padre de Incarville, resultó ser un miembro ilustre de la Compañía de Jesús, misionero en Macao y Pequín. Escribió un diccionario francés-chino y envió a los hermanos de Jussieu gran número de plantas y granos exóticos que sirvieron a sus estudios de botánica. Poco después de su matrimonio, Marin Rondeaux murió dejando un único hijo, Jean-Claude.

Jean-Claude Rondeaux (1720-1805) fue educado por su madre y por los Jesuitas de Rouen. Gracias a la influencia de su tío, el Padre d'Incaville, se interesó por las ciencias naturales. Construyó invernaderos para el estudio de las flores exóticas y escribió incluso un ensayo sobre "Los cuadrúpedos, los pájaros y las plantas". Es a partir de él que aparece en la familia Rondeaux un gusto por la botánica que fue uno de los rasgos de André Gide.
Jean-Claude Rondeaux fue consejero en la corte de los Condes de Normandia. Designado noble por Luis XV, tomó el nombre de Rondeaux de Sétry y se hizo llamar M. de Sétry, timbrando sus armarios con una corona de conde.
Era de espíritu liberal, y había traído de sus frecuentes viajes a Inglaterra una viva admiración por los hábitos políticos de una monarquía constitucional.
En 1751, se casó con la hija de un rico fabricante, Marie-Scholastique Desmonts, de 18 años. Era un mujer bella y muy amable de carácter con la que tuvo 6 hijos, de los cuales el segundo, Charles, fue el bisabuelo de André Gide.

Charles Rondeaux (1753-1820) heredó de su padre la fortuna, un lugar en la Corte de las Cuentas de Normandía, el gusto por las ciencias naturales y las ideas liberales. A los veintidós años, escribió "Cuadro de la naturaleza viva extraído de los mejores autores", y después un catálogo del Jardín de Plantas de Rouen. Poco después de los treinta años, fue nombrado miembro de la Academia Rouenesa de las Ciencias, las Artes y las Letras.
Fue un franco-masón notable que en 1792, siendo alcalde de Rouen, fue encarcelado por los ciudadanos más emancipados. Estuvo, incluso, propuesto para morir en la guillotina. Tiempo después se retiró de la vida política y acabó sus días en Louviers . A lo largo de su vida se casó dos veces, la segunda con una mujer protestante, Anne-Marie Dufou.
Desde entonces (1781) la tradición católica de esta rama familiar de la familia Rondeaux se interrumpió. Como escribe Gide en las notas inéditas para Si la semilla no muere, "todos católicos hasta Mlle. Dufou".

Anne-Marie Dufou (1752-1816) perteneció a una familia rouennise, original de Bolbec, una de las ciudades de la contrada donde los protestantes se refugiaron en la época de las persecuciones. Su matrimonio con Charles Rondeaux necesito de dispensas para poder realizarse. Ella y su hermana fueron unas portestantes muy convencidas y piadosas.

Édouard Rondeaux (1789-1860), hijo de Charles Rondeaux y Anne-Marie Dufou fue un burgués volteriano. Fue bautizado pero permaneció toda su vida ajeno al catolicismo.
Como su padre se casó con una mujer protestante, Julie-Judith Pouchet. Él aceptó que su boda religiosa (en 1839) fuese celebrada exclusivamente delante de un pastor y que sus cinco hijos fuesen educados dentro del culto reformado. Se le ha descrito como un hombre capaz, inteligente, activo y sensato. Llegó a ser industrial, desde que se casó con Julie Pouchet, ya que el padre de ésta era fabricante de indianas en Bolbec.
Fue, además, diputado de Rouen desde 1834 hasta 1848, y un verdadero conservador liberal, espíritu cultivado donde los haya e incluso letrado. A pesar de padecer el mal de gota y todo y los consejos del doctor Achille Flaubert (hermano de Gustave Flaubert) fue hasta el final de su vida un gourmet que disfrutaba en la mesa y, por si fuera poco, se hacía traer para cada comida un tarro de ostras marinas.

Julie-Judith Pouchet (1798-1873), su mujer, era pietosa, reservada y tímida que pertenecía a una vieja familia huguenota de la que algunos miembros habían abandonado el país de Caux y emigrado a Inglaterra, en la revocación del edicto de Nantes. Cuando se casó con el escéptico Édouard Rondeaux, Julie Pouchet permaneció apasionadamente fiel a su religión y llegó a ser considerada en Rouen, tanto por su piedad como por sus actividades de beneficencia, una de las personalidades más valoradas de la Iglesia reformada. En el momento de las violentas discusiones entre protestantes ortodoxos y liberales ella tomó una posición ortodoxa. Habitualmente muy dulce y bondadosa, incluso tímida, fue de una gran intransigencia en materia de religión y de moral.
Fue en este sentimiento ardiente de protestantismo que Julie Rondeaux-Pouchet educó a sus cinco hijos. Entre ellos tuvo a Henri, del que resultó un drama aceptar su conversión al catolicismo.

Juliette (1835-1895), la última en nacer, tenía doce años cuando empezaron las disenciones familiares provocadas por la crisis religiosa de su hermano Henri. Fue algo que la marco profundamente.
Se llevaba una gran diferencia de edad con sus hermanos mayores, Charles y Claire, la cual se casó con un abogado de la Corte de Paris, Guillaume Démarest, en 1842. El año que siguió a la conversión definitiva de Henri, como Juliette iba a tener 15 años, su madre le puso una guvernanta, protestante y escocesa llamada Anna Shackleton.

Capítulo II: Juliette Rondeaux y Anna Shackleton

Anna Shackleton (1826-1884) tenía sólo nueve años más que Juliette Rondeaux. Era hija de un capataz que llegó a Rouen con una pequeña colonia inglesa.

André Gide supuso que la elección de Anna Shackleton estuvo propuesta a su abuela por el pastor Roberty, pero éste no llegó a Rouen sino en 1859, por tanto nueve años más tarde.

En realidad fue a partir de la recomendación de Rowcliffe que Anna Shackleton entró en casa de Édouard Rondeaux como institutriz. Era pietosa, inteligente, instruida y cultivada, y leía con normalidad el alemán y bastante el italiano. Además era dotada para la música y para la pintura. Ejerció una enorme influencia en su discípula. Se ha conservado de ella correspondencia de una escritura viva y elegante, una lista de lecturas, testimonio de la amplitud de sus intereses y curiosidades, en particular unas traducciones del texto de Goethe Reinecke Fuchs. También se conservan dibujos y acuarelas de La Roque.

Juliette Rondeaux entabló una amistad muy intensa con Anna que las hizo inseparables. Con Anna, leyó poemas, tomó lecciones de música y de pintura. A falta de capacidad para las artes, tenía una buena voluntad. La vida de las dos chicas se pasaba en invierno en Rouen y el resto de temporadas en La Mi-Voie.
Mi-Voie estaba en Amfreville-la-Mivoie, un castillo de estilo Luis XVI, que Édouard Rondeaux compró a la hija de Ulric Guttinger, poeta romántico, amigo de Musset, de Hugo y de Saint-Beuve. Juliette y Anna se sentían a menudo solas en esta estancia dado que a los hermanos de Juliette no les gustaba demasiado ir hasta La Mi-Voie y preferían quedarse en Rouen.

Anna se reprochaba de no dar a su alumna el ejemplo de la moderación, decía: "una persona rígida ("à col raide") debe tener la dignidad en el carácter tanto como en su actitud/porte ("maintien")".
Detestaba de sí misma su sensibilidad demasiado vibrante, decía: "yo soy o muy triste, o muy alegre, o animada por la esperanza o hundida en la desesperanza, y así es como soy desagradable para los otros y disgustada de mi misma. Es mi estado habitual, y lo detesto, nada más que estar en los extremos, no he podido todavía encontrar el punto medio".

Anna tenía el sobrenombre de "mentor". He aquí donde aparece precozmente un rasgo importante del carácter de Juliette Rondeaux: su necesidad de dirigir, guiar, dominar. Era autoritaria y exclusiva. No soportaba que su alumna se ocupase de otra cosa que no fuera de ella. De tal manera que se irritaba cuando veía a Juliette conversar largamente con el joven Maurice Démarest que había sido tiempo atrás alumno de aquélla. (Maurice Démarest, nacido en 1844, era sobrino de Juliette Rondeaux, a pesar de tener nada más que 9 años menos que ella). Gide lo dice en La puerta estrecha: "Miss Flora Ashburton, que ya no tenía familia, fue primero la institutriz de mi madre, luego su compañera y más tarde su amiga".

En lo que concierne a la religión, Juliette aportaba la observación de las reglas puritanas y en los ejercicios de culto un espíritu formalista y metódico. Anna, virtuosa y cristiana, lo era a su manera aunque menos rígida. Una extraía sobretodo del cristianismo aquéllo que se refiere a las prohibiciones, la otra aquello que aporta el amor y la gracia.

Como sucede en las familias burguesas que tienen una hija en edad de casarse, el estado de Juliette llegó a ser un foco preocupaciones.
Por entre los huéspedes habituales de las comidas en la calle de Crosne figuraban primos de la familia. Brutus-Archimède Pouchet, hijo de un manofacturador de Rouen, era director del Museo de Historia natural y profesor en la Escuela de Medicina. Este sabio tenía un hijo: Georges Pouchet (1833-1894), hombre de ciencias que debía convertirse más tarde en profesor de anatomía comparada en el Museo de Paris. Pero entre ellos se interpuso un obstáculo insalvable: la cuestión religiosa.
Finalmente el especialista en cetáceos se quedó soltero, pero conservando una relación de amistad con Juliette Rondeaux después de que ésta se casase con Paul Gide, al que le ofreció más tarde la magnífica colección de insectos "Brutus-Archimède".

En 1859, el pastor de la Iglesia reformada de Rouen, M. Paumier, habiendo esperado la edad de jubilarse, fue reemplazado por M. Roberty. Éste era un pastor joven, lleno de ardor e ímpetu. Él y su mujer, que era de origen escocés, fueron acogidos en la calle de Crosne. El nuevo pastor recibió las confidencias de Juliette, conocido su protestantismo fervoroso y su gran ideal moral. Tuvo entonces la idea de hacerle conocer un joven jurista, Paul Gide, que acababa de ser recientemente nombrado catedrático en la Facultad de Derecho. Era el hijo de un magistrado huguenote, presidente del tribunal d'Uzès, conocido por su alta integridad y su piedad ejemplar.

Capítulo III: La línea paterna

Una tradición oral, contada con un toque de sal por Charles Gide, hacía remontar la familia del Languedoc Bajo de los Gide hasta San Egidius, personaje que evangelizó los paganos de Camargue.
Sin embargo, a falta de un santo de la iglesia romana o de un héroe ático, parece que los Gide se podrían relacionar a orígenes aristocráticos y florentinos. A partir de una nota de un M. Gide, de Mulhouse, reeditada en el siglo XIX, los Gide serían una familia italiana, los Guido, que vinieron de Florencia a Francia a finales del siglo XV, familia noble que figura sobre el "Armonial d'Hozier".Afrancesaron su nombre, adoptaron los preceptos de la Reforma y después de la revocación del Edicto de Nantes se dispersaron.
El único retrato de familia de la línea paterna que conservó André Gide, fue el de Théophile Gide, nacido en Lussan en 1682, que vivió en Berlin. Por medio de las profesiones que ejercieron los ancestros paternales de Gide, se pueden destacar los de harinero, vidriero y hombre de leyes.
Su bisabuelo, Théophile, fue notario de Uzès. Fue uno de esos huguenotes grande, de aspecto grave y de humor más bien sombrío. Era conocido por su gran probidad, y por lo estricto de su protestantismo, del que el dogmatismo moral se aliaba, tal y como es frecuente en los auténticos hijos de la Reforma, del liberalismo intelectual.

Tandrède (1800-1867), el hijo de Théophile, nació en Lussan. Hizo estudios de derecho y llegó a juez de paz en 1830 en Uzès, después juez, y a partir de 1839 hasta 1867, es decir hasta su muerte, fue presidente del Tribunal. El 7 de mayo de 1831 se casó con Clémence-Aglaé Granier (1802-1894).

Tuvieron cinco hijos, de los cuales tres murieron el mismo año de su nacimiento, "por malos cuidados" como escribe Gide en Si la semilla no muere, que atribuye al desprecio con el que su abuelo trataba la medicina.

André Gide no conoció a su abuelo, que había muerto en 1867, dos años antes de venir él al mundo, y fue a partir de los relatos de su madre, entusiasmada por la elevación moral y la piedad de Tancrède Gide, que supo de él.
Fue perseguido hasta la segunda mitad del siglo XVIII por sus ideales religiosos. Era recto, moralista irreprochable, de talante grave, austero, según lo cuentan los testimonios, y a los que se añaden otros calificativos como: de extrema dulzura, debilidad, falto de firmeza y de actividad, y de cualidades de liderazgo.
Parece haber en él la tendencia a vivir en el dominio de los ideales más que en el de la realidad práctica, así como el rasgo de indecisión quizás favorecido por "la duda protestante", que fue transmitido a sus dos hijos, Paul y Charles, y considerablemente acentuado en su nieto André. Su preocupación esencial era la educación de sus hijos según los principios religiosos y morales que él mismo ponía en práctica de manera escrupulosa.

Paul Gide nació el 15 de mayo de 1832, en Uzès. Hasta la edad de 15 años, fue el único hijo de los Tandrède Gide y pasó toda su infancia en la condición de hijo único. Su hermano menor nació en 1847. La enseñanza de ciencias fue poco desarrollada, pero la de letras, en cambio, puesta de relieve. Charles Gide escribió: "no creo que haya en Francia, ni en el resto del mundo, un lugar donde a la enseñanza de Racine se le haya dado el más amplio lugar que en nuestro pequeño colegio".

Paul Gide manifestó desde muy pequeño un gusto muy marcado por la literatura.
Siempre era el primero de la clase en griego, latín y francés, y sus excelentes humanidades y su fuerte cultura clásica, adquiridas en sus años de escolaridad, fueron algunos de los elementos de su fuerte vocación de romanista.
Desde que Paul empezó a cursar sus estudios de derecho, su padre deseó mantenerle cerca de él, y fue, entonces, en Uzès donde el estudiante preparó su licenciatura. Su padre no quería que Paul fuese a estudiar fuera hasta que después de muchas discusiones cedió a que preparase las pruebas para presentarse en París. En este primer intento, fracasó.
Tres años más tarde, en los que se estuvo preparando concienzudamente, volvió a presentarse y superó las pruebas recibiendo el primer premio. Antes de cumplir tres años desde el nombramiento, con apenas 30 años de edad, tenía una Cátedra en París bajo su responsabilidad. La rapidez y la historia de esta carrera universitaria son sorprendentes.

De salud delicada, había en él "alguna cosa de frialdad y de dulzura, de apariencia tímida y su actitud era ligeramente curvada". Otros juristas han subrallado el "celo casi religioso" con el que el profesor de derecho romano llevaba sus funciones universitarias. Profesor de talento, Paul Gide era un sabio muy querido. Sus colegas le llamaban "vir probus", en consideración a su honestidad intelectual así como a su especialización en derecho romano.
Pero él era, sobretodo, de espíritu original, rico en ideas personales y abierto a toda forma de progreso. Fue él quien, poco después de la guerra de 1870, orientó a su hermano menor hacia la economía política, ciencia todavía en proceso de formación, y a la cual Charles Gide contribuyó considerablemente durante más de medio siglo. Paul Gide murió a los 47 años.

Capítulo IV: Paul Gide y Juliette Rondeaux

Fue el pastor Roberty, tal y como precisa Gide en Si la semilla no muere, quien tuvo la idea del posible matrimonio entre Paul y Juliette, a pesar de que ellos no se habían visto todavía.

En junio de 1859, una demanda de información sobre Juliette Rondeaux fue dirigida por Laure de Gasparin, amiga de los Gide, a su fiel corresponsal, el anciano presidente del consejo François Guizot, vecino en la casa de campo en Val-Richer de los Édouard Rondeaux, propietarios de La Roque-Baignard. La respuesta de Guizot fue:
"… La hija no es bella, tampoco fea, su aspecto un poco extraño ("gauche"). Es una mujer muy bien educada por una persona bastante de fiar, que le ha dado, sobre todo, buenos sentimientos y buenas actitudes. Mis hijas dicen que ella tiene educación y un gusto por las buenas lecturas. Tiene una buena impresión tanto de la madre como de la hija. Es una familia bien situada en Rouen; el padre ha estado durante bastante tiempo, y es todavía, yo creo, miembro del Consejo General…." Sobre el "air un peu gauche" que remarca Guizot sobre Juliette, se trataba del aspecto de timidez que nunca encajo en la sociedad de su época.

La presentación de ambos no se produjo hasta 1862. La explicación de este retraso es, sin duda, la enfermedad y luego, más tarde, la muerte de Édouard Rondeaux, el 17 de octubre de 1860. Durante el año 1861 hubieron algunos cambios en casa de Juliette puesto que debido a la gran tristeza de la madre de Juliette, ésta tuvo que tomar, paulatinamente, algo más de autoridad.
No fue hasta el año 1862 que Claire Démarest y su hijo primogénito, Maurice, que vivía en Paris, fueron invitados a la calle de Seine, en casa del pastor Rognon, a conocer a Paul Gide, entonces cargado de clases a su cargo en la Facultad de Derecho. Les gustó tanto por su distinción como por su cultura y coincidieron en reconocer en él la personificación del ideal moral e intelectual deseado por Juliette. La única pega fue la aparariencia poco robusta de Paul que daba la impresión de tener una salud algo delicada.

Poco tiempo después, los dos interesados fueron finalmente presentados personalmente. El contrato matrimonial se firmó en Rouen el 23 de febrero de 1863. Paul aportó su talento, Juliette Rondeaux la fortuna. La boda se realizó según la antigua costumbre con la compañía de un gran número de familiares, parientes y amigos.

Anna Shakleton se quedó en Rouen, en calidad de acompañante de Madamme Édouard Rondeuax; permaneció allí hasta la muerte de ésta, acontecida en 1873, y se trasladó, posteriormente a París, calle de Vaugirard, no lejos de su amiga.
Durante seis años el matrimonio vivió sin hijos, hasta el 2 de noviembre de 1869, día en el que nació André Gide.

Iván Ruiz

La jeunesse d’André Gide, Jean Delay I

NODVS IV, desembre de 2002

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