La interpretación de los sueños como elaboración de los aparatos psíquicos freudianos

Referencia presentada en la sesión del 15 de febrero de 2020 del Seminario del Campo Freudiano de Barcelona, impartida por Andrés Borderías.

  • Publicado en NODVS LVII, abril de 2020

Resum

El siguiente texto es una referencia al capítulo VII de La interpretación de los sueños (S. Freud, 1900), “Sobre la psicología de los procesos oníricos”, tomado fundamentalmente alrededor de los apartados A y B, donde se introduce el mecanismo de la regresión para dar cuenta de la lógica del funcionamiento del aparato psíquico que es desarrollado a partir de la consideración de los sueños; además de volver sobre la noción del “ombligo del sueño”. 

Paraules clau

Unerkannt, Traumdeutung, regresión, huella mnémica, pizarra mágica, ombligo, sueño

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La interpretación de los sueños es destacada por Lacan como una de las cuatro etapas del pensamiento freudiano1 –junto con El Proyecto de psicología, la constitución de la teoría del narcisismo y Más allá del principio del placer–; uno de los cuatro aparatos de aprehensión de la realidad en palabras de Ram Mandil durante el pasado Seminario del Campo Freudiano (18.01.2020).

Freud considera esta obra como “el más valioso de los descubrimientos que tuve la fortuna de hacer”2. Es a finales de 1899 cuando recibe un primer ejemplar impreso, sin embargo él mismo señala que la fecha fue diferida, “posdatada para que apareciese como del nuevo siglo”3. Tal vez destacando un cambio de siglo se pretendía poner de manifiesto la distancia introducida con respecto a algunas de las bases neurofisiológicas sobre las cuales se sostenían las elaboraciones previas del Proyecto

Este capítulo VII se inicia con el sueño de un padre mientras duerme. Fallecido su hijo, a quien cuidó día y noche hasta el desenlace mortal, se retira a descansar a un cuarto desde el cual puede ver la habitación donde yace el cuerpo sin vida; un anciano vela el cadáver. El padre sueña que “su hijo está de pie junto a su cama, le toma el brazo y le susurra este reproche: ‘Padre, ¿entonces no ves que me abraso?’”4. Se despierta, ve un resplandor que procede de la habitación del hijo: el anciano que lo velaba se había dormido y un cirio había prendido fuego en el cuerpo y las ropas que cubrían al hijo muerto.

Freud sigue sosteniendo que también la “fuerza impulsora”5 de este sueño es un deseo por cumplir ­–volver a ver al hijo con vida, como así se le presenta al soñante–, lo que a su vez prolongó el dormir a pesar del incendio.

Volverá sobre este sueño a lo largo del capítulo, en primer lugar en el apartado dedicado a La regresión. ¿Cómo es posible que un pensamiento –ver al hijo con vida– se muestre en el sueño bajo la forma de dichos e imágenes? Si bien se podría destacar que lo que despierta al soñante es un dicho, unas palabras –Padre, ¿no ves que...?– Freud tomará las imágenes como un aspecto sensorial a partir del cual propondrá un nuevo esquema de la “máquina de soñar”6.

Lacan aportará en El Seminario 11 otra lectura alrededor de este sueño, según la cual tal como apunta Gil Caroz7 no se confirmaría aquí la tesis del sueño como cumplimiento del deseo ni tampoco su función para preservar el dormir: lejos de actuar como un anestésico8 es la frase del sueño la que despierta al padre para poder olvidarla y continuar durmiendo en la realidad, no queriendo saber de aquello real a lo que esa frase le conduce.

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Ya en el prólogo a la primera edición se destaca la importancia del relato del sueño y en el contexto de una cura, siendo “el material”tomado en consideración para este texto freudiano aquel procedente de sus propios sueños y los de sus pacientes en tratamiento psicoanalítico10, descartando sueños de desconocidos o aquellos tomados de referencias bibliográficas11. Sin embargo, sí toma de su investigación bibliográfica una cita de Fechner: “el escenario de los sueños es otro que el de la vida de representaciones de la vigilia”12; “cambio de teatro"13 que le permite situar el aparato anímico en una “localidad psíquica”14, no anatómica, no cerebral, no aprehensible.

Nos propone pues pensar el aparato psíquico como un instrumento con dos extremos, uno sensorial y otro motor, entre los cuales se situarían varios elementos que denomina “sistemas”15. Estos sistemas serían recorridos por una excitación siguiendo una secuencia “temporal”16 y una determinada dirección, a priori del polo perceptivo hacia el polo motor.

-      El extremo sensorial es la puerta de entrada a las percepciones, las cuales dejarán marcas, una “huella mnémica”17 cuya función es la “memoria”18.

-         Los estímulos perceptivos son recogidos por un primer sistema del aparato, siempre listo a recibir nuevos estímulos pero sin dejar huella; será en los sistemas posteriores donde la excitación se traduce en huellas permanentes.

Además de los sistemas perceptivos y los sistemas mnémicos descritos, otros dos se añaden al aparato:

-          Un sistema “preconciente”19 en el extremo motor. Las excitaciones que lo alcanzan devienen conscientes.

-          Anterior a este, un sistema “inconciente”20, donde sitúa “el punto de partida para la formación del sueño”21.

En la frontera entre “preconciente” e “inconciente”, actuaría “la censura de la resistencia”22, resistencia que “se opone a la penetración del pensamiento en la conciencia”23, lo que será también de importancia en la “función del síntoma neurótico”24.

Si esa resistencia disminuye, lo inconsciente deviene consciente, pero para Freud eso no explicaría el carácter imaginativo del sueño: introducirá el concepto de regresión como una “exigencia de coherencia interna”25 en palabras de Lacan, como una explicación lógica del carácter sensorial de los sueños. Si bien el aparato psíquico es situado fuera de una localización anatómica, sigue siendo necesario alcanzar un aparato perceptivo para obtener la cualidad sensorial de las imágenes, aunque a su vez ello implicaría tomar una dirección contraria al modelo fisiológico del arco reflejo del cual se servía en el Proyecto.

Entonces, la operación de la regresión permite a la excitación tomar “un camino de reflujo”26 en una dirección opuesta al extremo motor y alcanzar el sistema de las percepciones. “Una vez que el sueño devino percepción, puede excitar a la conciencia”27 pensada también como un “órgano sensorial”28.

Resulta interesante el que sugiera que esta “marcha hacia atrás”29 no solo acontece al soñar sino también en la vigilia, y que aunque no alcance el sistema perceptivo de un extremo, sí que haría posible acceder “al material en bruto de las huellas mnémicas”30.

Los sistemas mnémicos serán retomados más de 20 años después en la Nota sobre la “pizarra mágica” (S. Freud, 1925 [1924]) donde propone una analogía de los mismos a partir de la tecnología de dicho sistema de escritura: Una lámina de papel que en contacto con una tablilla, deja ver el trazo realizado sobre ella. Separada la hoja, el trazo se desvanece de la misma y permanece lista para recibir nuevas impresiones; pero en la tablilla permanecerá la huella. Quizás esta versión nos puede remitir a lo que Miller situaba a propósito de los desarrollos de Freud como el "inconsciente entendido como una memoria que conserva recuerdos aunque el propio sujeto no lo sabe, recuerdos que no están a su disposición"31.

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Freud advierte que el objeto de su investigación, los sueños, se presenta un tanto escurridizo. Ya sea por la infidelidad de la memoria, la duda, el olvido, por añadir u omitir detalles a la hora de contarlo, su recuerdo nunca será un reflejo fiel. Sin embargo, ese “relato del sueño”32, su “redacción”33, su “versión en palabras”34, no tiene “nada de arbitrario”35. Es por eso que propone tratarlo “como a un texto sagrado”36.

Unos contenidos mantienen “enlaces asociativos”37 con otros trazando un camino para llegar a aquellos que sustituyen; de modo que en el trabajo de análisis es posible “desde un solo jirón que quedó en pie, descubrir, no por cierto el sueño –pero ello nada importa– sino los pensamientos oníricos”38.

Justamente donde las costuras están mal hilvanadas, “los puntos débiles del disfraz del sueño”39, es a donde Freud dirige su atención en la interpretación: allí donde bajo el efecto de la resistencia se sustituye una expresión que podría ser reveladora por otra más remota, allí donde se presentan “los desplazamientos y las sustituciones”40 que la “censura onírica”41 impone. Así, tanto la duda sobre el contenido manifiesto del sueño como su olvido, son efectos de la resistencia –entendida como “todo lo que perturba la prosecución del trabajo [analítico]”42– y no del hecho de estar dormido mientras se sueña.

Comparte que un mismo sueño puede ser objeto de varias interpretaciones en el análisis. Pero también que no todo es interpretable: a menudo se llega a “un lugar en sombras, […] de ahí arranca una madeja de pensamientos oníricos que no se dejan desenredar, pero que tampoco ha hecho otras contribuciones al contenido del sueño”43. Es decir, una madeja de pensamientos con la que ya no se puede hilvanar más, que no permite seguir dando más puntadas, más sentido al texto del sueño. “Ese es el ombligo del sueño, el lugar en que él se asienta en lo no conocido”44. Como apunta también al tomar el sueño de Irma, “un lugar en el cual (el sueño) es insondable, un ombligo por el que se conecta con lo no conocido”45, lo Unerkannt, que como se precisa en la respuesta de Lacan a Marcel Ritter no habría de ser traducido como “lo desconocido” sino “lo no reconocido”46.

 

 


Notes

1.    Lacan, J. (1978/2016). El Seminario. Libro 2: El Yo en la técnica de Freud y en la teoría psicoanalítica. Buenos Aires: Paidós; p. 177.

2.   Freud, S. (1900/ 2012). La interpretación de los sueños (primera parte) (1900). En Obras Completas. Volumen IV. Buenos Aires: Amorrortu; p. 27.

3.      Ibíd. p. 5.

4.   Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). En Obras Completas. Volumen V. Buenos Aires: Amorrortu; p. 504.

5.      Ibíd. p. 527.

6.      Lacan, J. El Seminario. Libro 2: El Yo en la técnica de Freud y en la teoría psicoanalítica. Ob. cit. p. 154.

7.      Caroz, G. (2019). “L’obsessionel et son réveil – 7. L’impossible réveil”. Quarto nº 121; pp. 43-44.

8.      Ibíd. p. 43.

9.      Freud, S. (1900/ 2012). La interpretación de los sueños (primera parte) (1900). Ob. cit. p. 17.

10.  Ibíd. p. 18.

11.  Ibíd. p. 18.

12.  Freud, S. (1900/ 2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). Ob. cit. p. 529.

13.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (primera parte) (1900). Ob. cit. p. 72.

14.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). Ob. cit. p. 529.

15.  Ibíd. p. 530.

16.  Ibíd. p. 530.

17.  Ibíd. p. 531.

18.  Ibíd. p. 531.

19.  Ibíd. p. 534.

20.  Ibíd. p. 534.

21.  Ibíd. p. 535.

22.  Ibíd. p. 535.

23.  Ibíd. p. 541.

24.  Ibíd. p. 541.

25.  Lacan, J. (1978/2016). El Seminario. Libro 2: El Yo en la técnica de Freud y en la teoría psicoanalítica. Ob. cit. p. 223.

26.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). Ob. cit. p. 536.

27.  Ibíd. p. 566.

28.  Ibíd. p. 603.

29.  Ibíd. p. 536.

30.  Ibíd. p. 536.

31. Miller, J-A. (1989/2007). Cómo se inventan nuevos conceptos en psicoanálisis (1987). El inconsciente como memoria. En Introducción a la Clínica Lacaniana.  Barcelona: RBA; p. 99.

32.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). Ob. cit. p. 510.

33.  Ibíd. p. 509.

34.  Ibíd. p. 509.

35.  Ibíd. p. 509.

36.  Ibíd. p. 508.

37.  Ibíd. p. 509.

38.  Ibíd. p. 512.

39.  Ibíd. p. 510.

40.  Ibíd. p. 510.

41.  Ibíd. p. 510.

42.  Ibíd. p. 511.

43.  Ibíd. p. 519.

44.  Ibíd. p. 519.

45.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (primera parte) (1900). Ob. cit. p. 132.

46.  Lacan, J. (2019). El ombligo del sueño es un agujero. Respuesta a Marcel Ritter. Freudiana, nº 87; p. 97.

 

1.      Lacan, J. (1978/2016). El Seminario. Libro 2: El Yo en la técnica de Freud y en la teoría psicoanalítica. Buenos Aires: Paidós; p. 177.

2.      Freud, S. (1900/ 2012). La interpretación de los sueños (primera parte) (1900). En Obras Completas. Volumen IV. Buenos Aires: Amorrortu; p. 27.

3.      Ibíd. p. 5.

4.      Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). En Obras Completas. Volumen V. Buenos Aires: Amorrortu; p. 504.

5.      Ibíd. p. 527.

6.      Lacan, J. El Seminario. Libro 2: El Yo en la técnica de Freud y en la teoría psicoanalítica. Ob. cit. p. 154.

7.      Caroz, G. (2019). “L’obsessionel et son réveil – 7. L’impossible réveil”. Quarto nº 121; pp. 43-44.

8.      Ibíd. p. 43.

9.      Freud, S. (1900/ 2012). La interpretación de los sueños (primera parte) (1900). Ob. cit. p. 17.

10.  Ibíd. p. 18.

11.  Ibíd. p. 18.

12.  Freud, S. (1900/ 2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). Ob. cit. p. 529.

13.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (primera parte) (1900). Ob. cit. p. 72.

14.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). Ob. cit. p. 529.

15.  Ibíd. p. 530.

16.  Ibíd. p. 530.

17.  Ibíd. p. 531.

18.  Ibíd. p. 531.

19.  Ibíd. p. 534.

20.  Ibíd. p. 534.

21.  Ibíd. p. 535.

22.  Ibíd. p. 535.

23.  Ibíd. p. 541.

24.  Ibíd. p. 541.

25.  Lacan, J. (1978/2016). El Seminario. Libro 2: El Yo en la técnica de Freud y en la teoría psicoanalítica. Ob. cit. p. 223.

26.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). Ob. cit. p. 536.

27.  Ibíd. p. 566.

28.  Ibíd. p. 603.

29.  Ibíd. p. 536.

30.  Ibíd. p. 536.

31.  Miller, J-A. (1989/2007). Cómo se inventan nuevos conceptos en psicoanálisis (1987). El inconsciente como memoria. En Introducción a la Clínica Lacaniana.  Barcelona: RBA; p. 99.

32.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (segunda parte) (sobre el sueño) (1900-1901). Ob. cit. p. 510.

33.  Ibíd. p. 509.

34.  Ibíd. p. 509.

35.  Ibíd. p. 509.

36.  Ibíd. p. 508.

37.  Ibíd. p. 509.

38.  Ibíd. p. 512.

39.  Ibíd. p. 510.

40.  Ibíd. p. 510.

41.  Ibíd. p. 510.

42.  Ibíd. p. 511.

43.  Ibíd. p. 519.

44.  Ibíd. p. 519.

45.  Freud, S. (1900/2012). La interpretación de los sueños (primera parte) (1900). Ob. cit. p. 132.

Lacan, J. (2019). El ombligo del sueño es un agujero. Respuesta a Marcel Ritter. Freudiana, nº 87; p. 97.
Rubén Touriño

La interpretación de los sueños como elaboración de los aparatos psíquicos freudianos

NODVS LVII, abril de 2020

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