Prólogo a la tercera edición de Tres ensayos de teoría sexual (1905)
Texto elaborado en el marco del Seminario sobre Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis de Lacan “Circuito corporal de la pulsión parcial”, perteneciente al Área de la Tétratada. Impartido por Rosa Calvet durante el curso 2018-2019.
El siguiente trabajo es una puntuación de la lectura realizada del prólogo a la tercera edición del texto de Sigmund Freud, Tres ensayos de teoría sexual (1905). Trabajo en el que, además, se incluyen los señalamientos de Rosa Calvet quien destaca una lectura posible de dicho prólogo.
Sexualidad, filogénesis, ontogénesis, adquirido, contingente, pulsión.
Introducción
El prólogo a la tercera edición, es publicado en 1914, en el cual Freud caracteriza que su texto Tres ensayos de teoría sexual fue dotado de observaciones, las cuales le servirán para “corregir malentendidos y reclamos incumplibles” 1. Es así, como en el año 1915 agrega aproximadamente cuarenta notas y ciento un páginas, las cuales intentan dar luz acerca de lo que en ese momento estaba trabajando.
Dos de sus apartados más importantes -Las teorías sexuales infantiles y La organización pregenital de la libido- fueron incorporadas en su totalidad es este mismo año, diez años después de la primera edición, ambas localizadas en el segundo ensayo. Por lo tanto, es un prólogo que da cuenta de que Freud siguió reformulando su teoría a medida que contaba con otros elementos.
Sin embargo, en dicho prólogo Freud continúa haciendo referencia a la actividad científica, la cual consiste en describir y explorar fenómenos. Sin poder desprenderse del proceder científico y la aspiración que tenía con respecto a que el psicoanálisis llegara a este, destaca que este texto no va más allá de lo que se pueda comprobar.
Entrelíneas
Retomando el párrafo anterior, respecto al incansable trabajo científico de Freud, Lacan nos recuerda que: “es un observador excepcional, verdaderamente genial”2, pero continúa situando lo que verdaderamente interesa en Freud y es que “lo que nos dejó siempre contiene, para orientarnos, más material del que él mismo conceptualizó, caso éste excepcional en la historia de la literatura científica”3.
Volviendo al prólogo, pero sin perder de vista el señalamiento de ese plus de material que hay en las líneas de Freud, encontraremos que la concepción de que estos Tres ensayos de teoría sexual puedan ampliarse hasta constituir una teoría sexual queda excluido.
Al detenernos en este punto, tenemos la primera clave que nos permite pensar en la referencia a un imposible acerca de la sexualidad. Ya que el título mismo da cuenta de ello, es Tres ensayos de teoría sexual, preposición que marca la imposibilidad de abarcar todo con una única teoría de la sexualidad.
Dicho párrafo será el que señala la antesala del cortocircuito de la pulsión.
Es decir, la vida sexual consiste en que ella no es regulada por ningún instinto; concepto que implica una relación relativamente fija e innata con un objeto; sino por las pulsiones. La pulsión tiene para Freud como característica fundamental la labilidad de eso que la liga al objeto.
Por lo tanto, como desarrolla a lo largo del texto y es algo que también retoma Oscar Masotta, “si la sexualidad ha de ser reprimida, como mostro Freud, la culpa no reside en la sexualidad misma, sino en lo que la sexualidad contiene de enigmático. Cuando se reprime es porque no se quiere saber nada de algo que exige ser reconocido. Ahora bien, lo que aquí exige ser reconocido es que no hay saber… unido al sexo”4.
Llegando a la parte central del texto, Freud hará hincapié respecto de la distinción que realiza entre la disposición filogenética y lo ontogenético referente a lo accidental. Y resalta que en el análisis se les da prioridad a los factores accidentales, mientras que a los disposicionales se los dejará en el trasfondo.
Encontraremos la definición de la filogénesis, como aquella que “designa la evolución de los seres vivos desde la primitiva forma de vida hasta la especie en cuestión. La herencia de la que se trata en la filogénesis no corresponde a una herencia familiar, sino de la especie”5.
En cuanto a la ontogénesis, el termino está compuesto de las palabras griegas ontos (ente) y génesis (origen). Su etimología refiere al origen del ente. “Es utilizado en biología, donde se aplica al proceso de formación de un ser vivo, desde su origen, la fecundación, hasta la madurez sexual, que le permite reproducirse. Generalmente se acepta que la ontogénesis reproduce la filogénesis, es decir, que el desarrollo del individuo sigue los pasos evolutivos de la especie a la que pertenece” 6.
Es Rosa Calvet quien señala que la referencia de Freud al factor filogenético en relación al ontogenético da cuenta de la introducción del lenguaje en el cuerpo, señalando que de lo que se trata allí es de cómo lo adquirido que está en relación a lo filogenético, es decir al lenguaje, se modifica por aquello contingente del encuentro, esto en referencia a lo ontogenético.
Es así como señala que se trata de lo accidental en el análisis, destacando que lo que interesa es lo contingente del encuentro entre el lenguaje y el cuerpo. Ya que el encuentro con la lengua es siempre contingente y traumático, para todos y particularmente.
Para finalizar
En este prólogo Freud aún no dispone del concepto del falo, como ese significante que es un condensador de goce, significante sobre el cual gira un gran quantum de pulsiones.
En estos años, mientras completa este escrito, se publica Introducción al narcisismo y Pulsiones y destinos de pulsión. Hago hincapié en estas dos ya que es el mismo Freud quien indica que varios de sus agregados se basan en gran medida en estas dos obras.
Para finalizar, se puede decir que el cortocircuito de la pulsión da cuenta de que las pulsiones difieren de las necesidades biológicas en cuanto a que nunca pueden ser satisfechas, y no apuntan a un objeto sino más bien giran perpetuamente en torno a él. Lo cual destaca la diferencia radical entre el instinto y la pulsión, mientras que el primero designa una necesidad mítica prelingüística, la pulsión difiere en tanto da cuenta del lazo entre el cuerpo y el lenguaje.
1 Freud, Sigmund. “Tres ensayos de teoría sexual (1905)”. Obras Completas. Vol VII. Amorrortu Editores, Buenos Aires, 2013, pp. 118.
2 Lacan, Jacques. El Seminario, libro 2, El yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica. Paidós, Buenos Aires, 2008, p. 190.
3 Ibíd., p. 190.
4 Masotta, Oscar. Lecciones de introducción al psicoanálisis. Gedisa, México, 1991, p. 22.
5 Fouce, José María, “Glosario de filosofía”, Webdianoia, 2001-2018 (Disponible en el sitio web http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=241 )
6 Ibíd.
Prólogo a la tercera edición de Tres ensayos de teoría sexual (1905)
NODVS LVII, abril de 2020