En el marco del grupo de investigación "Lo femenino en la clínica, cine y literatura" se planteó que tres participantes del mismo trabajarán el capítulo I del Seminario 20 de Jacques Lacan.

Cuando se empezó a pensar, junto a Susanna Vendrell y María Cristina Bruno, la propuesta de abordaje de este texto, recordaron los primeros encuentros con este seminario. El planteo de las tres participantes fue buscar puntos de encuentro entre lo que Lacan aborda en este capítulo y algunas de las mujeres que se estudiaron durante este año en el grupo de investigación. Cada una de las integrantes eligió el tema que quería desarrollar. En el caso de la autora de ese trabajo fue el amor.

En el comienzo de la lectura del capítulo El goce , al llegar al apartado dos donde Lacan habla del amor, enseguida trajo el recuerdo de Mabel, protagonista de la película Una mujer bajo la influencia ; a Hester, personaje principal de la película The deep blue sea, ya Madame Butterfly de la ópera de Puccini.

En el Complemento de este primer capítulo Lacan dice: "lo que digo del amor se con toda certeza de que no puede hablarse de él"¹ .

A continuación, se transcribirán varias citas de Lacan que se encuentran en los capítulos I y IV de dicho seminario, que tratan la cuestión del amor.

Jacques Lacan nos dice: "El goce del Otro, del Otro con mayúsculas, del cuerpo del Otro que lo simboliza, no es signo de amor"².

"El amor ciertamente, hace señas y es siempre reciproco (…) el amor, aunque se trate de una pasión que puede ser la ignorancia del deseo, no es por eso capaz de privarlo de su alcance. Cuando se mira de búsqueda, se pueden ver sobre estragos”³ .

"(…) el amor pide amor. Lo demanda sin cesar. Lo demanda... aun. Aún es el número propio de esa falla de donde en el Otro parte la demanda de amor” ⁴.

"El amor ¿es hacerse uno? Hay Uno ”⁵.

"La hiancia que hay entre este Uno y algo que depende del ser, y tras del ser del goce ^”6.

Y nos sigue diciendo "El análisis demuestra que el amor en su esencia es narcisista, y denuncia que la sustancia pretendidamente objetal es de hecho lo que en el deseo es resto, es decir, su causa y el sostén de su insatisfacción y hasta de su imposibilidad."

"El amor es impotente, aunque sea recíproco, porque ignora que no es más que el deseo de ser Uno, lo cual nos conduce a la imposibilidad de establecer la relación entre ellos. ¿La relación de ellos, quiénes? -dos sexos”⁷.

Ya en el capítulo IV El amor y el Significante, del mismo seminario, Jacques Lacan dice:

"Lo que suple la relación sexual es precisamente el amor"⁸. "No somos más que uno. Cada cual sabe, desde luego, que nunca ha ocurrido que dos no sean más que uno, pero en fin, no somos más que uno. De ahí parte la idea del amor"⁹.

Articulándolo con lo anteriormente citado, relato el diálogo que tiene Hester (“The deep blue sea") con la casera del edificio donde ella vive:

La casera le dice: "Se dicen muchas tonterías sobre el amor. ¿Sabes lo que es el amor verdadero? Cambiarle las sábanas cuando se ha orinado y mantenerle la dignidad para poder seguir adelante. ¿Suicidio? Nadie lo merece”¹⁰.

Este merecer me lleva a pensar ¿quién es el que no lo merece? ¿el que lo hace o por quien se hace? (como en el caso de Madame Butterfly).

Hester ama y demanda, hace una demanda de amor a Freddy. Silvia Elena Tendlarz en El milagro del amor y su goce dice: "Si bien la necesidad lleva a demandar algo a alguien que se supone que tiene, en el amor se demanda "alguien", es una demanda de ser. La demanda de amor apunta al ser del Otro. En la medida en que el amor es dar lo que no se tiene, la demanda de amor es una demanda de castración”¹¹.

Mabel, protagonista del film Una mujer bajo la influencia hace dos demandas de amor, una dirigida al padre y otra dirigida a su marido, Nick. En la película, se puede observar en la escena de la reunión que se celebra posteriormente al alta psiquiátrica que tiene la protagonista, cómo Mabel le pide al padre que se ponga de su lado.  Ella literalmente le está pidiendo a él que se siente al lado, pero él no la entiende y responde con un silencio. Este silencio para ella es otro de estos abismos que la dejan sola, y ante esto solo puede responder con su locura.

En El amor loco de una madre Eric Laurent dice: "El llamado al Nombre-del-padre se hace apremiante, cuando ya hay un hijo, se hace más apremiante. Se clama para que algo ponga en orden la relación madre-hija (en este caso, padre-hija). No hay respuesta, el mutismo es total y se abre el abismo”¹².

Por otro lado, está la demanda que le hace Mabel a Nick, su marido. En la escena de la película está el siguiente diálogo:

Mabel: "Tú y yo sabemos, sabes Nick. Así de unidos estamos (hace el gesto de dos dedos juntos y pegados). No pueden separarnos, no pueden forzar a hacerlo porque estamos juntos".

Nick: "No sé quién eres".

Mabel: "No me digas eso..."¹³.

Luego, en la siguiente escena, la suegra de Mabel le dice: "Estás vacía" y "No eres buena madre"¹⁴, momento en que ella se desencadena.

En las Palabras Preliminares de El amor en las psicosis, encontramos: "Amar es ante todo querer ser amado y uno sacrifica su subjetividad para hacerse objeto del otro en el amor”¹⁵. Mabel necesita esta unión, este Uno para poder continuar. La separación tanto de Nick como de sus hijos la devuelve a ese vacío y de allí, a la locura. Ella, a través de la maternidad, puede regular y recortar este abismo que le resulta insoportable.

La maternidad está presente tanto en Mabel como en Madame Butterfly¹⁶ desde dos posiciones distintas. Con respecto a Mabel, la autora de este escrito se pregunta si la maternidad habrá sido la vía de escape a ese mundo enloquecedor, y en el caso de Madame Butterfly, se pregunta cómo operó la maternidad en ella.

Madame Butterfly eligió dos nombres para su hijo: mientras el capitán Pinkerton no estuviera, se llamará Sorrow (tristeza), pero, ella dice que, una vez que regrese el capitán, le llamará Joy (alegría).

Teniendo en cuenta lo anteriormente citado ¿qué lugar ocupó este niño para ella? Este niño ¿fue algo más que un lazo entre ella y el capitán Pinkerton? ¿Hay algo del no querer saber nada de eso que sostuvo la larga espera de la protagonista de la ópera de Puccini?

Madame Butterfly ama al Capitán, su demanda de amor es insistente y le retorna a veces con fuerza y optimismo, y, en otras ocasiones, con una melancolía insoportable. Cuando Madame Butterfly se entera que su amado no volverá con ella, que no la ama, su demanda de amor le retorna en rechazo y elige desprenderse de su hijo, y morir.

Todas las mujeres que hemos trabajado este año: Mabel, Hester, Virginia Woolf, Clarissa (tanto la de la película Las Horas como la protagonista del Libro de Virginia Woolf La Señora Dalloway ), Laura de la película Las Horas y Madame Butterfly amaron. Fueron marcadas por el amor, algunas por un amor mortífero, otras desestructurantes y otras pudieron encontrar otras formas de escribir su vínculo con el amor.