La identificación por ein einziger zug en el capítulo VII: La identificación de Psicología de las masas y análisis del yo de Freud

Referencia presentada en el Seminario del Campo Freudiano el 11 de febrero de 2023, impartido por Xavier Esqué.

  • Publicado en NODVS LXVI, març de 2023

Resum

En la presente referencia se abordará el concepto de rasgo unario aislado en psicología de las masas y análisis del yo de Freud, desde su relación con la identificación, la elección de objeto y el Ideal del yo. Desde Lacan, el asentimiento del Otro será imprescindible para comprender la doble incidencia de lo imaginario y lo simbólico planteada en relación a la identificación por ein einziger zug.

Paraules clau

Rasgo unario, ein einziger zug, identificación, Ideal del Yo, objeto, imaginario, simbólico, Otro, Psicología de las masas

Psicología de las masas

En el texto que enmarca la referencia1, Freud parafrasea en su título la famosa obra de Le Bon de 1985 Psicología de las masas. Deja con esto entrever sus intenciones de, mediante los desarrollos de la teoría psicoanalítica, acercar el campo de la psicología social al de la psicología individual mediante el análisis de lo que la instancia del Yo permite comprender de la formación de masa.

Freud nos propone adentrarnos en el estudio de una psicología teórica de las masas a partir de lo que ubica como su tarea, es decir, explicar cómo se produce la alteración anímica que permite a una multitud, que ha adquirido las propiedades de una masa psicológica, influir sobre la vida de un individuo. En particular se centra en comprender las causas del incremento de afecto entre sus miembros y de la inhibición del pensamiento como merma del rendimiento intelectual.

Para esto se resiste a la explicación que Le Bon y otros autores citados en el texto ubican con diferentes denominaciones que Freud aísla como variantes del término sugestión. Considera además que estos autores quedan en falta por no brindar la suficiente importancia a la figura del conductor de la masa.

 

Dos tipos de ligazones libidinales

Debido a que considera que son ligazones libidinales las que caracterizan a una masa, Freud llama nuestra atención sobre dos tipos de lazos afectivos que se dan en la vida temprana del niño. Por un lado la identificación con el padre, al cual toma como su ideal queriendo crecer y ser como él y por otro lado la investidura de objeto de la madre según el tipo del apuntalamiento o anaclítico.

A partir del análisis de la formación neurótica del síntoma nos presenta instancias en las cuales, mediante actuación de mecanismos del inconsciente, se produce un encuentro entre estos dos tipos de ligazones libidinales.

Ya sea en el caso de una niña que sustituye a su madre frente al amor por su padre por identificación con su síntoma, o en otro donde se presenta una identificación al síntoma del padre amado, lo que se pone en juego para Freud es que mediante la identificación se reemplaza a la elección de objeto, sustituyendo así la ligazón libidinosa. De esta manera, y por vía regresiva, el Yo toma sobre si las propiedades del objeto por introyección. Cabe destacar que en este tipo de identificaciones Freud puede ubicar una identificación parcial, que se encuentra limitada a “un único rasgo de la persona objeto”2. Agrega además un último caso donde la identificación trata de ubicar al Yo en la misma situación que el otro a través de la identificación por el síntoma, pudiendo suceder a raíz de cualquier comunidad que pueda percibirse en otra persona.

 

Constitución de una masa e Ideal del Yo

Tomando como clave la relación del individuo con el objeto amado, Freud puede esbozar una explicación sobre la constitución libidinosa de una masa. Por vía de las mociones pulsionales de meta inhibida mudadas en mociones tiernas se crea una ligazón. Dicha multitud de individuos ha puesto un objeto exterior en el lugar del Ideal del Yo. Como consecuencia de esto pueden identificarse, entre si, en su Yo. Así, el Yo del individuo en la masa puede momentáneamente permutar su Ideal del Yo por el de la masa corporizado en el conductor. En tanto hay una suspensión del Ideal del Yo y por lo tanto de las restricciones impuestas al Yo, puede volver a contentarse consigo mismo y ser liberado de tales restricciones.

En un intento de resumen podemos ubicar, en la explicación que Freud propone respecto de los mecanismos que se dan en la conformación de una masa psicológica, la importancia que adquiere la ligazón que el sujeto tiene con el objeto amado. Este puede ser ubicado en un lugar privilegiado como es el del Ideal del Yo, desde el cual favorece la identificación que se produce a nivel del Yo de los individuos en lo que se puede distinguir como un rasgo único.

 

Imaginario y Simbólico

De lo desarrollado en Psicología de las masas, Lacan, en su capítulo XII del Seminario 19, nos detiene respecto al rasgo único del que nos habla Freud y al que denomina rasgo unario en la traducción, “ein einziger zug”3. Para esto nos invita a retomar lo que plantea al respecto, tanto en lo que concierne a sus desarrollos en el estadio del espejo como en el esquema óptico.

En El estadio del espejo4 nos llama a considerar la función de la imago para establecer una relación del organismo con su realidad en el caso particular del ser humano, donde su prematuración específica al nacimiento adquiere el primer plano. Desde esta perspectiva, en la cual predomina una impotencia motriz y una dependencia por parte del lactante, el hecho de que pueda asumir su imagen supone una manifestación de la matriz simbólica. Nos dice que se trata de una precipitación del Yo (Je) en una forma primordial a la que denomina Yo ideal, previa a la dialéctica con el otro y antes de que el lenguaje lo pueda restituir como sujeto. Al respecto nos dice que se trata de una construcción imaginaria.

En Observación sobre el Informe de Daniel Lagache5, texto en el que se puede encontrar su modelo óptico del florero invertido, nos lleva nuevamente a ubicar esta doble incidencia de lo imaginario y lo simbólico. Lacan nos remite aquí al error en el que caeríamos al considerar que el Otro puede estar ausente en la relación del sujeto con el otro. Nos recuerda su presencia en el reconocimiento del cual el niño espera la verificación de la imagen que se encuentra en el espejo. Es en las marcas que deja la respuesta del Otro en el niño, en tanto hace del grito una llamada, donde se puede encontrar el trazo significante. Dice también que es en la constelación de estas insignias del Otro donde se instituye para el sujeto el Ideal del Yo, punto de referencia desde el cual, dirigido al Otro, se obtiene el espejismo del Yo ideal.

 

Rasgo unario e Ideal del Yo

En el Seminario 8 Lacan se detiene en los dos primeros modos de identificación que Freud plantea en Psicología de las masas, señalando que “la identificación se produce siempre por ein einziger zug”6. Lacan converge esta noción con la de significante pero nos advierte que no debemos darla por hecha como tal. Se trata más bien de un signo, ya que para hablar de un significante se necesitaría algo más, es decir que tenga también una relación con una batería significante. Este rasgo único es el signo del asentimiento del Otro.

Lacan también nos dice que, de este Otro al que el niño se dirige en el espejo, lo que le llega es el signo de la imagen de a, imagen especular que resulta a la vez deseable y destructiva, intervención del Otro en la relación del yo con el otro.

 

Objeto del deseo

En Observación sobre el informe de Daniel Lagache encontramos también la siguiente cita:

“Pues la cuestión que abre en Psicología de las masas y análisis del yo es la de cómo un objeto que es reducido a su realidad más estúpida pero puesto por cierto número de sujetos en una función de denominador común, que confirma lo que diremos de su función de insignia, es capaz de precipitar la identificación del Yo ideal hasta ese poder débil de malaventura que muestra ser en su fondo”7.

Encontramos aquí lo que ya antes Freud puede transmitirnos sobre la identificación en el texto que nos interesa. Lacan nos orienta, al igual que Freud, sobre el papel que juega este objeto del deseo, a nivel de lo imaginario, para ubicar la potencia de la insignia como la marca simbólica de la identificación y sus efectos en la estructura del sujeto.

Este objeto que inicialmente aparece como un objeto parcial, no es solo una parte de lo que hace de imagen al cuerpo, sino que se trata de un elemento de la estructura que queda organizada en el sujeto a partir del momento en que lo simbólico entra en juego.

Notes

1. Freud, Sigmund. “Psicología de las masas y análisis del yo (1921)”. Obras completas. Vol XVIII. Amorrortu editores, Buenos Aires, 1997.

2. Ibid., p. 101.

3. Lacan, Jacques. “Clase XII. El saber sobre la verdad”. El Seminario, Libro 19, …o peor. Paidós, Buenos Aires, 2021.

4. Lacan, Jacques. "El estadio del espejo como formador del yo (je) tal como se nos revela en la experiencia analítica". Escritos 1. Siglo Veintiuno Editores, Buenos Aires, 2014.

5. Lacan, Jacques. "Observación sobre el informe de Daniel Lagache: Psicoanálisis y estructura de personalidad". Escritos 2. Siglo Veintiuno Editores, Buenos Aires, 2015.

6. Lacan, Jacques. “Clase XXIV. La identificación por ein einziger zug”. El Seminario, Libro 8, La transferencia. Paidós, Buenos Aires, 2021, p. 394.

7. Lacan, Jacques. "Observación sobre el informe de Daniel Lagache: Psicoanálisis y estructura de personalidad", op. cit., p.644.

Julián Gea

La identificación por ein einziger zug en el capítulo VII: La identificación de Psicología de las masas y análisis del yo de Freud

NODVS LXVI, març de 2023

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