En la parte del Seminario 19 que vamos a trabajar este año, Lacan enuncia su aforismo “Haiuno” (Yadel’Un), también traducido como “Hay de lo Uno”. En su rigor lógico para articular el goce al significante, Lacan produce esta máxima como una consecuencia lógica de la que había formulado con anterioridad: “No hay relación sexual”. De manera que podríamos escribir: “No hay relación sexual porque hay de lo Uno”. El significante introduce en el cuerpo del parlêtre una relación con el goce que obstaculiza cualquier binario que funde una intersubjetividad.

Con esta formulación lógica, Lacan captó un rasgo de civilización, recordando de nuevo a los psicoanalistas que no hay clínica del sujeto sin clínica de la civilización. En efecto, en la clínica actual encontramos con frecuencia los efectos de malestar que se derivan del particularismo y la reivindicación del Uno como forma propia de gozar -por ejemplo en las reivindicaciones identitarias de signo diverso-. El psicoanálisis permite tratar este malestar como un síntoma a descifrar para cada sujeto.  Proponemos para este año, pues, un eje para nuestro seminario de casos que nos lleva a lo más actual de nuestra clínica y de nuestra época.